Blog de desarrollo:
http://dreamsintothewind.blogspot.com/
Dreams Into the Wind es un RPG programado a base de Pokémon Essentials, basado en el guión escrito por un servidor (THIEF./The Doctor) y programado casi integramente por Pokebuzo. En el apartado gráfico contamos con colaboración de diversos spriters y del sonoro mayormente nos encargamos Ridgent/Sr Kaktus y yo. Sin más preámbulos presentaré (en función de "jefe de marketing" según Pokebuzo, al cual no le apetece ponerse a redactar un tema ¬¬) los distintos apartados del proyecto, aún en fase temprana de producción.
Historia
Sinopsis:
Todo comienza cuando los habitantes de Pueblo Caballa, un humilde poblado campestre situado al sur del Reino de la Calma, uno de los seis grandes reinos que cubren nuestra región, encuentran a un niño abandonado en su bosque. El pueblo al completo se decide a adoptar al niño como a uno más... Pero los días de felicidad terminan cuando unos misteriosos hombre en armadura dorada roban un tesoro ancestral oculto en dicho poblado... Una maldición lo envuelve y convierte a todos sus habitantes en piedra... Excepto a aquel pequeño niño. Con la ayuda del Pokémon del bosque Ketrideh, el niño parte en busca del objeto robado... Pero este no es más que una mínima parte en los planes de Equipo Iluminado. Su verdadero objetivo descansa más allá de las puertas ancestrales que guardan la entrada al Mundo de los Pokémons, un mundo a través del cual llegaron lo Pokémons al nuestro hace millones de años. La humanidad se enfrenta a su decisión final... Si las puertas se abren los Pokémons volverán a su hogar... Y los seres humanos nos quedaremos solos... En un mundo destinado a acabar.
Guión
No esta acabado, esta dividido en capítulos para facilitar su lectura y redactado a modo de fic sencillo. Tenéis para rato. Lo pongo en spoiler por ser demasiado largo.
Pokémon: Dreams Into the Wind.
Por: The Doctor
ATENCIÓN: Esta página narrara a forma de relato los eventos de la trama principal desde el punto de vista de un narrador omnisciente. Los diálogos serán tal cual aparecerán en el juego.
Prólogo:
¿De donde proviene la voz? Todo esta oscuro. Un gran manto en negro.
- Érase una vez, el universo. Una tierra sin nombre dividida por una gran cordillera en dos grandes mundos. A lo largo y ancho de estos mundos, unos singulares seres llamados humanos han construido y destruido sin cesar. Sus dispares ideologías, formas de ver el mundo radicales y que no atienden a razón, acabaron por formar los seis reinos que hoy se extienden en ambos mundos, y donde los humanos conviven con unas mágicas criaturas llamadas Pokémons. Nuestras historia empieza en el más humilde de dichos reinos, el Reino de la Calma, en el mundo de la luz. En un rincón perdido del mismo había un bosque mágico, y cobijado a su lado un pequeño poblado conocido como... Pueblo Caballa. Un pueblo atado a una terrible maldición, pues en treinta años no había nacido un solo niño... Como no había niños el viento dejo de visitar Pueblo Caballa, y sus habitantes no pudieron disfrutar más de la agradable brisa. Esta historia, es sobre el milagro que, cuando ya no quedaba ni una gota de esperanza, llego de improviso a este pequeño pueblo. Esta es la historia del niño del viento, y de las grandes hazañas que protagonizo... Y de las graves pérdidas que sufrió.
Dos fornidos leñadores paseaban por el bosque, de vuelta a casa tras un duro día de trabajo. El diálogo que acontece entre ambos es el siguiente.
- Bueno, al fin. De vuelta al hogar, como suele decirse, ¿no?
- ...
- ¿Te encuentras bien?
- El viento... ¿Crees que volverá algún día? Es que... Lo hecho de menos.
- Entiendo. Todos nos sentimos igual. Pero no podemos hacer nada para que vuelva el viento, solo esperar un milagro.
- ¿Qué es eso?
Aceleraron el paso hasta llegar al claro del bosque anterior al pasaje que desemboca en la aldea. Y allí, tendido sobre el suelo, ¡un milagro! ¡Un niño!
El niño se despertó para encontrarse en el piso inferior de su bonita casa, sentada junto a la mesa, a la amable anciana que cuidaba de él. La anciana se acercó a él con paso torpe y dijo:
- Mi pequeño niño del viento. Ya llevas tres semanas entre nosotros, ¿cierto? ¡Mírate, eres un milagro vivo! Oh, ¿podrías hacerle un favor a esta anciana? Quiero que vayas a ver al Señor Baluarte, el hombre más inteligente de todo el pueblo y que le entregues esta nota. Es de suma importancia, ¿me entiendes? Ahora ve, niño del viento.
Tras recibir la nota, el niño atravesó la puerta y salió al bello Pueblo Caballa. El viento acarició su rostro.
Al dirigirse a la casa más alejada del poblado, hacía el norte, el niño se sorprendió al ver que la puerta estaba cerrada. Un hombre que pasaba por ahí se acercó a él.
- Pero si es nuestro pequeño milagro. ¿Estas buscando a alguien? Ya, veo... El Sr Baluarte... Pues hace nada le vi hablando con el leñador que guarda la entrada al bosque, quizás deberías de ir a hablar con él.
El niño fue corriendo a la entrada del bosque donde interrogó al animado leñador.
- ¿Baluarte? Dijo que iba al bosque a estudiar no sé que... Espera, ¿vas al bosque? Esta bien... Te dejare pasar pero vuelve antes de que anochezca, ¿de acuerdo?
El niño se adentró entonces en el Bosque del Nacimiento. Tras avanzar entre los frondosos árboles, entre los que no sopla el viento, llegó al claro donde su propia historia había tenido comienzo, y allí estaba el extravagante hombre. Hablando solo:
- Así que... El viento ha vuelto a soplar en el pueblo... Sin embargo... Aquí no... En este lugar en particular no sopla el viento. ¿Cómo puede ser? - Entonces el hombre se percató de la presencia del niño - Oh, pero si es nuestro milagro vivo. ¿Me buscabas? ¿Tienes algo para mi? Este no es lugar para mi, vayamos a mi casa.
Una vez en casa del extravagante hombre.
- Bien. Tengo entendido que tienes algo para mi. - el niño le dio sin vacilar la nota de la anciana - ¿Esto? Es imposible.... Aunque podría ser una explicación... Dime, ¿has tenido sueños últimamente? No, claro que no, los sueños son un mito, ya nadie sueña en este mundo ni en ningún otro. ¡Bien! Eso es todo, se hace tarde, debería volver a casa.
Una vez el niño había abandonado la estancia el hombre soltó una última frase en tono preocupado.
- Si la anciana esta en lo cierto, ¿es posible que este viento sea distinto? Un viento nuevo... Interesante... Muy interesante.
Al día siguiente...
El niño descendió por las escaleras de madera hasta el piso inferior. Don Romanio, el médico del poblado se encontraba allí junto a la más longeva anciana. Así le oyó decir el niño oculto a la vista de los adultos.
- Honorable anciana, me temo que ya no puedo posponerlo más... Tu tiempo en este mundo toca a su final.
- Oh, Don Romanio, ¿no hay nada que hacer? Es solo que... No quiero dejarle solo, no es el momento... No... Otra vez no, mi pequeño niño del viento.
- Bueno, hay una forma... Dicen que en el Acantilado Candido, al sur de nuestro pueblo, justo en lo más hondo, crece una extraña flor... La llaman, Flor de la Vida. El simple aroma de dicha flor en teoría cura cualquier dolencia y alarga la vida...
- ¡Eso es! ¿Ves? Siempre hay un modo.
- Sin embargo hay un precio a pagar... Un alto precio...
- ¡No me importa, todo por mi niño del viento!
- Y aún así... Es un peligroso camino el del Acantilado Candido... ¿Quién podría salir airoso de tal búsqueda? Es imposible.
- No me diga eso. ¡Nada es imposible!
- Lo lamento, honorable anciana... ¡Aunque fuera posible el precio es demasiado alto! Sería cruel por mi parte exponer a un paciente a tal sufrimiento... Es mi última palabra.
El médico abandona la casa y el niño sale al descubierto. Su mirada llena de preocupación se clavó en la anciana.
- ¿Has estado escuchando a escondidas? ¡Eso esta muy feo! No debes preocuparte por lo que hayas escuchado, son cosas de adulto. ¿Yo? Estoy bien, solo necesito descansar. No te preocupes... Todo va a salir bien.
Pero las palabras de la anciana no borraron la preocupación del corazón del niño, que abandonó la casa y partió hacia el sur del poblado. Los aldeanos extrañados le miraban con curiosidad pero, al fin y al cabo era solo un niño, seguro que sólo iba a jugar por ahí con los Pokémons. Y así fue como el niño emprendió la aventura en busca de la Flor de la Vida, la primera de muchísimas aventuras increíbles...
Capítulo 1: El misterio del Acantilado Candido.
El Acantilado Candido es una gran pared rocosa de formación natural, sin embargo existe un camino de bajada que lleva... ¿A donde será? Una densa niebla cubre el fondo y nadie sabe lo que oculta, ¿el mar o algo distinto? Es un camino extremadamente peligroso así que nadie ha sido nunca capaz de cruzarlo. Además, ¡esta plagado de Pokémons salvajes! El niño, decidido a encontrar la Flor de la Vida se encamina hacía el mismo fondo del acantilado. El camino no tardó en plantarle delante un duro obstáculo, hierba alta. Caminando por la hierba alta corría el peligro de ser atacado por Pokémons salvajes, ¿pero qué otra elección tenía? Entonces, nada más poner un pie en la hierba alta, se oyó el gruñido de un Pokémon. El niño se volvió, una ardilla de blanco más puro le miraba con curiosidad. De pronto, un hombre apareció tras él.
- Yo que tu le haría caso... Ketrideh listo, sabe que la hierba alta es peligrosa... - El niño se volvió y el hombre desapareció, ¡para reaparecer tras él de nuevo! - Permiteme que me presente, soy el Profesor Sabelotodo, me llaman así porque, efectivamente, lo sé todo de todo. Aunque claro... - Desapareció de nuevo y reapareció a un lado - También hay quien me llama Profesor Místico. Yo que me buscaría un guía como ese Ketrideh, no vaya a ser que te despeñes... ¡O algo peor! ¡Jijijijijiji!
El hombre desapareció entonces. Expectante, el niño esperaba una nueva aparición, pero esta no se produjo. Volvió la vista a la ardilla que el Profesor Sabelotodo había llamado Ketrideh. El Pokémon hecho a andar y el niño le siguió. Entonces el niño oyó la voz del místico hombre en su cabeza.
- ¿A qué esperas, niño del viento? ¡Sigue a ese Pokémon! Me pregunto si llegarás al fondo... ¡O morirás en el intento! Sea como sea doy por hecho que será divertido... ¡Jijijijijijiji!
