.Autor: SwagCharizian
.Capitulos: Muchos(?
.Agradecimientos: yo,yo,yo
Bueno este es mi primer fanfic la verdad nose porque lo pongo aqui en Wah pero espero les guste, es de aventura,accion,romance,misterio, e iba a tener sexo pero vi las normas asi que no...
Sin más preámbulo les dejo la introducción:
La nieve cubría por completo las hojas del denso bosque, a lo lejos se veía a dos figuras humanas avanzar con dificultad, lentos pero a paso firme, continuaron así por más de media hora. Adelante iba un hombre, parecía nervioso pues miraba hacia todos lados como si huyera de algo, unos metros más atrás una mujer, quien no le quitaba los ojos de encima a su compañero.
-Ya no puedo más Jeremías, estoy muy cansada…- se quejo la mujer mientras se detenía.
-No nos podemos detener Ángeles, él nos está siguiendo y no va a parar hasta encontrarnos, hay que seguir-
-No te das cuenta que es en vano? Nos va a alcanzar tarde o temprano…-
El hombre no dijo nada solo se limito a mirarla y acto seguido se dio la vuelta y siguió caminando, ella se le unió unos segundos después.
Al caer la noche se detuvieron de nuevo e intercambiaron palabras.
-Listo, hasta aquí llegue, me duele la cabeza, estoy muy mareada no voy a poder seguir-
-Está bien amor, vamos a acampar aquí- trato de calmarla mientras la tomaba de las manos
-Jeremías, tengo algo que decirte, yo estoy..-
-Shh, ahí vienen… escóndete, pase lo que pase no hagas ningún movimiento y mantente a distancia- le dijo interrumpiéndola y tapándole la boca
Se escuchaban pasos y voces a lo lejos, Ángeles se escondió tras unos arbustos y al ser de noche era casi imposible verla, Jeremías por su parte espero de frente y callado a su cazador hasta que apareció junto a dos secuaces.
-Devuélveme mis pokemon, infeliz!- Le grito Jeremías a su enemigo
-No me lo puedo creer, estas solo, sin ningún pokemon para que te defienda y me increpas de esa manera? Acaso quieres que te mate aquí y ahora?- contesto el siniestro personaje, era un hombre alto, de tez blanca y voz muy grave.
-Solo quiero mis pokemon, ya déjame en paz y dámelos, eres una escoria!-
-Todo lo que hice por ti y me tratas de esa manera? Insolente, me debes mucho, me debes tu vida y no me pagaste…por eso tome tus pokemon, pero ya se te acabo tu tiempo- dicho esto saco de su bolsillo una pokeball y libero a la criatura que se encontraba en ella. –Scizor, arráncale la cabeza con tus cuchillas...- el imponente pokemon tomo del cuello a Jeremías y con sus pinzas y como si fuera una tijera cortando un simple papel, acabo con la vida del hombre.
Los tres villanos se montaron en un Fearow y se marcharon del lugar en unos pocos segundos.
Ángeles quien había visto todo, empapada en lagrimas y tapándose la boca se acerco hacia donde estaba el cuerpo de su amado y dejo caer algunas gotas en él, desconsolada y sollozando dijo unas palabras:
-Yo estoy embarazada de ti…-
-Ya no puedo más Jeremías, estoy muy cansada…- se quejo la mujer mientras se detenía.
-No nos podemos detener Ángeles, él nos está siguiendo y no va a parar hasta encontrarnos, hay que seguir-
-No te das cuenta que es en vano? Nos va a alcanzar tarde o temprano…-
El hombre no dijo nada solo se limito a mirarla y acto seguido se dio la vuelta y siguió caminando, ella se le unió unos segundos después.
Al caer la noche se detuvieron de nuevo e intercambiaron palabras.
-Listo, hasta aquí llegue, me duele la cabeza, estoy muy mareada no voy a poder seguir-
-Está bien amor, vamos a acampar aquí- trato de calmarla mientras la tomaba de las manos
-Jeremías, tengo algo que decirte, yo estoy..-
-Shh, ahí vienen… escóndete, pase lo que pase no hagas ningún movimiento y mantente a distancia- le dijo interrumpiéndola y tapándole la boca
Se escuchaban pasos y voces a lo lejos, Ángeles se escondió tras unos arbustos y al ser de noche era casi imposible verla, Jeremías por su parte espero de frente y callado a su cazador hasta que apareció junto a dos secuaces.
