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Thread Name: Preludio al Desastre [Cuentos varios]
#0
Doctor Juanjo 12932
Hola a todos mis queridos lectores.

Ahora que trabajo fuertemente en el Hack, me dedicaré también a escribir pequeños cuentos sin conexión; sobre eventos que ocurrieron en Cydonia un poco antes de que comienza el Hack. Esto para que se familiaricen más con la región y sepan que personaje es quien a la hora de encontrárselo en el juego.

1. POKéBOT

El círculo de científicos de Cydonia era el de mayor experiencia conocido. Los avances generados en todos los campos siempre fueron focalizados en esta misteriosa región. Actualmente este círculo se reunía en el Laboratorio del Profesor Kirchoff en Artrópolis. Cada científico tenía su especialidad. Sin embargo por normas interregionales alguno de ellos debía ser el encargado de entregar Pokémon iniciales y la Pokédex a los jóvenes entrenadores de Cydonia. Actualmente el encargado de eso era el Profesor Ohm quien rompió el silencio.

-Entonces, ¿La situación es grave? -preguntó.

-Esto se puede salir de control -dijo Kirchoff- En mi ciudad tengo el Monte Lymbus a mi lado y ligeros temblores suceden de vez en cuando.

-¿Entonces? -preguntó Faraday- ¿Despertará?

-No si logramos cooperar juntos -respondió Kirchoff.

-El ELR es ahora el ejercito oficial de Cydonia -dijo Gaus un poco preocupado- Le ha costado mucho desterrar al Nazi quien ocupó ese puesto durante los últimos 70 años. ¿Continuarán sus políticas anti-apocalipsis?

-Por lo visto tanto el ejercito del general Dönnitz como el del general Lugg son culpables de la tragedia. ¡Bombardear el Monte Lymbus! señores, eso es una barbaridad ¡Extinguir toda una especie Pokémon del lugar!. -Exclamó Ohm.

Ampere que había estado callado observando la ventana se giró y se acercó al grupo.

-No solo han extinguido a los Clefairy de Cydonia, han desatado lo que intentamos aplazar durante 150 años -tragó saliva- el códice Di'Navio decía que Glamio estará dormido siempre y cuando los Clefairy canten por todo el monte. Con la extinción de la especie, estamos condenados a que despierte.

-Pero no lo ha hecho en los últimos 5 años luego del bombardeo -comentó Maxwell.

-Según lo que yo he oído, el ejército Nazi rocía gas paralizante en la cima del monte para evitar que Glamio despierte. -replicó Gauss.

-Pero despertará -dijo Ohm- Y debemos estar preparados para cuando lo haga.

-¿Tienes algún otro plan para eso? -preguntó Kirchoff.

-Así no nos gusten ninguno de los dos ejércitos dirigentes -continuó Ohm- El alto mando de la Liga Cydonia es uno de los nuestros...

-Un momento -lo interrumpió Gauss- ¿No hablarás de él? ¡Es un loco!

-Es de las mentes más brillantes de la región -continuó Ohm- de eso no hay duda.

-Es un entrenador -dijo Maxwell- No es científico.

-Es nuestro actual campeón, y es ingeniero -dijo Ohm- además tiene una compañía, de máquinas y vida artificial.

-No me hagas reír con eso -dijo Faraday- ¿Tú crees que después del desastre de Mewtwo aún hay ganas de crear Pokémon?

-¿Olvidas la creación de Porygon? -refutó Ohm- Los de Silph S.A. han creado muchas cosas.

-¿Y que quieres de él? -preguntó Maxwell.

Ya lo verán -dijo Ohm- mientras sacaba una Pokéball -¡Vé VCS-007!

Un Pokémon, o algo parecido a un pato salió de este. Era del tamaño mediano y toda su piel estaba llena de metal y cables.

-¡Vau! -gritó VCS-007.

-¿Qué es esa monstruosidad? -preguntó Faraday desafiante.

-Es un prototipo de Pokémon Robot, Pokebot.

-¿Como Porygon? -preguntó Maxwell.

-No, este es un robot -dijo Ohm- de momento solo emula a un Pokémon en muchos aspectos, tiene poderes tipo metal, eléctrico y normal. Pero actualmente está desarrollando más prototipos.

-¿Para qué? -preguntó Gauss.

-Quiero implementar un guardián, encargado de monitorear a Glamio todo el tiempo y capaz de neutralizarlo cuando detecte alguna perturbación en su sueño. -dijo Ohm- Ese guardián no puede ser un ser humano, ya que sería vulnerable a morir entre sus garras. Y sería difícil encontrar un Pokémon que lo hiciese. Un Pokébot sería la solución ideal.