Así fue como el niño salió corriendo tras la ardilla blanca, el Pokémon le guió lejos de la hierba alta por una ruta que en el primer momento había escapado a la vista del niño. Le guió entre peligrosos caminos serpenteantes, entre rutas secretas del peligroso acantilado. Entonces, la ardilla simplemente se desvaneció. El niño quedo solo y asustado, perdido en medio de aquel acantilado... Donde había desaparecido su guía solamente había un gran agujero en la roca. El niño del viento se asomó a dicho agujero... Estaba aterradoramente oscuro y húmedo... No parecía parte del acantilado, era casi como de otro mundo... Se asomó más y más tratando de ver el fondo plagado de oscuridad... La roca de pronto estaba mojada a su alrededor... Y el niño resbaló... ¡De pronto se encontró precipitándose hacía lo más hondo de aquel misterioso agujero! El terror le invadió, cerró los ojos con fuerza tratando de contener las lágrimas y esperó el final... Y al final del su caída divisó... La luz.
En la más completa oscuridad de la Creación, dos voces dialogan contemplando las estrellas.
- La estrella esta rota.
- Partida en dos... Un fragmento para la oscuridad, un fragmento para la luz.
- La estrella esta rota... Esta empezando. El fin del mundo...
- El día en que los sueños retornaron...
El niño despertó a orillas de un lago rodeado de altos árboles y cubierto por el abrazo de la niebla. ¿Donde estaba? Ketrideh se encontraba justo delante de él.
- Jijijijijiji...- el Profesor Sabelotodo se materializó a un lado- Has caído por el agujero y has contemplado la caída de las estrellas... Pero ahora has regresado... Y olvidado. ¿Por qué? Los humanos sois tan patéticos. Siempre olvidando, olvida que te olvido. Cuando algo no os gusta, cuando simplemente no queréis ver la realidad ante vosotros... ¡La olvidáis! A veces desearía que alguien os diera una buena lección... ¡Jijijijijijiji! - el hombre desapareció entonces, pero su voz seguio resonando en la niebla - Te he dejado un regalito al otro lado de la niebla... ¡Si lo encuentras quizás consigas volver a casa con vida y todo! ¡Jijijijijiji!
El niño se quedó de nuevo ante la blanca ardilla que hecho a correr otra vez, y otra vez el niño detrás... La ardilla guió al niño a través de la densa niebla, lejos de la hierba alta como siempre. Tras vagar entre la niebla un buen rato al fin el niño contemplo como todo se aclaraba a su alrededor, había dejado atrás el lago y se había adentrado en un bosque. Estaba en un claro del bosque... ¡Un momento! Estaba en EL bosque, y en EL claro, su bosque, el bosque donde había aparecido de súpeto como un milagro. Había vuelto. La ardilla estaba ante él, quieta, mirándolo con curiosidad... ¿Dónde estaba el regalo?
- Mira en tus bolsillos... Creo que encontrarás todo lo que necesitas. ¡Jijijijijiji! - El niño así lo hizo, y allí encontró... Cinco Pokéballs - Esos artefactos son Pokéballs, úsalos para capturar Pokémons salvajes... Puedes empezar por ese Ketrideh... ¡Jijijijiji! Cuando hayas acabado ven a verme a Ciudad Salmuera... ¡Te esperó con impaciencia! ¡Jijijijijiji! Ah, y aquí tienes, creo que buscabas esto - hubo un resplandor y ante el niño apareció, ¡la Flor de la Vida!
Ketrideh se acercó lentamente al nuevo entrenador... ¡Y se metió en la Pokéball! ¡Parece que ha decidido que su destino y el del niño están enlazados a partir de ahora! Así es como el niño del viento conoció a su desde entonces inseparable compañero de aventuras y como se vio envuelto en el misterio del Acantilado Candido. Aún quedan muchos misterios por resolver... ¡Y muchas aventuras por vivir!
Capítulo 2: El sueño de piedra.
El niño llegó a un poblado distinto al que había abandonado... Las casas estaban destrozadas y la hierba crecía sin control, el viento soplaba con furia. Una gran nube negra cubría el poblado. El niño se apresuró, corrió desesperadamente hacía su hogar. A su alrededor observó a los antiguos habitantes del poblado, convertidos en piedra. Entro en la destrozada casa y allí estaba la anciana... La moribunda anciana. Lo vio y sus ojos se llenaron de extrañeza y alegría. Se acercó el niño a la anciana.
- ¿Eres... tú? Mi niño... del viento... ¿De verdad... estas aquí? Todo pasó tan rápido... ¿Qué otra cosa podía hacer? Por... favor... Hemos tenido... Tan poco tiempo... ¡Tan poco tiempo! Por... el tiempo... Por el tiempo que pasó... Y por ti... ¡Mi maravilloso niño del viento! Ve ahora... Debes vivir... Los hombres de armadura dorada... se lo llevaron... tienes que recuperarlo... Porque ese... es... tu... des... ti... no...
Y la anciana se sumió en el eterno sueño de piedra. todo su cuerpo se transformó en poco más que una roca dura y fría. El niño levantó la flor de la vida sobre la cabeza de la anciana... Y la flor se convirtió en piedra, cayó al suelo y se deshizo en mil pedazos. Entonces las lágrimas comenzaron a aflorar en el rostro del niño y corrió no pudo hacer más que correr, correr y las lágrimas arrojadas al viento. Sus sueños robados por el viento. Cuando ya estuvo lo bastante lejos del poblado se secó las lágrimas y miró al cielo. Brillaba el sol y el viento estaba en calma. Ciudad Salmuera... Los hombres de armadura dorada... Aún quedaban muchas aventuras por vivir... Y tenía a Ketrideh... Tenía que ser fuerte. ¡Lo sería por la anciana y todos los de el pueblo! Así fue como se embarcó el niño en su gran aventura por el mundo. Descubrió una región increíble y una verdad insospechada... Persiguiendo sus sueños en el viento.
Capítulo 3: Sueños en el viento.
Caminó el niño atravesando la Ruta Aventurera hasta el túnel conocido como Túnel Guerrilla. Dentro del Túnel encontró a unos hombres de armadura dorada, ¡aquellos de los que hablaba la anciana! Hablan entre ellos:
- ¿Lo tienes?
- Así es. ¿Nos vamos?
- Por supuesto.
Siguen su camino y el niño les sigue.
- Uff... Estoy agotado...
- No podemos detenernos ahora. - De pronto ve al niño - Eh, ¿quién eres tú?
- ¿Nos estas siguiendo?
- Creo que los adultos debemos darte una lección.
Uno tras otro el niño derrota a ambos en combate Pokémon. Los hombres vestidos de dorado se miran sorprendidos.
- ¿Cómo...? ¡Es solo un niño!
- ¿Cómo ha podido?
Entonces una tercera voz se suma a la conversación.
- Derrotados por un crío. ¿Y vosotros os hacéis llamar caballeros? ¡Sois una vergüenza!- Aparece un hombre portando una armadura dorada de mayor edad y con un casco rematado en dos cuernos - Tú... Puedes ver... Interesante... Muy interesante... Mi nombre es Mortem, que no se te olvide... Volveremos a vernos tres veces más. Una cuando el sello del dragón sea roto. Otra con la caída de la tribu del hielo y por último nos veremos... Con la llegada del Pesar. - A sus hombres - Caballeros, ¿tenemos lo que vinimos a buscar?
- Errr... Si, señor. Creemos, señor.
- Bien, nos marchamos. Seguirnos sería inútil.
Se van si que el niño tenga oportunidad a seguirlos. El niño sigue su camino y abandona la cueva. Observamos la siguiente escena:
En la oscuridad los hombres de armadura dorada hablan entre si.
- Señor... ¿Qué es... aquello que nos llevamos?
- Son sueños, soldado... Sueños en el viento, sueños cautivos.
En algún lugar oscuro, rodeado de hombres siniestros que se cubren el rostro con capucha, de la completa oscuridad surge un hombre con el rostro marcado por el Pesar. Risas y campanas en el horizonte.
En un lujoso palacio un rey despierta de su agitado sueño. Se levanta con cuidado y se asoma al ventanal. Esta lloviendo, llueve implacablemente. Una mujer aparece de entre las sombras vestida como una criada.
- Mi señor...
- Esta noche ha pasado de nuevo.
- ¿Se refiere a...?
- Así es. He soñado. Con él... ¿Quién es él? Se parece tanto... A mi...
- ¿Señor?
- La lluvia cae incansablemente... ¡Contempla, madre! Pronto... Muy pronto, todo lo que puedes observar desde el gran ventanal... ¡Hasta el horizonte! Todo será mío.
- Si, hijo mío.
- ¡Jajajajajajaja!
El niño alcanza al fin la luz que marca el final de Túnel Guerrilla. Da a parar a una simple ciudad portuaria con tienda, Centro Pokémon y gran puerto. Ciudad Salmuera, famosa además por ser la ciudad donde se sitúa el laboratorio del profesor Sabelotodo. Haciendo una parada en el Centro Pokémon y en la tienda el niño se dirige hacía el laboratorio, por el camino habla con una amable anciana que le regala unas Deportivas. Una vez allí se encuentra al mismo hombre del acantilado.
- ¿Si? ¿En que puedo ayudarte? Mmmm... ¿Dices que nos conocemos? Lo siento, recuerdo nuestro encuentro. En realidad no salgo mucho, ¿sabes? ¡Tengo muchísimo trabajo! ¿Eh? ¿Profesor Místico? No, nadie me había llamado así en mi vida, ¿seguro que no te estas equivocando de persona? Por cierto... ¿Eres entrenador Pokémon? Lo digo porque el rey Kario esta convocando a todos los entrenadores Pokémon de la zona. Deberías ir a ver, el Carnaval Real se encuentra todo recto hacía el norte desde aquí.
Siguiendo el consejo del profesor el niño se encamina hacía el norte abandonando la ciudad. No tarda en dar con un gran carnaval. Muchos entrenadores Pokémon y artistas llenan las distintas carpas, al fondeo, la Carpa Real se levanta por encima de las demás. Allí se dirige el niño. Atravesando a base de codazos la masa de gente llega a primera fila ante el rey.
- ¿Hmm? ¿Qué es esto? Un joven entrenador de lo más valiente, sin duda. Permitidme que me presente, mi nombre es rey Kario, soberano del Reino de la Calma. ¿Cómo? ¿No sabéis ni en que reino vivís? Vaya esto es gracioso e inédito a decir verdad. Tres reinos coexisten en este mundo, vos os encontráis en el más dichoso de ellos, ¡jajajaja! Aunque ahora mismo no lo sea, ciertamente. Os expondré el caso, mi preciosa hija, la princesa Talika ha sido secuestrada por unos villanos, loa cuales han sido vistos recientemente en las Ruinas Ancestrales, al este de Ciudad Salmuera. ¡Por eso busco hombres valientes que se embarquen en una misión de rescate! Por desgracia, de todos los enviados, ninguno ha vuelto. Entonces, ¿qué decís joven valiente? ¿Aceptáis esta noble misión?
Sin vacilar el valiente niño contesta: Si.
- Bien, bien. Pues... ¿Qué esperáis? Debéis partir de inmediato, recatar a la princesa e identificar a los villanos que conspiran contra mi reino.
La gente aplaude al valiente que se encamina entonces hacia las ruinas. En su paso por Ciudad Salmuera la voz de un conocido suena a su espalda. Es el profesor Místico.
- Esta empezando... Cuidado, niño del viento. El dragón despertará y la lluvia se tornará en fuego. ¡Jijijijijiji!