-Devuélveme mis pokemon, infeliz!- Le grito Jeremías a su enemigo
-No me lo puedo creer, estas solo, sin ningún pokemon para que te defienda y me increpas de esa manera? Acaso quieres que te mate aquí y ahora?- contesto el siniestro personaje, era un hombre alto, de tez blanca y voz muy grave.
-Solo quiero mis pokemon, ya déjame en paz y dámelos, eres una escoria!-
-Todo lo que hice por ti y me tratas de esa manera? Insolente, me debes mucho, me debes tu vida y no me pagaste…por eso tome tus pokemon, pero ya se te acabo tu tiempo- dicho esto saco de su bolsillo una pokeball y libero a la criatura que se encontraba en ella. –Scizor, arráncale la cabeza con tus cuchillas...- el imponente pokemon tomo del cuello a Jeremías y con sus pinzas y como si fuera una tijera cortando un simple papel, acabo con la vida del hombre.
Los tres villanos se montaron en un Fearow y se marcharon del lugar en unos pocos segundos.
Ángeles quien había visto todo, empapada en lagrimas y tapándose la boca se acerco hacia donde estaba el cuerpo de su amado y dejo caer algunas gotas en él, desconsolada y sollozando dijo unas palabras:
-Yo estoy embarazada de ti…-
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Amanecía en pueblo Melba los pidgey salían a cantar y revoloteaban por todos lados, los rayos del sol entraban por la ventana de mi habitacion y me levanté al sentir el timbre de casa.
-Ya voy! Ya voy!- grité al escuchar el insistente ring ring, bajé las escaleras corriendo y con movimientos acrobáticos llegue rápidamente hasta la puerta y la abrí
-Buenos días joven, aquí está lo que me encargó- me dijo el extraño visitante mientras sacaba algo del bolsillo
-Al fin! Lo estuve esperando ayer todo el día! Cuanto sería?- le pregunte contento al ver quien era
-Unos $ 1000 nomas-
-1000! Pues bueno, aquí tiene- le entrege el dinero y a cambio recibí una pokeball
-Un placer hacer negocios contigo- el hombre alegremente estiro la mano para que la estrechara pero luego se puso serio y me miro fijo - Marco, de esto ni una palabra a nadie, me entendiste? –
-Descuide Sr Magaldi puede confiar en mí- le conteste rápidamente
-Bien niño, cuídate y no te metas en líos, estaremos en contacto-
-Ok, nos vemos otro día Sr, mándele saludos a su familia-
El Sr Magaldi era mi vecino, el compra y vende pokemon, pero su familia no lo sabe.
Le cerré la puerta e inmediatamente liberé al pokemon que se encontraba en la esfera rojiblanca, era un pequeño Riolu. Yo soy un tanto frio y solitario, por lo que simplemente me limité a acariciar al pequeño pokemon y le dijé una pocas palabras.
Al día siguiente yo y mi pokemon ya nos llevabamos muy bien, llevé a Riolu a dar una vuelta por el pueblo y le enseñé algunos edificios emblemáticos del lugar. Al llegar a una vieja e imponente escuela que se encontraba en medio de la ciudad en donde yo estudie me detuve, pues me había encontrado con un amigo, Riolu simplemente me miraba.
-Marco que haces amigo?- me saludo, el era un chico más alto que yo y siempre llevaba unas peculiares gafas de marco color rojo
-Hola Felix, le mostraba la ciudad a mi Riolu y de paso me despedía, no creo que vuelva en mucho tiempo aquí- ya era tiempo de que cambie de aires
-Así que es cierto que te vas de viaje… vas a atrapar muchos pokemon y retar a los lideres no?-
-Noo, eso no es para mí, voy a viajar a Ciudad Lorna, lo mío es la música y voy a ser músico callejero para conseguir algo de dinero-
-Como tenías a Riolu pensé que estabas por inscribirte en la Liga como yo-
-Riolu me va a acompañar además los tiempos son difíciles y uno no puede andar afuera sin un pokemon, lo voy a entrenar para protegerme-
-Bueno a lo mejor nos vemos en Ciudad Lorna algún día, me tengo que ir, voy a preparar todo para partir mañana, tu cuando te vas?-
-Yo ya estoy listo, me voy en 2 horas con Riolu así que también me voy, espero que consigas llegar a la Liga, nos vemos amigo- nos estrechamos la mano y cada quien se fue a su respectivo hogar.