-Pero tu hablas a gran escala de tiempo -dijo Ampere volviendo de la ventana.

-Así es -replicó Ohm- Pero estoy seguro él lo logrará.

-¿Y que pasaría si Glamio despertase antes de tiempo? -preguntó Maxwell preocupado.

-Tendríamos que seguir nuestro plan de emergencia primario como siempre -dijo Ohm- En caso de que Glamio despertase tendríamos que reunirnos aquí mismo y comenzar el plan.

-Nuestro plan es infalible -afirmó Kirchoff- Glamio no podrá triunfar, pero necesitaremos más ayuda.

-Tenemos a mi hijo Dannel y a mi nuevo ayudante, un gran investigador -respondió Ohm.

-¡Qué así sea! -dijo Kirchoff concluyendo la reunión.

Todos los científicos volvieron a sus ciudades replanteando lo que Ohm les había dicho. ¡Pokébots! ¿Quién lo hubiera pensado?

Cuando Ohm llegó a Ciudad Tamara, reunió a su hijo y a su joven ayudante. Era hora de introducirlos al plan de emergencia, pero primero debía enviarlos a investigar sobre Glamio.

No habían regresado aún cuando....
#1
The Lich 26033
Otra excelente historia,ya me había leído las primeras de glamio, arceus etc... y me encantaron, en conclusión me gusta.
#2
BLAx/Atlas 26580
Me gusta :)Además queda muy chulo que pongas nombres de científicos reales a los del juego... Aunque Gauss me cae mal xD,está en todos lados
#3
Doctor Juanjo 12932
2. NEGLIGENCIA NACIONALSOCIALISTA

-¡Coronel! -gritó el general Karl Dönitz con impecable acento militar - ¡Suspenda los bombardeos inmediatamente!

-¡Señor! -exclamó el confundido coronel Alarik Burk- ¿En serio?

-Es indispensable para nuestros planes -respondió el impasible general.

-¡Pero nos condenará a todos! -exclamó el coronel- ¿Qué sentido tendrá ahora?

-Lo tendremos controlado -respondió el general. He hablado con el coronel Meyer y hemos concordado que podremos negociar con la bestia.

-¡La bestia! -exclamó Alarik Burk- ¿Pero Odell Meyer se ha vuelto loco?

-No -respondió el general- Lo que plantea es la solución a todos nuestros problemas. ¡Con Glamio de nuestro lado tendremos todo lo que hemos soñado! ¡Incluyendo nuestro proyecto s...



-¡Pelotón! -gritó el coronel Meyer a muchos kilometros de donde se encontraban reunidos el coronel Burk y el general Dönitz.

El pelotón de soldados Nazis dio un paso adelante. Tal y como eran entrenados cada semana.

-¡Presenten armas! -gritó mientras observaba al desgraciado cydoniano que miraba aterrado el patio del campo. Su vida pasaba bastante rápido y una gota de sudor caía sobre su frente. Miró a su lado y vio que junto a él se encontraba su Luxio, quien lo había acompañado desde que era niño. Entre sus vendajes que tapaban su boca exclamó algo que el Pokémon entendió perfectamente.

-¡No estás atado!, puedes irte. ¡Vete!

Aunque el Pokémon entendía perfectamente que podría haber huido y que los soldados lo dejarían ir. Este se quedó tranquilamente al lado de su entrenador y con sus ojos cerrados esperaba también la triste muerte.

-¡Apunten! -gritó el coronel Meyer y una sonrisa se dibujó en su rostro- ¡Fuego!

Las balas atravesaron la piel del hombre y de su Pokémon, y gotas de sangre manchaban el suelo que durante siglos había sido testigo de innumerables ejecuciones.

Con el silencio luego de la lluvia de balas la vida de aquellos dos seres fue arrancada y ahora el coronel ordenaba a un par de sus soldados que se llevaran los cuerpo a la fosa común en la entrada del bosque.

Luego se adentró a su oficina y leyó el expediente del hombre que sus soldados habían acabado de ejecutar:

Su nombre era Alfred Gauss, un joven científico que había sido sorprendido rondando cerca del bosque de Pueblo Tadeo cuando llegaba de un viaje desde Artrópolis tomando el atajo del bosque.

Era muy sabido que aquel paso desde hace 70 años había sido peligro inminente de toparse con el ejercito Nazi, quien vigilaba celosamente todo el lugar y haciendo el magnetotren que comunicaba Pueblo Tadeo con Pueblo Delos la única manera segura de viajar en esa región.