Al volverse, el hombre ya había desaparecido. El valiente entrenador siguió su camino. Atravesando la Ruta Arenosa al este de Ciudad Salmuera llegó a las viejas Ruinas. Piedras caídas y derruidas, ecos del tiempo convertidos en roca marcaban el camino hacía una torre a medio destruir, fruto del asedio del pasado. El niño se encaminó hacia la edificación ancestral y penetró en las entrañas del pasado. Ascendió por la escalera de caracol entre antiguos Pokémons. Al fin llegó al punto más alto, la torre estaba partida justo en ese preciso lugar y era imposible ascender más. un agujero de catapulta abría la torre al exterior, el viento golpeo al niño en el rostro. Allí, en medio de la sala había una puerta que parecía no dar a ninguna parte en concreto. Y ante la puerta tres hombre en armadura dorada se encontraban. Hablaban entre ellos.
- ¿Lo tienes?
- Shhh... Ahora ni el más valiente d elos entrenadores podrá encontrar a la princesa.
- Brillante, compañero. ¿Quién podría cruzar tal puerta? Sobre todo si partimos la llave y nos llevamos los pedazos bien lejos.
- ¡Jejejejeje!
En ese momento, se vuelven y ven al pequeño entrenador.
- ¡Tú! ¿has estado fisgoneando?
- Vosotros llevaos los fragmentos bien lejos de aquí. Yo me encargaré de nuestro pequeño fisgón.
- ¡Entendido!
Se van corriendo y el tercero de ellos encara al niño.
- ¡Vas a lamentar haber nacido, pequeño fisgón!
Tras una dura batalla el niño sale victorioso y el tercer hombre huye con sus últimas palabras.
- Esto... ¡Esto no ha acabado! ¿Me oyes?
El niño se acerca a inspeccionar la extraña puerta, un hueco en su centro anuncia la carencia de una llave. La puerta podía rodearse y verse por ambos lados, ¿qué podría haber al otro lado sino la misma sala? El niño abandono las ruinas y volvió rumbo al Carnaval Real.
Una vez de vuelta y tras informar al rey este habla.
- ¿Una puerta que no da a ninguna parte? ¿Una llave? ¿Hombres en armadura dorada?
Todo es demasiado misterioso, esto no me gusta nada. ¡Mi pobre princesa! No hay más que hablar. Joven valiente, os suplico que busquéis a esos desgraciados y recuperéis la llave de las ruinas. No sabemos a ciencia cierta si la puerta es realmente una puerta, al fin y al cabo las ruinas aún encierran muchos misterios para nosotros. No sabemos que magia puede encerrar esa llave. Soy un rey que suplica por su hija, ella es todo lo que me queda en el mundo. Por favor... ¡Traedla de vuelta cueste lo que cueste!
- Señor - interviene el secretario del rey - Debéis calmaros.
- Mi pobre niña...
El niño entiende el mensaje a la perfección y abandona la tienda. Al salir, sale tras él el secretario del rey.
- Disculpad, joven valeroso. Quizás estéis un poco perdido en este mundo nuestro, permitidme que os ilumine el camino. Os recomendaría que os dirigieseis a Ciudad Real, la ciudad capital del Reino de la Tormenta y centro mismo de este mundo. Entre el gentío que por allí pasa a diario encontraréis respuestas. Id a la Ruta Arenosa y, en vez de seguir el camino a las ruinas, dirigíos al norte, hacía el Desierto Ruinoso, una vez halláis atravesado el desierto os encontraréis camino a Ciudad Real. ¡Daos prisa, temo por la salud del rey si no recupera pronto a su niña!
Así fue como el pequeño niño partió en su aventura para rescatar a la princesa cautiva. Su primer objetivo: atravesar el desierto hacía Ciudad Real. ¡Rumbo a la aventura!
Capítulo 4: House by the Bay.
El niño viajo a través del desierto hasta llegar a una bonita villa situada sobre un oasis. Se trataba de Villa Lunar. Nada más poner un pie sobre la villa el niño se percató de que era de noche... Una noche que había llegado extrañamente veloz. La luna llena brillaba en el cielo cual círculo de plata. El niño comenzó a vagar por la villa, había un pequeña tienda y un Centro Pokémon. La poca gente que quedaba en las calles se dirigía veloz a sus casas. En cuestión de segundos el niño se quedo completamente solo en la ahora oscura villa. Hecho a caminar, y con el una presencia más. De repente, tras el joven entrenador, se materializo un fantasma de expresión triste. El espíritu no hablaba, solo seguía sus pasos con extrema precisión. El niño, asustado, corrió de un lugar a otro del pueblo pero sin lograr librarse del fantasma. Corriendo y corriendo llegó a una casa abandonada y alejada de las demás, semi-enterrada en la arena. El fantasma tras el niño lanzó un susurro desesperado...
- Mi hogar... Entra...
El niño aterrorizado entró en la casa, todo estaba lleno de polvo, los muebles estaban rotos y los cuadros de las paredes habían caído. El susurro desesperado del fantasma:
- Puedo... Siento... Nostalgia... Suficiente... Llévame... A mi tumba... Ha llegado mi hora.
El miedo del niño comenzó a convertirse en pena hacía el triste espíritu. Buscó entre la arena bajo la luna el cementerio, pero tras mucho buscar solo encontró una tumba medio destruida por el paso de los tiempos. Estaba cubierta de arena y abandonada sobre una duna.
- Mi tumba... Oh... Mira... Desde aquí... Se ve el mar... Claro que no, ya no... ¿Sabías que todo esto era un gran mar hace siglos? Mi casa estaba junto a la bahía... De niño me dormía con el sonido de las olas. Pero el mar se seco... Hace mucho... Gracias... Soy... tan... feliz... de haber... sentido... otra vez...
Entonces una luz celestial ilumino la vieja tumba, y por arte de magia esta se transformo en la tumba que había sido, recuperándole terreno al tiempo, la tumba se volvió majestuosa, restaurada a su estado original. Y el fantasma de expresión triste sonrió... Y con un parpadeo desapareció. El niño se quedo contemplando la tumba. Con una lágrima rodándole por la mejilla. Se hizo de día y tras él apareció el profesor místico.
- Un mundo bañado en luz y otro poseído por la oscuridad, durante una noche han sido el mismo. Esta noche, has conocido las consecuencias de tus actos futuros. ¡Iluso, no puedes ni imaginar cual es la verdadera naturaleza de este mundo!
Y sin más desapareció. Un un gran dolor en el pecho el niño abandonó la villa y siguió su camino con la duda en el corazón.
House by the Bay
Historia original de Yoshiaki Koizumi
Adaptado por The Doctor en homenaje al 25 aniversario de The Legend of Zelda
Capítulo 5: Los Pokémons tristes.
Tras abandonar el desierto el protagonista llegó al fin a Pueblo Alpaca, el pueblo que hace frontera con el Reino de la Tormenta. Al aventurarse en la Ruta Diluvio descubrió de mala manera la naturaleza de este reino, estaba siempre, cada día, cada segunda de su existencia misma, bajo una tormenta sin fin. El joven avanzó a través de Ruta Diluvia, en la cual la tormenta era solo una lluvia fina, pero al llegar a Ciudad Real se encontró en el corazón de la tormenta. Y aún así, la gente cubierta por paraguas parecía seguir su vida con normalidad, cierto buen hombre aconsejó al niño que si buscaba información debía ir a la gran biblioteca al oeste de la ciudad donde se reunían miles de eruditos y aventureros de todos los rincones. La biblioteca se encontraba en la Ruta del Saber, que el niño cruzo pasando por algún que otro combate. Una vez a cubierto de la tormenta en la biblioteca, el niño habló con todo aquel que encontró, aunque solo un hombre anciano le fue de ayuda.
- Una puerta mística, más allá del tiempo... ¿Alguna vez has visto algo semejante? no, claro que no eres muy joven... ¿Eh? ¿Qué dices? ¿Las Ruinas del Reino de la Calma? ¿Una puerta que no da a ningún sitio? ¿No me estas tomando el pelo? Al fin ha sido hallada... Permíteme que me presente, mi nombre es Arkanus, arqueólogo. He perdido cincuenta años de mi vida buscando esa puerta... ¡Al fin! ¿La llave? Te refieres a los dos grabados que encajan en la puerta ancestral, supongo. Son conocidos como la Tablilla del Dragón y la Tablilla del Leviatán, juntos representan una legendaria contienda de la antigüedad. Se dice que cuando lucharon el dragón y el leviatán, se abrieron los mares y ante la vista asombrada de los humanos apareció un portal... ¡Una puerta mágica de la cual surgieron unas criaturas asombrosas! Esta es la leyenda más importante de nuestra historia escrita, el relato de como llegaron a este mundo los seres que conocemos como... Pokémons. Se dice que una gran torre fue construida para vencer a las aguas en torno al portal, y que durante siglos la humanidad pudo viajar con libertad entre este mundo y el mundo de los Pokémons, y estos así puedieron hacerlo igualmente. Sin embargo, la avaricia humana no conoce fin, y el poder que suponía ese portal mágico desencadenó una guerra de cien años que acabó con la perdición del único portal para pasar al mundo de los Pokémons... Incluso las mágicas criaturas quedaron atrapadas, fuera de su mundo. ¡Niño, debes entregarme esas Tablillas, juntos haremos el mayor hallazgo arqueológico del a historia de la humanidad! ¿Cómo que no tienes las Tablillas? ¿Hombre de armadura dorada? ¿¡Robadas!? No hay tiempo que perder, la posesión del portal podría desencadenar otra guerra si no lo evitamos, me reuniré con el rey del Reino de la Calma, debemos coordinarnos. En cuanto a ti... ¡Debes recuperar esas Tablillas! Eres un entrenador Pokémon, ¿no? Cuento contigo. Alguien tiene que saber algo sobre esos villanos, no hay duda. Pregunta a lo largo y ancho de la ciudad, levanta hasta la última piedra, encuentra esas Tablillas cueste lo que cueste.
Tras su asombrosa revelación el hombre abandonó la biblioteca. Y el niño volvió a Ciudad Real. Tras mucho preguntar encontró a un hombre que decía saber algo.
- ¿Buscas a un hombre con armadura dorada? Yo podría saber algo... ¡Aquí no! Reúnete conmigo en la plaza al atardecer, cuando todo el mundo halla vuelto a casa.
Ni el atardecer era visible tras las densas nubes de tormenta, si la gente sabía que el día había terminado era por las campanadas de la iglesia. El niño esperaba bajo la lluvia sentado en un banco. El hombre no apareció... Entonces lo vio, era el hombre, pasaba de largo, iba hacía la iglesia, ni le miró. El niño se decidió a seguirle. Tras el hombre se adentró en la iglesia. El misterioso hombre desplazó un monumento de la iglesia dejando a la vista unas escaleras. Descendió a las catacumbas y el niño tras él. Las catacumbas estaban plagadas de Pokémons de aspecto triste y misterioso. Al final el niño encontró la salida a aquellas catacumbas... Salió por el mismo sitio exacto, a la misma iglesia, solo que la antes vacía iglesia ahora estaba abarrotada. Abandonó la iglesia y fue a dar a la misma plaza, pero era de día y la gente llenaba la plaza... Los Pokémons danzaban entre las calles. Y no llovía. El joven entrenador vagabundeo por las calles hablando con las distintas gentes de la ciudad... Parecía imposible... ¡Pero había retrocedido en el tiempo! En plana plaza, sin que nadie pareciera verlo, el hombre que allí le había guiado apareció y le habló.