Ya en mi casa limpíe un poco, tomé un merienda rápida y me dispuse a echar un ojo por última vez al dormitorio que se encontraba a la par del mio, todo el lugar estaba lleno de polvo ya que no entraba mucho a ese sitio, me acerque a la cómoda que se encontraba a la izquierda, allí había un porta retrato con una foto familiar, la seque de ahí, la doblé y la guardé en mi bolsillo. Minutos después cerré todo con llave y salí con tan solo una mochila y mi más preciada pertenencia, mi guitarra.
A paso firme me dirigí hacia la salida de la ciudad con mi único pokemon, Riolu, a mi lado. Hoy empieza una nueva etapa de mi vida.
Deambule varias horas por la ruta, en el camino me encontré con entrenadores que querían luchar contra mi Riolu, recuerdo que uno me dijo que lo había mirado a los ojos y por eso debía luchar contra él sí o sí, vaya locura no?. Después no me quedo de otra que adentrarme en el Bosque Arbaro, pues estaba justo delante de Ciudad Rakau, simplemente seguí el único camino que había, debo haber caminado más de 40 minutos y cansadísimo vi que a unos cuantos metros se encontraba la salida ya estaba a un paso de llegar a la ciudad, pero algo me detuvo, un grito desgarrador, alguien estaba pidiendo ayuda, corrí hacia donde venia el ruido y vi como tres tipos amenazaban a una chica, me escondí con Riolu atrás de un árbol, él me miraba como pidiéndome intervenir, pero yo le hice una seña de que se quede quieto, nos quedamos allí durante unos segundos, no podía reaccionar, a ella ya le habían quitado sus pokemon y algo de dinero, mi pokemon me miro nuevamente pidiéndome que intercedamos, pero no pude, estaba petrificado y pense o Riolu está loco o yo soy un cobarde, entonces él me ingnoro e hizo 3 pasos hacia adelante, yo lo seguí, ya estábamos a la vista de los malhechores así que no quedaba de otra que luchar, fue entonces que apareció un joven de unos 20 años y los ladrones se fueron corriendo con todo lo que habían robado, luego la ayudo a pararse y con Riolu nos escondimos de nuevo y escuchamos la conversación
-Te encuentras bien?- le pregunto el tipo
-Si solo se llevaron mis pokemon y todo mi dinero- dijo sollozando la chica
-Tranquila, por lo menos no te hicieron daño, ven vamos que te acompaño hasta la ciudad así haces la denuncia a la policía-
-Está bien, gracias-
-A por cierto, mi nombre es...- en ese momento deje de escuchar y me fui de alli, ya todo había pasado.
A penas llegue a Ciudad Rakau fui a un bar y me pedí un sándwich, estaba pensativo por momentos me acordaba de que había sido un cobarde y me preguntaba qué hubiera pasado si hubiera hecho algo, gire mi cabeza hacia la derecha donde estaba Riolu, quien no parecía enojado conmigo pero si decepcionado.
Con la panza llena fui a la plaza de la Ciudad y desenfunde mi guitarra, me senté en un banquito, llevaba un sombrero que me lo quite y le entregue a Riolu para que lo pase entre la gente cuando termine mi actuación, me puse a tocar la canción que mejor me salía, no abundaban los músicos callejeros por allí es por eso que mucha gente se acerco a verme, me sorprendí al ver la cantidad de pokemon que tienen las personas, había un entrenador que llevaba consigo un Abra, un Pikachu y un Aimpom y en el bolsillo tenía otras 3 pokeball, sinceramente yo nunca me imaginaba con más de 1 pokemon y menos con 6. Al terminar recibí muchos aplausos, la gente se fue poco a poco y Riolu vino corriendo hacia mí con el sombrero lleno de dinero. Era inexplicable la felicidad que tenía, era mi sueño ganarme la vida asi, pero fue entonces cuando vi que 2 banquitos más allá estaba una chica llorando, era la del bosque, sin pensarlo y con algo de culpa por no haberla ayudado, me senté a la par de ella y le toque una canción alegre.