Meyer sonrió mientras veía como su cuerpo era recogido con todo el respeto que debía tener un muerto. Hizo una mueca al ver el Pokémon muerto, no le gustaba matar Pokémon, pero aveces las políticas obediencia que tenía hacia su partido y el amor a su bandera estaba por encima de los principios.

Se limpió un poco su bigote y su patillas que llegaban hasta su mentón de un extravagante estilizado y observó la máquina de luz negra que había justo al lado de su oficina.

Por órdenes del general Dönitz, Meyer era el encargado del campo de concentración y también de los interrogatorios, y era lo que más adoraba de su trabajo.

Volvió a observar la máquina, esa belleza había arrancado la mayor muestra de miedo hasta de la persona más flemática y valiente. Una máquina que literalmente licuaba el cerebro.

Y amaba usarla en sus interrogatorios, recordaba cuando le sacó la verdad al jóven Gauss hacía unos días. Gracias a ello había logrado descubrir la técnica que elevaría la bandera Nazi por los aires de Cydonia. ¡O por la tierra!


Gauss estaba encadenado y Meyer estaba al frente suyo, tan intimidante como siempre.

-¡Profesor Gauss! -exclamó Meyer- ¡Dichosos los ojos que lo ven!

El profesor gruñó.

-Veo que has caído en nuestras manos -dijo Meyer cambiando su trato y comenzando a tutearlo. -Ahora cuéntame ¿Cómo van las cosas? ¿Cómo va tu mujer y mis hijos?

El profesor forcejió las cadenas mientras el coronel reía.

-Era una broma -dijo riendo- pero ya que los Rattata te han comido la lengua te presento la máquina de luz negra.

El profesor observó una gran máquina al fondo de la sala parecida a una bonina Tesla que emitía una extraña luz morada, la luz estaba canalizada exactamente a su silla, inmediatamente se sientío tocado internamente y una migraña comenzaba a apoderarse de su cuerpo.

-¿Qué han investigado sobre Glamio? -dijo Meyer- ¡A mi no me mienten!, ayer se reunieron en Artrópolis y planean algo. ¿Qué es?

Gauss tragó saliva, solo sentía nauseas y la voz del coronel lo hería cada vez que hablaba.

-¡El profesor Ohm sabe que despertará! -gritó Gauss- ¡Tiene otro plan para detenerlo!

-¡Otro! -exclamó Meyer sonriendo- ¡Ahora tendrás que contarme ambos!


Luego de aquel interrogatorio Gauss fue llevado inconsciente y completamente traumatizado a su celda, con tristeza observaba a su alrededor, no pasaría mucho tiempo hasta que fuera programada su ejecución. No podía hacer nada. Le había dado aquel hombre información que podría usar en contra de toda Cydonia. ¡Había traicionado a toda forma con vida del planeta! Luego cayó inconsciente en su celda.

Meyer por su parte había llamado al general Dönitz y estaba feliz, ¡Aquel científico le había dado la clave que necesitaba! ¡Ya no tendrían que seguir evitando que Glamio despertase! Ya no era necesario seguir bombardeando el monte Lymbus con gas paralizante. ¡Glamio podía despertar! Y por primera vez en la historia estarían preparados para eso. ¡Y el nuevo orden mundial!

Aún así debía secuestrar al Profesor Ohm: ese repulsivo científico de Ciudad Tamara debía ser capturado y llevado a juicio, era pieza clave para su proyecto y tal vez el único que podría detenerlo. Tenerlo afuera cuando el día de catástrofe llegara equivaldría a una pastilla de cianuro en la garganta.

Ciudad Tamara era tal vez la capital de Cydonia. Una grande e imponente ciudad que había sido cuna de la cruenta batalla de Mew contra Glamio en tiempos de Di'Navio. Por ello, tal vez la primera en la lista del apocalipsis. Y también una de las más protegidas. Efectuar un secuestro allí no sería coser y cantar y eso lo sabían los soldados Nazis, quienes durante última semana habían cavado un túnel hasta su laboratorio, por el lo llevarían fácilmente a las afueras de la ciudad para luego conducirlo al campo de concentración. ¡Era de los pocos hombres que sabría detener ciegamente a Glamio! y por eso debía ser detenido. El túnel estaba punto de terminar y los soldados cavaban a toda marcha para llegar al laboratorio. Lo habrían logrado si no hubiera sido por...
#4
BLAx/Atlas 26580
Para variar me impresionas con tu historia... BRAVO, estoy impaciente por jugar el hack lo antes posible :)