- Este era el verdadero futuro de Ciudad Real... Hasta este fatídico día en el que el curso del tiempo fue alterado por el mal.
Las campanadas sonaron y una voz gritaba aterrada.
- ¡El rey! ¡El rey ha muerto! ¡Han asesinado al rey!
Entonces comenzó la tormenta, el cielo se oscureció, y la lluvia comenzó a caer con fuerza. La gente corrió aterrada a sus hogares y cerró la puerta con llave. Habló el hombre.
- El mismo día que un nuevo rey subió al trono rodeado de intrigas y conspiraciones... ¿Has visto a los Pokémons tristes de las catacumbas? Esos Pokémons antes vivían en la ciudad, representaban su alma. Pero asustados por la tormenta huyeron a las catacumbas y con el paso de los años la desesperación los desfiguró, y volvió tal cual son ahora.
Un gran resplandor ilumino la escena.
- Estamos de vuelta al tiempo incorrecto, recuérdalo. Los ecos del pasado no se han perdido, haz que todo vuelva a ser como debería haber sido. El Monte Kiralio... Allí encontraras lo que buscas.
Y con el resplandor de un rayo el hombre desapareció.
Capítulo 6: El ladrón de la Lágrima de Cristal.
Monte Kiralio, un gran reto para cualquier aventurero, sin lugar a dudas. Un famoso y ya anciano aventurero tiene su casa justo junto a la montaña, atravesada la Ruta Retos. En su casa guarda reliquias de aventuras pasadas... Vive con su esposa mucho más joven que él. Pero vive única y exclusivamente para sus reliquias... Y su más adorado tesoro: La Lágrima de Cristal. Un buen día, el hombre despierta y su mujer ha desaparecido... Pero no solo eso, algo más le ha sido arrebatado: su tesoro, la Lágrima de Cristal. Bajo este contexto llega el niño al Monte Kiralio. En su camino se encuentra a una niña que camina de un lado para otro con preocupación. Tiene aproximadamente su edad. Al ver al entrenador, la niña preocupada se acerca a él.
- Disculpa, ¿por un casual planeas escalar este monte? ¿Si? ¡Qué oportuno! Resulta que tengo algo... Importante que hacer en el santuario de la cima... ¡Pero unos hombre de armadura dorada me cierran el paso! tengo miedo, no sé que hacer. ¿Podrías ayudarme?
El niño asiente sin pensárselo dos veces.
- Bien. ¡Viajaremos juntos! Por cierto mi nombre es Pam, ¿y tú...? Ya veo, ¡encantada!
Así fue como ambos se dirigieron al altivo e impotente monte. Cerca de la casa del hombre mencionado con anterioridad hay una pequeña mina, por la mina pasan ambos niños. Hablando con los cansados obreros se enteran que un hombre esta obstruyendo la escalada con algún tipo de "investigación". Intrigados los niños tratan de subir la montaña pero se encuentran a un hombre bloqueándoles el camino.
- ¡Eh, mocosos! No podéis pasar.
- ¿Por qué no? - pregunta la niña.
- ¿¡Y yo qué sé!? Sólo se que el viejales cascarrabias de aquella casucha me paga por bloquear el camino al santuario.
Los niños deciden ir a hablar con el anciana. Una vez en su casa.
- ¡Qué escandalo! ¡Qué desfachatez! ¿Qué quereis vosotros? Aja, quereis ir al santuario de la cima... ¡Ja, no si yo digo no! ¿Sabéis quien soy mocosos? ¡Soy el dueño de todo esto! Soy rico, tengo dinero como para comprar todo este reino. Y si yo digo que algo no se puede es que no se puede.
- ¡Vaya, es usted un hombre malvado! - exclama la niña.
- Malvado... He topado con gente malvada niñata. ¡Ladrones, desgraciados y malhechores! Me han robado, ¿sabéis? Mi tesoro, ¡mi Lágrima de Cristal! Oh, pero sé bien sus planes. ¡Ja! Tengo al desgraciado atrapado entre la espada y la pared. Al bloquear el acceso a la montaña la única ruta de escape del Reino de la Tormenta queda bloqueada. Y yo controlo este reino, ¡así que es sólo cuestión de tiempo! Ahora, fuera de aquí, antes de que os eche a la fuerza.
Ya fuera.
- Vaya... Menudo matón para ser un viejo. Oye, ¿crees que si encontramos al misterioso ladrón abrirá el paso para nosotros? ¡Por probar no perdemos nada! Vayamos a la mina, a ver si podemos averiguar algo.
Y así lo hicieron. Tras mucho preguntar encontraron a cierto obrero que les dio esta información.
- ¿Sabéis lo curioso? No solo su tesoro ha desaparecido, también lo ha hecho su mujer... Y el hombre ni se ha percatado... Que pena.
- ¿Su mujer? Podría ser que ella fuera la ladrona... - dijo Pam.
- Buena suerte, niños. Yo he de ir a la mina abandonada ha recoger algo de material antes de dejar la mina definitivamente.
- ¿Y eso?
- Esta encantada, se oyen voces entre sus galerias. Gemidos. Los hombres están asustados, ¡así no hay quien trabaje! Y encima la lluvia. ¡Esta maldita lluvia eterna!
- La mina... ¿Crees que deberíamos ir a echar un vistazo?
Y así fueron ambos a la mina encantada. Misteriosos Pokémons les salieron al paso y muchas veces se encontraron perdidos entre las abandonadas galerias. En lo más hondo de la mina encontraron al final algo... Extraño. Una bien amueblada habitación con su cama y sus armarios...
- ¡Pero si hay hasta cuarto de baño! - exclamo Pam.
Y hasta una chimenea había, claro que era falsa... Y al accionar un resorte desvelaba un pasadizo secreto que llevaba... ¡A la casa del viejo cascarrabias! Era de noche y el anciano dormía en el piso superior. Abandonaron la casa.
- Jijijijiji... - río de forma infantil Pam - Me parece que su mujer guardaba algunos trapos sucios... Vayamos a la mina. Tengo una teoría.
En la mina encontraron al mismo hombre y Pam le preguntó así:
- Oiga, señor... ¿por casualidad no abandonaría el puesto algún obrero el mismo tiempo que la señora se fue?
- Pues ahora que lo dices, un tipo joven y bastante perezoso. Le tocó la loteria.
- ¿Y cual era su opinión d ela mina encanada? Jijiji...
- ¡Se pasaba ahí horas! Parecía querer hacerse el machito...
- Claro, claro, seguro.
- Bueno, me voy a descansar a mi tienda, niños. ¿Qué vais a hacer?
- No se preocupe por nosotros, señor.
Una vez se hubo ido.
- Jijijiji.. ¿no te parece gracioso? Oh, ¿no lo entiendes? ¡No seas tan inocentón! Dicho de forma suave, diría que ese obrero afortunado se trabajaba a la esposa del anciano. Esto en la mina, y de ahí los... Ejem... Gemidos. En fin, ¡vayamos a ver al anciano! Aunque aún no sabemos si su mujer robo o no el tesoro puede que consigamos algo por esta información... Él dijo que al hombre le había tocado la loteria... ¿Por que llevarse el tesoro?
Fueron a la casa del anciano pero no se encontraron más problemas porque allí estaba un inspector de la policia.
- Señor, no lo entiende. ¡Hay gente peligrosa en el santuario! ¡Criminales! Es mi deber capturarlos antes de que hagan alguna fechoría.
- ¡Me da igual! ¿No ve que tengo dinero para hundirle la vida?
- Me temo que ya no, señor. Ha sido usted demandado por su mujer...
- ¿Mi... mi mujer?
- Ah, y sus anteriores siete mujeres lo mismo. Me temo que la cifra le deja arruinado, señor.
- No, ¡imposible!
Sale corriendo.
- ¡Fuera de mi camino, mocosos!
Abandona la casa. El inspector habla a los niños.
- Hola, pequeños. ¿Tenéis planeado escalar el monte? No deberíais, hay hombre malos en el santuario... Hombre con armadura dorada. Dejad que los buenos nos encarguemos, ¿vale?
Se va.
- ¡Odio que me traten como a una cría! - exclama Pam - ¿Vamos?
Al salir d ela casa, al niño le parece ver algo, por el rabillo del ojo. Una persona de baja estatura y pelo blanco, con el rostro cubierto por un antifaz. ¿Sera el misterioso personaje el ladrón? Poco importa ahora, ¡es preciso detener a los hombre de armadura dorada y recuperar la Tablilla!
Capítulo 7: El sello del dragón.
Iban ascendiendo ambos niños por el peligroso monte enfrentándose a fieros Pokémons. En cierto momento Pam se alejo de su compañero.
- Esta vez iré yo delante - dijo con una sonrisa - ¡Sígueme!
El niño fue tras ella y se la encontró... ¡Rodeada de hombres en armadura dorada!
- ¿Quién es esta mocosa? - dijo uno de tres.
- ¿Cómo voy a saberlo? - dijo otro.
- ¡Malditos! - exclamó Pam - ¡Contestad! ¿Qué estáis haciendo en el santuario?
- ¡Jajaja! Qué niña tan lista.
- Demasiado... ¡Cogedla!
- Ahhh... ¡Socorro!
El niño acudió presto en su ayuda y derroto en combate Pokémon a los tres hombres.
- ¿Cómo hemos podido perder?
- Eres tú...
- No, solo es un niño...
- ¡Vámonos de aquí!
Y los tres villanos huyeron quedando de nuevo el niño y la niña solos.
- ¡Vamos, tenemos que seguir! - exclamó Pam, hizo ademán de continuar la marcha pero se detuvo - Gracias... Yo... Gracias por salvarme.
Pam siguió abriendo la marcha con el niño pisándole los talones. Tras mucho avanzar llegaron ante una abertura en la pared de roca.
- ¡Vamos! Cuando atravesemos la caverna estaremos ya a apenas dos pasos del santuario. Es fácil perderse por entre sus galerías infinitas, avancemos juntos.
Entraron en la cueva. Hacia un calor insoportable y letales Pokémons de fuego les salían al paso. Sin embargo avanzaron con decisión y muchas veces acabaron en callejones sin salida. Esto no les detuvo y finalmente llegaron a una estancia distinta. El calor fue substituido por un frío invernal, mirarán donde mirarán se formaban afilados cristales de hielo. Y en el centro mismo de la estancia contemplaban un gran cristal que llegaba hasta el techo de la caverna.
- Sigamos - dijo Pam.
Pero al dar un paso un recuerdo golpeo con esa fuerza que desgarra el corazón y hiere el alma al niño. Las palabras volvieron a inundar su ser y el mundo a su alrededor se volvió más y más borroso, ante él las palabras de la anciana cobraban vida, como si las penurias nunca hubiesen sucedido.
- Dicen que el dragón se alzo y su poder torno la lluvia fuego. Sus llamas eternas inundaron los tres reinos y sumieron al mundo en el caos. Fueron muchas las vidas que se perdieron, humanos y Pokémons por igual... Y cuando ya no quedaba esperanza dicen que apareció un héroe que derroto al dragón y lo sello en un gran cristal de frío glacial... Pero a un alto precio. Esta es la leyenda que cuentan... Siempre que un héroe sale victorioso, ha de ser a costa de perder un pedazo de su corazón.