-Y… te gusto la canción?- le pregunté mirándola a los ojos
-Si es muy linda, gracias- me dijo secándose las lágrimas y esbozando una sonrisa
-Al menos te saque una sonrisa, mi nombre es Marco, tu cómo te llamas?- le hable con una seguridad como nunca antes le había hecho con una chica
-Yo me llamo…- fue interrumpida por una persona
-Ey, ya hice la denuncia por ti, ahora solo queda esperar- era el hombre que la había ayudado en el bosque.
-Bueno un gusto haberte cambiado un poco la cara, toma úsalos- le deje un paquete de pañuelos pues aun seguía llorando, me levante y me fui.
Me hubiera gustado verle la cara cuando descubra que dentro del paquete además de los pañuelos, le había puesto la mitad del dinero que había ganado esa tarde, fue lo mínimo que pude hacer por haber sido un cobarde.
-Te encuentras bien?- le pregunto el tipo
-Si solo se llevaron mis pokemon y todo mi dinero- dijo sollozando la chica
-Tranquila, por lo menos no te hicieron daño, ven vamos que te acompaño hasta la ciudad así haces la denuncia a la policía-
-Está bien, gracias-
-A por cierto, mi nombre es...- en ese momento deje de escuchar y me fui de alli, ya todo había pasado.
A penas llegue a Ciudad Rakau fui a un bar y me pedí un sándwich, estaba pensativo por momentos me acordaba de que había sido un cobarde y me preguntaba qué hubiera pasado si hubiera hecho algo, gire mi cabeza hacia la derecha donde estaba Riolu, quien no parecía enojado conmigo pero si decepcionado.
Con la panza llena fui a la plaza de la Ciudad y desenfunde mi guitarra, me senté en un banquito, llevaba un sombrero que me lo quite y le entregue a Riolu para que lo pase entre la gente cuando termine mi actuación, me puse a tocar la canción que mejor me salía, no abundaban los músicos callejeros por allí es por eso que mucha gente se acerco a verme, me sorprendí al ver la cantidad de pokemon que tienen las personas, había un entrenador que llevaba consigo un Abra, un Pikachu y un Aimpom y en el bolsillo tenía otras 3 pokeball, sinceramente yo nunca me imaginaba con más de 1 pokemon y menos con 6. Al terminar recibí muchos aplausos, la gente se fue poco a poco y Riolu vino corriendo hacia mí con el sombrero lleno de dinero. Era inexplicable la felicidad que tenía, era mi sueño ganarme la vida asi, pero fue entonces cuando vi que 2 banquitos más allá estaba una chica llorando, era la del bosque, sin pensarlo y con algo de culpa por no haberla ayudado, me senté a la par de ella y le toque una canción alegre.
-Y… te gusto la canción?- le pregunté mirándola a los ojos
-Si es muy linda, gracias- me dijo secándose las lágrimas y esbozando una sonrisa
-Al menos te saque una sonrisa, mi nombre es Marco, tu cómo te llamas?- le hable con una seguridad como nunca antes le había hecho con una chica
-Yo me llamo…- fue interrumpida por una persona
-Ey, ya hice la denuncia por ti, ahora solo queda esperar- era el hombre que la había ayudado en el bosque.
-Bueno un gusto haberte cambiado un poco la cara, toma úsalos- le deje un paquete de pañuelos pues aun seguía llorando, me levante y me fui.
Me hubiera gustado verle la cara cuando descubra que dentro del paquete además de los pañuelos, le había puesto la mitad del dinero que había ganado esa tarde, fue lo mínimo que pude hacer por haber sido un cobarde.