El niño volvió en si. Pam estaba ante él con gesto preocupado.
- ¿Estas... bien?
El niño asintió.
- Oye... Me estaba preguntando... Cuando esto acabe... ¿Qué vas a hacer? ¿Seguirás viajando? ¿Crees que... podría ir contigo? Podríamos viajar juntos, ¿qué me dices a eso? No hace falta que contestes de inmediato.... Vamos, acabemos con esto.
Y siguieron avanzando hasta la cima, y allí arriba, en lo más alto estaba el santuario. Hombres en armadura dorada les salían al paso pero el valiente entrenador los despachaba uno tras otro como si nada. Y allí, en el corazón del santuario... Estaba Mortem. Ante él un gran círculo de piedra representando la figura de un dragón se encontraba partido por la mitad.
- El sello del dragón esta roto... Da comienzo, la era del fuego... -dijo Mortem.
El cielo tembló. El mundo caía.
- ¡Tenemos que detener esto! - exclamó Pam.
- ¡Atrás! - dijo Mortem - Te lo advertí, niño del viento. Y tal y como predije, volvemos a encontrarnos. ¿Qué vas a hacer? ¿Vas a intentar pararme los pies? Ya veo... Hagámoslo entonces.
Y dio comienzo el combate épico en un mundo al borde de la destrucción. Dio comienzo el duelo contra Mortem. En una dura lucha, el niño se alzó al fin con la victoria...
- Ya veo... Soy Mortem del equipo Iluminado... Y he perdido... Da igual... Sólo hay una manera de detener la caída del fuego... El caso es, ¿podrás hacerlo? ¿Puedes elegir? ¿Quién vale más... el mundo o... ella? Recuerda, aún estamos destinados a encontrarnos en dos ocasiones más. Adiós...
Y Mortem desapareció de pronto. Dejando tras de si el ansiado premio... ¡¡¡La Tablilla del Dragón!!!
- ¡Vamos! - exclamó Pam - ¡No hay tiempo que perder!
Ignorando el sello roto se adentraron aun más en el santuario, hasta una sala teñida del color rojo del infierno en la cual un círculo envuelto en un halo de magia se dibujaba en su suelo. Pam se situó en el mismo centro del círculo. El niño dio un paso...
- ¡Atras! - exclamó Pam - Cuando los villanos atacaron mi santuario, no tuve más remedio que huir... Buscando un héroe... Aquel que viste el viento de la pradera, cuya presencia es un torbellino que disipa las tinieblas. Ese héroe... Eres tú. Y yo... Soy la Sacerdotisa del Dragón. Durante eones he sido la encargada de guardar su sello, sumida en una infancia eterna a lo largo de las épocas, viendo como la vida se desvanecía y volvía al polvo... Para dar lugar a nuevas y maravillosas vidas. ¿Notas los temblores? Pronto el cristal se romperá en mil pedazos dejando libre al temible dragón... Y entonces toda la región sufrirá la eterna lluvia de fuego. No podemos permitirlo... ¿Verdad? ¡No te acerques! Lo siento... Lo siento muchísimo... De verdad que quería... Quería viajar contigo, ver mundo... Que inocente... ¿Cómo he podido ser tan inocente? ¿Cómo he podido pensar aunque fuera por un segundo que esto podría acabar bien? ¡He dicho que no te acerques! Déjame ir... Para restaurar el equilibrio... Debo usar hasta la última gota de mi poder como sacerdotisa... Porque es hoy... ¡Mil millones de años atrapada en una infancia idílica y eterna culminan hoy mismo! Este es el día en el que muero.
Una luz envolvió la sala y a la pequeña sacerdotisa, una luz de esperanza cubrió durante una milésima de segundo el cielo. Dicen que durante una simple milésima de segundo no llovió en el reino bajo la eterna tormenta. Los temblores cesaron y el cristal se endureció... Así se puso fin al reinado del dragón. En la sala, ahora fría como el hielo y cubierta de cristales había uno en particular, en su mismo centro, un cristal rojo y ardiente, feliz de haber vivido, Pam sonreía encerrada en su cristal.
Capítulo 8: Mil sueños rotos empapados en sangre inocente.
Bajando la montaña el niño se cruzó con el inspector de policía que les había facilitado el paso a él y a Pam.
- ¿Dónde están esos condenados maleantes? ¿Cómo dices? ¿Se han ido? ¡Maldición, ningún criminal se le escapa al gran Handsome, o sea, a mi!
Seguidamente abandona el lugar y el niño queda solo. A sus espaldas nota una presencia, pero al darse la vuelta al Profesor Místico ya se ha desaparecido. Y de nuevo a su espalda, el hombre de Ciudad Real.
- La niebla... Debes ir al lugar donde descansa la niebla. Más ten cuidado, pues allí donde duerme la niebla descansan seres más allá de la comprensión humana...
Y desapareció con el viento. El niño tomó el paso hacia el Reino de la Niebla sin perder más tiempo. Ante él se extendía un océano blanquecino de oscuridad pura y del blanco de la luz, la falsa ilusión de luz con el rostro del verdadero mal oculto en la niebla. Al tocar la niebla, el sueño.
Todo esta oscuro.
- ¿Qué paso aquella noche?
- Lluvia... La lluvia caía con fuerza...
- ¿Qué más?
- Oscuridad... Todo a mi alrededor cubierto de una oscuridad eterna... Mil sueños rotos empapados en sangre inocente.
La niebla era una extensión de oscuridad blanca que parecía no tener fin, ni llevar a ninguna parte, sin embargo, los chillidos de los muertos inundaban aquel renio... Aquel era ciertamente digno de su otro nombre... El Reino de los Muertos. Entre blanca maldad encontró el niño un humilde santuario en medio de la niebla, y era este poco más que una sala vacía y una caja de juguetes mal guardada en una esquina. El suelo del lugar estaba cubierta de la niebla de la muerte. El niño se acercó lentamente a la caja de juguetes... Oía a su alrededor llantos de otros niños que ya no jugaban, estaban muertos... ¡Todos estaban muertos! La niebla se disipó y mil cadáveres constituían el suelo que pisaba el niño. ¡Muertos, todos muertos! Pisaba la muerte, y los juguetes estaban perdidos en muerte... Los muertos eran niños, de su edad quizás, niños muertos cuyos huesos descompuestos cubren el Reino de la Niebla. La niebla los oculta, pero la verdad era aquella, todo la superficie del reino estaba cubierta por los cadáveres de los niños del pasado. Y el niño caminaba hipnotizado hacía la caja de juguetes viejos y polvorientos. Y se vio atrapado por los llantos de los niños perdidos en el tiempo, y se vio arrastrado hacía un nuevo mundo, una nueva infancia en la caja de juguetes.
Capítulo 9: Gran Rey Rata (En homenaje a Queen).
Nota: Los diálogos de este capítulo están escritos partiendo de la letra de las canciones de Queen, todos, con mínimas excepciones, tienen su origen en una canción de dicho grupo. Si alguien consigue identificar todas las canciones ganará un premio espacial.
¿Donde estaba? En un mundo de juguete. A su alrededor juguetes gigantes eran casas, y pequeños seres, como él lo era ahora, le observaban con curiosidad, pero ninguno se atrevía a hablar con él. Estaba en un mundo dentro de la caja de juguetes. Siguiendo hacía el norte encontró aquel niño una gran rata vestida de rey, con su corona y todo, era el Gran Rey Rata montado en su caballito de madera.
- Niño, nunca has visto nada así en tu vida, ¿cierto? Vamos al paraíso y volvemos a la vida sin tiempo de elegir. Voces tras de nosotros nos recuerdan quien somos, porque nosotros mismos somos incapaces de mirar atrás. Yo soy aquel que llaman un rey sucio, el Gran Rey Rata, y voy a morir. ¿No te gustaría saber...? En mis cuarenta y cuatro años de vida... Cantan mis súbditos el Gran Rey Rata muere hoy. Antes de mi muerte te pido que recuperes algo por mi: No hay más vida en mi... Pero algo queda de mi en el mundo. La esfera mágica que contiene la esencia de mi descendencia... Los llamados "aquellos nacidos para ser reyes, destinados a mandar en el mundo" los inmortales Príncipes del Universo. Ha sido robada la esfera por la Reina Negra.
- No habléis más mi rey - en ese instante una joven guerrera, con su espada de juguete y todo, de cabellera rubia entra en la sala - Has pagado las deudas vez tras vez... Admitido la sentencia sin crimen y malos errores... Unos cuantos... Te han tirado arena a la cara aquellos que no han visto la verdadera bondad... ¡Pero debéis seguir adelante! Soy vuestro más fiel caballero, y una buena amiga...
- Joven intrépida... Este niño del otro mundo no viene a traernos rosas en un lecho de muerte o un último crucero de placer... Escuchad, niño, la Reina Negra me ha robado la esfera que contiene la esencia de aquellos que en tiempos oscuros lucharán por sobrevivir, ¿sabéis a quienes me refiero? Los llaman Príncipes del Universo. Durante la anual marcha de su ejercito... La marcha de la Reina Negra destruirá la esfera acabando con la esperanza de un nuevo rey.
- ¡Yo recuperaré la esfera y vos vivereis un día más, mi rey! - exclamó la joven guerrera antes de abandonar la presencia del Gran Rey Rata.
- Vamos, vamos, todo esta bien... He sido y soy un hombre malvado, un rey sucio y malvado... Todo esta bien. Partid ahora.
Y partió el niño a través del mundo de juguete. En una zona donde los juguetes pasaban de alegres a deprimentes y rotos, una multitud se agrupaba mientras una reina en negro, hablaba.
- Y entonces, lo vi entre aquella multitud... El visitante predicho de otro mundo. Niño del viento. Todos se arrodillan ante el Lord del Viento, todos se arrodillan... La multitud se disipó y el niño quedo expuesto ante la reina. Entonces apareció la intrépida guerrea.
- ¡Reina negra, de vuelve lo robado!
- Otro héroe... Otro villano sin relevancia. Aquí hago la diferencia.
- Así sea... Lo considero un desafío nunca antes visto en la raza humana... ¡Y no voy a perder!
Con su espada de juguete atacó a la reina que con su propia espada hirió a la caballero.
- Ahora... La gente ya no te hace de caparazón, siempre a tu alrededor sin que te des cuenta... La presencia. Siento mi corazón romperse por haber llegado la hora de enfrentarme al Lord del Viento. Sigamos las reglas de tu mundo, pues... En nuestra batalla.
Así fue como el niño entabló combate y venció a la Reina Negra.
- Derrotada... Pero mi sonrisa prevalece... Porque se lo que te queda por sufrir.
Desaparece la reina y lo hace la sagrada esfera. Lucecitas de colores danzan en su interior, la esfera transparente es tuya. La caída guerrera se levanta.
- Este reino... El reina de la Reina Negra... Esta completamente vacío. Espacios vacíos... ¿Por esto vivimos?
Volvieron ambos junto al Gran Rey Rata.
- Bien, bien... Será guardada la esfera en lugar seguro. Ahora, niño del viento, de vuelta a tu mundo llevarás esto contigo - consigues un Farol - Alumbrará tu camino a través de la niebla... De los abandonados lugares de este mundo. Y hoy muero.
- No digáis eso mi rey.
- ¿No entiendes, amiga mía, que por esto vivimos? Los cuentos de hadas del ayer pueden crecer, pero jamas mueren.
- Mi rey...
- Amiga mia... No hay más tiempo que gastar por nosotros... Aquello que contruye nuestros sueños enseguida se nos escapa... Lejos de nuestro alcance... Y yo me pregunto, ¿quién quiere vivir para siempre? No hay más oportunidades para mi... El mundo puede tener un único momento dulce... Que nos aleja cada vez más... ¿Quién quiere vivir para siempre? ¿A quién le importaría amar por siempre, o ser recordado siglo tras siglo? Pero... ¿Quién quiere vivir para siempre? Toca mis lágrimas... Acaricia mi rostro y dame un momento para recordar por siempre. ¡Por siempre es nuestro presente! ¿Quién quiere vivir para siempre? Cuando podemos tener el nunca jamas en una lágrima compartida... Amiga mía... ¡Mírame! ¡Puedo volvar! ¡El Show debe continuar!
El eco de sus últimas palabras siguió resonando mientras el niño despertaba en el abandonado lugar de los muertos pasados.
Capítulo 10: El poblado de los Pingüinos Parlantes.
Tras salir de nuevo al espeso mar de niebla el Farol obtenido empieza a brillar y flotar, guiando al niño a través d ella espesa niebla, hasta que esta se vuelve aún más espesa y todo a su alrededor cambia. La niebla se disipa y el niño aparece en un nuevo mundo, cubierto de hielo. No esta en ningún lugar del mapa conocido, y en ese mundo... ¡No hay Pokémons! Un poblado humilde se alza ante el niño. Se aproxima, esta habitado por unos extraños seres, como aves de color azulado, bajitas y aparentemente incapaces de volar. Habla con uno de ellos.
- Chaval, ¿de qué vas disfrazado? ¿Por qué me miras así? ¿nunca has visto un pingüino? Ah, lo que no habrás visto es uno que hable, ¿verdad? Pues bienvenido seas al Poblado de los Pingüinos Parlantes.
Pensando que aquellas criaturas podrían ser Pokémon el niño intento atrapar uno con una Pokéball, pero este habló enfadado.
- ¿Pero qué haces? ¡Psicópata! Alejate de mi, he dicho.
No, no se trataba de un Pokémon. Otro pingüino se acerco al ver al niño humano.
- Hacía mucho que no nos visitaba un humano, ¿sabes? Aunque uno de los nuestros afirma ser un humano atrapado en un cuerpo de pingüino. Un lunático, si me preguntas a mi. Vive en la casa más alejada.
Intrigado el niño puso rumbo a dicha casa. Una vez dentro se encontró a un pingüino muy alterado rodeado de bocetos de distintos y extraños seres.
- ¡Maldición, yo soy un dibujante! Pero, ¿¡como voy a dibujar con estas... aletas tan ridículas!? ¿Qué será de mis queridos personajes? - ve al niño - Oh, disculpa mis modales, ¡que ven mis ojos, un humano! Un niño, nada menos. Supongo que sabrás quien soy yo. O, claro que no, no en esta forma de pingüino. Soy el célebre dibujante Walt Disney. ¿No sabes quien soy? Vaya, no es un gran contratiempo. Escucha, estoy preso en este cuerpo por obra de una maldición, ¿me ayudarás? ¡Piensa en los niños! ¿Lo harás? - el niño asiente - ¡Bien! Lo primero que debes hacer es buscar mi boceto, si, un boceto muy importante, uno de esos malditos pájaros deformes me lo robo a mi llegada aquí. ¡Debes recuperarlo!
Sin dudarlo un instante el niño se aventuro en el poblado de los pingüinos, interrogando a esas extrañas aves. Una de ellas (femenina, pues llevaba un lazo en la cabeza) le dijo así:
- Pss... Me llaman la pajarita cotilla, ¿sabes el dicho "me lo dijo un pajarito"? ¡Es por mi! Que quede entre tu y yo pero el alcalde anda totalmente maravillado por un viejo boceto a lápiz que encontró en la nieve.
El niño se dirigió a la gran casa del alcalde en el centro del poblado. En la puerta había un pingüino que le cerro el paso.
- Quieto parado macho, si quieres pasar tendrás que contestar a mis preguntas... Antes te recomendaría pasearte por el poblado... ¿No? Esta bien... ¿Quieres empezar? - si - Empecemos.
Pregunta 1: ¿Cuántas casas hay en el poblado?
A: 12
B: 7
C: 8
Respuesta C.
Pregunta 2: ¿Cual es el nombre de dibujante extravagante?
A: Walt Disney.
B: Chuck Norris.
C: El Pato Donald.
Respuesta A.
Pregunta 3: ¿Cómo se llama el pingüino hiperactivo?
A: PikachuGuy.
B: Super Mario.
C: Kirby.
Respuesta B.
Pregunta 4: ¿Cuantos pingüinos hembras hay en el poblado?
A: 3.
B: 5.
C: ¿Acaso me estas usando para echarte moza?
Respuesta: B.
Pregunta 5: ¿Cual de los siguientes personajes es la primera creación del extravagante dibujante?
A: Mickey Mouse.
B: Pluto.
C: Oswald The Lucky Rabbit.
Respuesta C.
- ¡Eres la caña, macho! Puedes pasar.
El niño entra en la casa del alcalde del pueblo. Este examina ensimismado el boceto del señor Disney.
- Oh, ¿este boceto? Lo encontré tirado en la nieve, me fascina... Es algo llamado "Oh, what a Knight!" (Nota: Una de los primeros cortos de Walt Disney). Es fascinante. Oh, ¿necesitas el boceto para romper la maldición del dibujante? ¡No, es mio! ¿Entiendes? Mío, solo mío... ¡¡¡MI TESOROOOOOOO!!!
Walt Disney entra en la sala.
- Señor alcalde, le entiendo perfectamente, pero debe darse usted cuenta que eso es solamente un boceto. Mire, si nos da el boceta a este niño y a mi, cuando el maleficio este roto, le recompensaré.
- ¿Cómo?
- Puede enseñarle el corto original que se corresponde al boceto, lo tengo guardado como oro en paño.
- ¿Corto?
- Ya sabe, imágenes en movimiento.
- ¡Increíble! Imágenes... ¡En movimiento! Rápido, chaval, llevaré el corto y rompe la maldición de este buen señor - obtienes el corto.
Walt habla.
- Te veré en mi casa. ¡No tardes!
El niño se apresura hacia la casa de Disney.
- Bien, esta es la situación, resulta que Oswald, mi primera creación, ha atrapado a Mickey Mouse, su hermano mayor, en el mundo de este boceto. Además me ha echado esta terrible maldición para incapacitarme. Necesito que entres en el mundo del boceto y derrotes a Oswald, salvando a Mickey Mouse y rompiendo el maleficio. ¿Lo harás? - asiente el niño - Prepárate.
El boceto comienza entonces a brillar y flotar, y el niño es absorbido dentro en un santiamén.
Por: The Doctor
ATENCIÓN: Esta página narrara a forma de relato los eventos de la trama principal desde el punto de vista de un narrador omnisciente. Los diálogos serán tal cual aparecerán en el juego.
Prólogo:
¿De donde proviene la voz? Todo esta oscuro. Un gran manto en negro.
- Érase una vez, el universo. Una tierra sin nombre dividida por una gran cordillera en dos grandes mundos. A lo largo y ancho de estos mundos, unos singulares seres llamados humanos han construido y destruido sin cesar. Sus dispares ideologías, formas de ver el mundo radicales y que no atienden a razón, acabaron por formar los seis reinos que hoy se extienden en ambos mundos, y donde los humanos conviven con unas mágicas criaturas llamadas Pokémons. Nuestras historia empieza en el más humilde de dichos reinos, el Reino de la Calma, en el mundo de la luz. En un rincón perdido del mismo había un bosque mágico, y cobijado a su lado un pequeño poblado conocido como... Pueblo Caballa. Un pueblo atado a una terrible maldición, pues en treinta años no había nacido un solo niño... Como no había niños el viento dejo de visitar Pueblo Caballa, y sus habitantes no pudieron disfrutar más de la agradable brisa. Esta historia, es sobre el milagro que, cuando ya no quedaba ni una gota de esperanza, llego de improviso a este pequeño pueblo. Esta es la historia del niño del viento, y de las grandes hazañas que protagonizo... Y de las graves pérdidas que sufrió.
Dos fornidos leñadores paseaban por el bosque, de vuelta a casa tras un duro día de trabajo. El diálogo que acontece entre ambos es el siguiente.
- Bueno, al fin. De vuelta al hogar, como suele decirse, ¿no?
- ...
- ¿Te encuentras bien?
- El viento... ¿Crees que volverá algún día? Es que... Lo hecho de menos.
- Entiendo. Todos nos sentimos igual. Pero no podemos hacer nada para que vuelva el viento, solo esperar un milagro.
- ¿Qué es eso?
Aceleraron el paso hasta llegar al claro del bosque anterior al pasaje que desemboca en la aldea. Y allí, tendido sobre el suelo, ¡un milagro! ¡Un niño!
El niño se despertó para encontrarse en el piso inferior de su bonita casa, sentada junto a la mesa, a la amable anciana que cuidaba de él. La anciana se acercó a él con paso torpe y dijo:
- Mi pequeño niño del viento. Ya llevas tres semanas entre nosotros, ¿cierto? ¡Mírate, eres un milagro vivo! Oh, ¿podrías hacerle un favor a esta anciana? Quiero que vayas a ver al Señor Baluarte, el hombre más inteligente de todo el pueblo y que le entregues esta nota. Es de suma importancia, ¿me entiendes? Ahora ve, niño del viento.
Tras recibir la nota, el niño atravesó la puerta y salió al bello Pueblo Caballa. El viento acarició su rostro.
Al dirigirse a la casa más alejada del poblado, hacía el norte, el niño se sorprendió al ver que la puerta estaba cerrada. Un hombre que pasaba por ahí se acercó a él.
- Pero si es nuestro pequeño milagro. ¿Estas buscando a alguien? Ya, veo... El Sr Baluarte... Pues hace nada le vi hablando con el leñador que guarda la entrada al bosque, quizás deberías de ir a hablar con él.
El niño fue corriendo a la entrada del bosque donde interrogó al animado leñador.
- ¿Baluarte? Dijo que iba al bosque a estudiar no sé que... Espera, ¿vas al bosque? Esta bien... Te dejare pasar pero vuelve antes de que anochezca, ¿de acuerdo?
El niño se adentró entonces en el Bosque del Nacimiento. Tras avanzar entre los frondosos árboles, entre los que no sopla el viento, llegó al claro donde su propia historia había tenido comienzo, y allí estaba el extravagante hombre. Hablando solo:
- Así que... El viento ha vuelto a soplar en el pueblo... Sin embargo... Aquí no... En este lugar en particular no sopla el viento. ¿Cómo puede ser? - Entonces el hombre se percató de la presencia del niño - Oh, pero si es nuestro milagro vivo. ¿Me buscabas? ¿Tienes algo para mi? Este no es lugar para mi, vayamos a mi casa.