Me encontraba en la ruta 3, apenas hace algunos minutos había amanecido y el lugar ya estaba lleno de entrenadores acechando, me encontré con una escena inesperada, un chico más o menos de mi edad (17), un poco gordo, bueno muy gordo, obligaba a un niño más pequeño a luchar
-Enano lucha o si no te voy a atacar a ti en vez de a tus pokemon!-
-Pero no quiero, mi pokemon no pelea, es mi amigo y no quiero que se lastime- el niño estaba llorando y abrazaba a su Azurril para protegerlo
Tenía que hacer algo, estaba arrepentido de no haber ayudado a la chica del bosque entonces reaccione, el destino me había dado otra oportunidad.
-Déjalo en paz, no ves que es solo un niño, yo luchare contra ti-
-Así me gusta, ponte en guardia que empezamos! Ve Linoone, usa placaje!-
-Riolu esquívalo!- lo mande a la batalla, y le pedí que esquivara, mientras yo pensaba algún ataque, que debía hacer -Sigue esquivando Riolu, mantente alejado de él-
-¿Qué pasa, no sabes ningún ataque? Jaja esto va a terminar pronto, Linoone golpe cabeza!-
No sabía qué hacer hasta que escuche al niño hablar –Waw es un Riolu, son muy raros por aquí seguro puede utilizar palmeo, o a lo mejor contraataque!-
-Linoone acabalo de una vez, arañazo!- Riolu estaba demasiado cansado para esquivarlo y le dio en toda la cara- Golpe critico, creo que gané, jajá-
-Riolu por favor levántate, aún podemos ganar esto- mi pokemon estaba maltrecho pero era su primer combate y estaba tan emocionado y disfrutándolo que volvió a la batalla, en sus ojos podía ver que luchar era lo que le gustaba. – Acércate a linoone y usa contraataque!-
El pokemon rival estaba tan crédulo de que había ganado la batalla que no vio venir a Riolu y su contraataque
-No linoone, estas bien? Eso fue trampa, no estaba atento, es como golpear por detrás! Vamos amigo acabalo con golpe cabeza!-
-Esquívalo y haz palmeo!- Le ordene y al instante vi como sacaba fuerzas de vaya saber dónde y con un gran ataque certero daba en el blanco, el chico regordete vio como su pokemon caía rendido en el piso y solo tomo su pokeball y lo regreso, me miro como con vergüenza y se fue.
–Bien hecho Riolu así se hace!- gritaba el niño que había observado la pelea -eres el mejor, gracias por luchar por mi!-
-¡Manuel! ¿Qué haces aquí? te estuve buscando por todos lados, estaba muy preocupada!- era una chica de pelo corto, debe haber tenido mi edad, tomo de la mano al niño y me miro –Disculpa a mi hermano, siempre se mete en líos, espero que no te haya causado problemas-
-Descuida no paso nada, es un buen niño- le conteste casi sin pensar, pues me quede pasmado al ver sus grandes ojos color miel
-Cuando sea grande quiero ser un entrenador como tú y luchar junto a mi Azurril- el niño estaba convencido de su futuro
~No te confundas niño, yo no soy entrenador, piénsalo bien antes de decidir tu futuro~ pensé, pero no se lo dije, lo mire y sonreí – Solo cuida bien a tus pokemon y se buena persona- me tome una pausa y agregue –Recuerda no seas egoísta, a veces algo que a ti no te gusta hacer a tu pokemon lo hace feliz, piensa en ellos que siempre están a tu lado-
-Bueno me tengo que ir, gracias por tus consejos, algún día nos volveremos a ver y tendremos una batalla, eh…- el niño se detuvo pues quería decir mi nombre y no lo sabia
-Mi nombre es Marco, te estaré esperando Manuel- nos estrechamos la mano y se fueron hacia la Ciudad
Mire a Riolu que a pesar de haber recibido unos cuantos golpes estaba muy feliz por haber ganado su primera batalla, fue ahí que pensé en lo que le había dicho al niño, que ironía, si era yo al que no le gustaban las batallas mientras que a mi pokemon le encantaban. Estaba confundido, y por un
segundo me imagine en la Liga combatiendo.