Una vez en casa del extravagante hombre.
- Bien. Tengo entendido que tienes algo para mi. - el niño le dio sin vacilar la nota de la anciana - ¿Esto? Es imposible.... Aunque podría ser una explicación... Dime, ¿has tenido sueños últimamente? No, claro que no, los sueños son un mito, ya nadie sueña en este mundo ni en ningún otro. ¡Bien! Eso es todo, se hace tarde, debería volver a casa.
Una vez el niño había abandonado la estancia el hombre soltó una última frase en tono preocupado.
- Si la anciana esta en lo cierto, ¿es posible que este viento sea distinto? Un viento nuevo... Interesante... Muy interesante.
Al día siguiente...
El niño descendió por las escaleras de madera hasta el piso inferior. Don Romanio, el médico del poblado se encontraba allí junto a la más longeva anciana. Así le oyó decir el niño oculto a la vista de los adultos.
- Honorable anciana, me temo que ya no puedo posponerlo más... Tu tiempo en este mundo toca a su final.
- Oh, Don Romanio, ¿no hay nada que hacer? Es solo que... No quiero dejarle solo, no es el momento... No... Otra vez no, mi pequeño niño del viento.
- Bueno, hay una forma... Dicen que en el Acantilado Candido, al sur de nuestro pueblo, justo en lo más hondo, crece una extraña flor... La llaman, Flor de la Vida. El simple aroma de dicha flor en teoría cura cualquier dolencia y alarga la vida...
- ¡Eso es! ¿Ves? Siempre hay un modo.
- Sin embargo hay un precio a pagar... Un alto precio...
- ¡No me importa, todo por mi niño del viento!
- Y aún así... Es un peligroso camino el del Acantilado Candido... ¿Quién podría salir airoso de tal búsqueda? Es imposible.
- No me diga eso. ¡Nada es imposible!
- Lo lamento, honorable anciana... ¡Aunque fuera posible el precio es demasiado alto! Sería cruel por mi parte exponer a un paciente a tal sufrimiento... Es mi última palabra.
El médico abandona la casa y el niño sale al descubierto. Su mirada llena de preocupación se clavó en la anciana.
- ¿Has estado escuchando a escondidas? ¡Eso esta muy feo! No debes preocuparte por lo que hayas escuchado, son cosas de adulto. ¿Yo? Estoy bien, solo necesito descansar. No te preocupes... Todo va a salir bien.
Pero las palabras de la anciana no borraron la preocupación del corazón del niño, que abandonó la casa y partió hacia el sur del poblado. Los aldeanos extrañados le miraban con curiosidad pero, al fin y al cabo era solo un niño, seguro que sólo iba a jugar por ahí con los Pokémons. Y así fue como el niño emprendió la aventura en busca de la Flor de la Vida, la primera de muchísimas aventuras increíbles...
Capítulo 1: El misterio del Acantilado Candido.
El Acantilado Candido es una gran pared rocosa de formación natural, sin embargo existe un camino de bajada que lleva... ¿A donde será? Una densa niebla cubre el fondo y nadie sabe lo que oculta, ¿el mar o algo distinto? Es un camino extremadamente peligroso así que nadie ha sido nunca capaz de cruzarlo. Además, ¡esta plagado de Pokémons salvajes! El niño, decidido a encontrar la Flor de la Vida se encamina hacía el mismo fondo del acantilado. El camino no tardó en plantarle delante un duro obstáculo, hierba alta. Caminando por la hierba alta corría el peligro de ser atacado por Pokémons salvajes, ¿pero qué otra elección tenía? Entonces, nada más poner un pie en la hierba alta, se oyó el gruñido de un Pokémon. El niño se volvió, una ardilla de blanco más puro le miraba con curiosidad. De pronto, un hombre apareció tras él.
- Yo que tu le haría caso... Ketrideh listo, sabe que la hierba alta es peligrosa... - El niño se volvió y el hombre desapareció, ¡para reaparecer tras él de nuevo! - Permiteme que me presente, soy el Profesor Sabelotodo, me llaman así porque, efectivamente, lo sé todo de todo. Aunque claro... - Desapareció de nuevo y reapareció a un lado - También hay quien me llama Profesor Místico. Yo que me buscaría un guía como ese Ketrideh, no vaya a ser que te despeñes... ¡O algo peor! ¡Jijijijijiji!
El hombre desapareció entonces. Expectante, el niño esperaba una nueva aparición, pero esta no se produjo. Volvió la vista a la ardilla que el Profesor Sabelotodo había llamado Ketrideh. El Pokémon hecho a andar y el niño le siguió. Entonces el niño oyó la voz del místico hombre en su cabeza.
- ¿A qué esperas, niño del viento? ¡Sigue a ese Pokémon! Me pregunto si llegarás al fondo... ¡O morirás en el intento! Sea como sea doy por hecho que será divertido... ¡Jijijijijijiji!
Así fue como el niño salió corriendo tras la ardilla blanca, el Pokémon le guió lejos de la hierba alta por una ruta que en el primer momento había escapado a la vista del niño. Le guió entre peligrosos caminos serpenteantes, entre rutas secretas del peligroso acantilado. Entonces, la ardilla simplemente se desvaneció. El niño quedo solo y asustado, perdido en medio de aquel acantilado... Donde había desaparecido su guía solamente había un gran agujero en la roca. El niño del viento se asomó a dicho agujero... Estaba aterradoramente oscuro y húmedo... No parecía parte del acantilado, era casi como de otro mundo... Se asomó más y más tratando de ver el fondo plagado de oscuridad... La roca de pronto estaba mojada a su alrededor... Y el niño resbaló... ¡De pronto se encontró precipitándose hacía lo más hondo de aquel misterioso agujero! El terror le invadió, cerró los ojos con fuerza tratando de contener las lágrimas y esperó el final... Y al final del su caída divisó... La luz.
En la más completa oscuridad de la Creación, dos voces dialogan contemplando las estrellas.
- La estrella esta rota.
- Partida en dos... Un fragmento para la oscuridad, un fragmento para la luz.
- La estrella esta rota... Esta empezando. El fin del mundo...
- El día en que los sueños retornaron...
El niño despertó a orillas de un lago rodeado de altos árboles y cubierto por el abrazo de la niebla. ¿Donde estaba? Ketrideh se encontraba justo delante de él.
- Jijijijijiji...- el Profesor Sabelotodo se materializó a un lado- Has caído por el agujero y has contemplado la caída de las estrellas... Pero ahora has regresado... Y olvidado. ¿Por qué? Los humanos sois tan patéticos. Siempre olvidando, olvida que te olvido. Cuando algo no os gusta, cuando simplemente no queréis ver la realidad ante vosotros... ¡La olvidáis! A veces desearía que alguien os diera una buena lección... ¡Jijijijijijiji! - el hombre desapareció entonces, pero su voz seguio resonando en la niebla - Te he dejado un regalito al otro lado de la niebla... ¡Si lo encuentras quizás consigas volver a casa con vida y todo! ¡Jijijijijiji!
El niño se quedó de nuevo ante la blanca ardilla que hecho a correr otra vez, y otra vez el niño detrás... La ardilla guió al niño a través de la densa niebla, lejos de la hierba alta como siempre. Tras vagar entre la niebla un buen rato al fin el niño contemplo como todo se aclaraba a su alrededor, había dejado atrás el lago y se había adentrado en un bosque. Estaba en un claro del bosque... ¡Un momento! Estaba en EL bosque, y en EL claro, su bosque, el bosque donde había aparecido de súpeto como un milagro. Había vuelto. La ardilla estaba ante él, quieta, mirándolo con curiosidad... ¿Dónde estaba el regalo?
- Mira en tus bolsillos... Creo que encontrarás todo lo que necesitas. ¡Jijijijijiji! - El niño así lo hizo, y allí encontró... Cinco Pokéballs - Esos artefactos son Pokéballs, úsalos para capturar Pokémons salvajes... Puedes empezar por ese Ketrideh... ¡Jijijijiji! Cuando hayas acabado ven a verme a Ciudad Salmuera... ¡Te esperó con impaciencia! ¡Jijijijijiji! Ah, y aquí tienes, creo que buscabas esto - hubo un resplandor y ante el niño apareció, ¡la Flor de la Vida!
Ketrideh se acercó lentamente al nuevo entrenador... ¡Y se metió en la Pokéball! ¡Parece que ha decidido que su destino y el del niño están enlazados a partir de ahora! Así es como el niño del viento conoció a su desde entonces inseparable compañero de aventuras y como se vio envuelto en el misterio del Acantilado Candido. Aún quedan muchos misterios por resolver... ¡Y muchas aventuras por vivir!
Capítulo 2: El sueño de piedra.
El niño llegó a un poblado distinto al que había abandonado... Las casas estaban destrozadas y la hierba crecía sin control, el viento soplaba con furia. Una gran nube negra cubría el poblado. El niño se apresuró, corrió desesperadamente hacía su hogar. A su alrededor observó a los antiguos habitantes del poblado, convertidos en piedra. Entro en la destrozada casa y allí estaba la anciana... La moribunda anciana. Lo vio y sus ojos se llenaron de extrañeza y alegría. Se acercó el niño a la anciana.
- ¿Eres... tú? Mi niño... del viento... ¿De verdad... estas aquí? Todo pasó tan rápido... ¿Qué otra cosa podía hacer? Por... favor... Hemos tenido... Tan poco tiempo... ¡Tan poco tiempo! Por... el tiempo... Por el tiempo que pasó... Y por ti... ¡Mi maravilloso niño del viento! Ve ahora... Debes vivir... Los hombres de armadura dorada... se lo llevaron... tienes que recuperarlo... Porque ese... es... tu... des... ti... no...
Y la anciana se sumió en el eterno sueño de piedra. todo su cuerpo se transformó en poco más que una roca dura y fría. El niño levantó la flor de la vida sobre la cabeza de la anciana... Y la flor se convirtió en piedra, cayó al suelo y se deshizo en mil pedazos. Entonces las lágrimas comenzaron a aflorar en el rostro del niño y corrió no pudo hacer más que correr, correr y las lágrimas arrojadas al viento. Sus sueños robados por el viento. Cuando ya estuvo lo bastante lejos del poblado se secó las lágrimas y miró al cielo. Brillaba el sol y el viento estaba en calma. Ciudad Salmuera... Los hombres de armadura dorada... Aún quedaban muchas aventuras por vivir... Y tenía a Ketrideh... Tenía que ser fuerte. ¡Lo sería por la anciana y todos los de el pueblo! Así fue como se embarcó el niño en su gran aventura por el mundo. Descubrió una región increíble y una verdad insospechada... Persiguiendo sus sueños en el viento.
Capítulo 3: Sueños en el viento.
Caminó el niño atravesando la Ruta Aventurera hasta el túnel conocido como Túnel Guerrilla. Dentro del Túnel encontró a unos hombres de armadura dorada, ¡aquellos de los que hablaba la anciana! Hablan entre ellos:
- ¿Lo tienes?
- Así es. ¿Nos vamos?
- Por supuesto.
Siguen su camino y el niño les sigue.
- Uff... Estoy agotado...
- No podemos detenernos ahora. - De pronto ve al niño - Eh, ¿quién eres tú?