Tengo mis razones para no querer luchar o quizás solo es un trauma que debo superar.
-Enano lucha o si no te voy a atacar a ti en vez de a tus pokemon!-
-Pero no quiero, mi pokemon no pelea, es mi amigo y no quiero que se lastime- el niño estaba llorando y abrazaba a su Azurril para protegerlo
Tenía que hacer algo, estaba arrepentido de no haber ayudado a la chica del bosque entonces reaccione, el destino me había dado otra oportunidad.
-Déjalo en paz, no ves que es solo un niño, yo luchare contra ti-
-Así me gusta, ponte en guardia que empezamos! Ve Linoone, usa placaje!-
-Riolu esquívalo!- lo mande a la batalla, y le pedí que esquivara, mientras yo pensaba algún ataque, que debía hacer -Sigue esquivando Riolu, mantente alejado de él-
-¿Qué pasa, no sabes ningún ataque? Jaja esto va a terminar pronto, Linoone golpe cabeza!-
No sabía qué hacer hasta que escuche al niño hablar –Waw es un Riolu, son muy raros por aquí seguro puede utilizar palmeo, o a lo mejor contraataque!-
-Linoone acabalo de una vez, arañazo!- Riolu estaba demasiado cansado para esquivarlo y le dio en toda la cara- Golpe critico, creo que gané, jajá-
-Riolu por favor levántate, aún podemos ganar esto- mi pokemon estaba maltrecho pero era su primer combate y estaba tan emocionado y disfrutándolo que volvió a la batalla, en sus ojos podía ver que luchar era lo que le gustaba. – Acércate a linoone y usa contraataque!-
El pokemon rival estaba tan crédulo de que había ganado la batalla que no vio venir a Riolu y su contraataque
-No linoone, estas bien? Eso fue trampa, no estaba atento, es como golpear por detrás! Vamos amigo acabalo con golpe cabeza!-
-Esquívalo y haz palmeo!- Le ordene y al instante vi como sacaba fuerzas de vaya saber dónde y con un gran ataque certero daba en el blanco, el chico regordete vio como su pokemon caía rendido en el piso y solo tomo su pokeball y lo regreso, me miro como con vergüenza y se fue.
–Bien hecho Riolu así se hace!- gritaba el niño que había observado la pelea -eres el mejor, gracias por luchar por mi!-
-¡Manuel! ¿Qué haces aquí? te estuve buscando por todos lados, estaba muy preocupada!- era una chica de pelo corto, debe haber tenido mi edad, tomo de la mano al niño y me miro –Disculpa a mi hermano, siempre se mete en líos, espero que no te haya causado problemas-
-Descuida no paso nada, es un buen niño- le conteste casi sin pensar, pues me quede pasmado al ver sus grandes ojos color miel
-Cuando sea grande quiero ser un entrenador como tú y luchar junto a mi Azurril- el niño estaba convencido de su futuro
~No te confundas niño, yo no soy entrenador, piénsalo bien antes de decidir tu futuro~ pensé, pero no se lo dije, lo mire y sonreí – Solo cuida bien a tus pokemon y se buena persona- me tome una pausa y agregue –Recuerda no seas egoísta, a veces algo que a ti no te gusta hacer a tu pokemon lo hace feliz, piensa en ellos que siempre están a tu lado-
-Bueno me tengo que ir, gracias por tus consejos, algún día nos volveremos a ver y tendremos una batalla, eh…- el niño se detuvo pues quería decir mi nombre y no lo sabia
-Mi nombre es Marco, te estaré esperando Manuel- nos estrechamos la mano y se fueron hacia la Ciudad
Mire a Riolu que a pesar de haber recibido unos cuantos golpes estaba muy feliz por haber ganado su primera batalla, fue ahí que pensé en lo que le había dicho al niño, que ironía, si era yo al que no le gustaban las batallas mientras que a mi pokemon le encantaban. Estaba confundido, y por un
segundo me imagine en la Liga combatiendo.
Tengo mis razones para no querer luchar o quizás solo es un trauma que debo superar.
El capitulo 4 estara mañana y ya empezaran las batallas y más accion
Sientanse libres de comentar lo que quieran