- ¿Nos estas siguiendo?
- Creo que los adultos debemos darte una lección.
Uno tras otro el niño derrota a ambos en combate Pokémon. Los hombres vestidos de dorado se miran sorprendidos.
- ¿Cómo...? ¡Es solo un niño!
- ¿Cómo ha podido?
Entonces una tercera voz se suma a la conversación.
- Derrotados por un crío. ¿Y vosotros os hacéis llamar caballeros? ¡Sois una vergüenza!- Aparece un hombre portando una armadura dorada de mayor edad y con un casco rematado en dos cuernos - Tú... Puedes ver... Interesante... Muy interesante... Mi nombre es Mortem, que no se te olvide... Volveremos a vernos tres veces más. Una cuando el sello del dragón sea roto. Otra con la caída de la tribu del hielo y por último nos veremos... Con la llegada del Pesar. - A sus hombres - Caballeros, ¿tenemos lo que vinimos a buscar?
- Errr... Si, señor. Creemos, señor.
- Bien, nos marchamos. Seguirnos sería inútil.
Se van si que el niño tenga oportunidad a seguirlos. El niño sigue su camino y abandona la cueva. Observamos la siguiente escena:
En la oscuridad los hombres de armadura dorada hablan entre si.
- Señor... ¿Qué es... aquello que nos llevamos?
- Son sueños, soldado... Sueños en el viento, sueños cautivos.
En algún lugar oscuro, rodeado de hombres siniestros que se cubren el rostro con capucha, de la completa oscuridad surge un hombre con el rostro marcado por el Pesar. Risas y campanas en el horizonte.
En un lujoso palacio un rey despierta de su agitado sueño. Se levanta con cuidado y se asoma al ventanal. Esta lloviendo, llueve implacablemente. Una mujer aparece de entre las sombras vestida como una criada.
- Mi señor...
- Esta noche ha pasado de nuevo.
- ¿Se refiere a...?
- Así es. He soñado. Con él... ¿Quién es él? Se parece tanto... A mi...
- ¿Señor?
- La lluvia cae incansablemente... ¡Contempla, madre! Pronto... Muy pronto, todo lo que puedes observar desde el gran ventanal... ¡Hasta el horizonte! Todo será mío.
- Si, hijo mío.
- ¡Jajajajajajaja!
El niño alcanza al fin la luz que marca el final de Túnel Guerrilla. Da a parar a una simple ciudad portuaria con tienda, Centro Pokémon y gran puerto. Ciudad Salmuera, famosa además por ser la ciudad donde se sitúa el laboratorio del profesor Sabelotodo. Haciendo una parada en el Centro Pokémon y en la tienda el niño se dirige hacía el laboratorio, por el camino habla con una amable anciana que le regala unas Deportivas. Una vez allí se encuentra al mismo hombre del acantilado.
- ¿Si? ¿En que puedo ayudarte? Mmmm... ¿Dices que nos conocemos? Lo siento, recuerdo nuestro encuentro. En realidad no salgo mucho, ¿sabes? ¡Tengo muchísimo trabajo! ¿Eh? ¿Profesor Místico? No, nadie me había llamado así en mi vida, ¿seguro que no te estas equivocando de persona? Por cierto... ¿Eres entrenador Pokémon? Lo digo porque el rey Kario esta convocando a todos los entrenadores Pokémon de la zona. Deberías ir a ver, el Carnaval Real se encuentra todo recto hacía el norte desde aquí.
Siguiendo el consejo del profesor el niño se encamina hacía el norte abandonando la ciudad. No tarda en dar con un gran carnaval. Muchos entrenadores Pokémon y artistas llenan las distintas carpas, al fondeo, la Carpa Real se levanta por encima de las demás. Allí se dirige el niño. Atravesando a base de codazos la masa de gente llega a primera fila ante el rey.
- ¿Hmm? ¿Qué es esto? Un joven entrenador de lo más valiente, sin duda. Permitidme que me presente, mi nombre es rey Kario, soberano del Reino de la Calma. ¿Cómo? ¿No sabéis ni en que reino vivís? Vaya esto es gracioso e inédito a decir verdad. Tres reinos coexisten en este mundo, vos os encontráis en el más dichoso de ellos, ¡jajajaja! Aunque ahora mismo no lo sea, ciertamente. Os expondré el caso, mi preciosa hija, la princesa Talika ha sido secuestrada por unos villanos, loa cuales han sido vistos recientemente en las Ruinas Ancestrales, al este de Ciudad Salmuera. ¡Por eso busco hombres valientes que se embarquen en una misión de rescate! Por desgracia, de todos los enviados, ninguno ha vuelto. Entonces, ¿qué decís joven valiente? ¿Aceptáis esta noble misión?
Sin vacilar el valiente niño contesta: Si.
- Bien, bien. Pues... ¿Qué esperáis? Debéis partir de inmediato, recatar a la princesa e identificar a los villanos que conspiran contra mi reino.
La gente aplaude al valiente que se encamina entonces hacia las ruinas. En su paso por Ciudad Salmuera la voz de un conocido suena a su espalda. Es el profesor Místico.
- Esta empezando... Cuidado, niño del viento. El dragón despertará y la lluvia se tornará en fuego. ¡Jijijijijiji!
Al volverse, el hombre ya había desaparecido. El valiente entrenador siguió su camino. Atravesando la Ruta Arenosa al este de Ciudad Salmuera llegó a las viejas Ruinas. Piedras caídas y derruidas, ecos del tiempo convertidos en roca marcaban el camino hacía una torre a medio destruir, fruto del asedio del pasado. El niño se encaminó hacia la edificación ancestral y penetró en las entrañas del pasado. Ascendió por la escalera de caracol entre antiguos Pokémons. Al fin llegó al punto más alto, la torre estaba partida justo en ese preciso lugar y era imposible ascender más. un agujero de catapulta abría la torre al exterior, el viento golpeo al niño en el rostro. Allí, en medio de la sala había una puerta que parecía no dar a ninguna parte en concreto. Y ante la puerta tres hombre en armadura dorada se encontraban. Hablaban entre ellos.
- ¿Lo tienes?
- Shhh... Ahora ni el más valiente d elos entrenadores podrá encontrar a la princesa.
- Brillante, compañero. ¿Quién podría cruzar tal puerta? Sobre todo si partimos la llave y nos llevamos los pedazos bien lejos.
- ¡Jejejejeje!
En ese momento, se vuelven y ven al pequeño entrenador.
- ¡Tú! ¿has estado fisgoneando?
- Vosotros llevaos los fragmentos bien lejos de aquí. Yo me encargaré de nuestro pequeño fisgón.
- ¡Entendido!
Se van corriendo y el tercero de ellos encara al niño.
- ¡Vas a lamentar haber nacido, pequeño fisgón!
Tras una dura batalla el niño sale victorioso y el tercer hombre huye con sus últimas palabras.
- Esto... ¡Esto no ha acabado! ¿Me oyes?
El niño se acerca a inspeccionar la extraña puerta, un hueco en su centro anuncia la carencia de una llave. La puerta podía rodearse y verse por ambos lados, ¿qué podría haber al otro lado sino la misma sala? El niño abandono las ruinas y volvió rumbo al Carnaval Real.
Una vez de vuelta y tras informar al rey este habla.
- ¿Una puerta que no da a ninguna parte? ¿Una llave? ¿Hombres en armadura dorada?
Todo es demasiado misterioso, esto no me gusta nada. ¡Mi pobre princesa! No hay más que hablar. Joven valiente, os suplico que busquéis a esos desgraciados y recuperéis la llave de las ruinas. No sabemos a ciencia cierta si la puerta es realmente una puerta, al fin y al cabo las ruinas aún encierran muchos misterios para nosotros. No sabemos que magia puede encerrar esa llave. Soy un rey que suplica por su hija, ella es todo lo que me queda en el mundo. Por favor... ¡Traedla de vuelta cueste lo que cueste!
- Señor - interviene el secretario del rey - Debéis calmaros.
- Mi pobre niña...
El niño entiende el mensaje a la perfección y abandona la tienda. Al salir, sale tras él el secretario del rey.
- Disculpad, joven valeroso. Quizás estéis un poco perdido en este mundo nuestro, permitidme que os ilumine el camino. Os recomendaría que os dirigieseis a Ciudad Real, la ciudad capital del Reino de la Tormenta y centro mismo de este mundo. Entre el gentío que por allí pasa a diario encontraréis respuestas. Id a la Ruta Arenosa y, en vez de seguir el camino a las ruinas, dirigíos al norte, hacía el Desierto Ruinoso, una vez halláis atravesado el desierto os encontraréis camino a Ciudad Real. ¡Daos prisa, temo por la salud del rey si no recupera pronto a su niña!
Así fue como el pequeño niño partió en su aventura para rescatar a la princesa cautiva. Su primer objetivo: atravesar el desierto hacía Ciudad Real. ¡Rumbo a la aventura!
Capítulo 4: House by the Bay.
El niño viajo a través del desierto hasta llegar a una bonita villa situada sobre un oasis. Se trataba de Villa Lunar. Nada más poner un pie sobre la villa el niño se percató de que era de noche... Una noche que había llegado extrañamente veloz. La luna llena brillaba en el cielo cual círculo de plata. El niño comenzó a vagar por la villa, había un pequeña tienda y un Centro Pokémon. La poca gente que quedaba en las calles se dirigía veloz a sus casas. En cuestión de segundos el niño se quedo completamente solo en la ahora oscura villa. Hecho a caminar, y con el una presencia más. De repente, tras el joven entrenador, se materializo un fantasma de expresión triste. El espíritu no hablaba, solo seguía sus pasos con extrema precisión. El niño, asustado, corrió de un lugar a otro del pueblo pero sin lograr librarse del fantasma. Corriendo y corriendo llegó a una casa abandonada y alejada de las demás, semi-enterrada en la arena. El fantasma tras el niño lanzó un susurro desesperado...
- Mi hogar... Entra...
El niño aterrorizado entró en la casa, todo estaba lleno de polvo, los muebles estaban rotos y los cuadros de las paredes habían caído. El susurro desesperado del fantasma:
- Puedo... Siento... Nostalgia... Suficiente... Llévame... A mi tumba... Ha llegado mi hora.
El miedo del niño comenzó a convertirse en pena hacía el triste espíritu. Buscó entre la arena bajo la luna el cementerio, pero tras mucho buscar solo encontró una tumba medio destruida por el paso de los tiempos. Estaba cubierta de arena y abandonada sobre una duna.
- Mi tumba... Oh... Mira... Desde aquí... Se ve el mar... Claro que no, ya no... ¿Sabías que todo esto era un gran mar hace siglos? Mi casa estaba junto a la bahía... De niño me dormía con el sonido de las olas. Pero el mar se seco... Hace mucho... Gracias... Soy... tan... feliz... de haber... sentido... otra vez...
Entonces una luz celestial ilumino la vieja tumba, y por arte de magia esta se transformo en la tumba que había sido, recuperándole terreno al tiempo, la tumba se volvió majestuosa, restaurada a su estado original. Y el fantasma de expresión triste sonrió... Y con un parpadeo desapareció. El niño se quedo contemplando la tumba. Con una lágrima rodándole por la mejilla. Se hizo de día y tras él apareció el profesor místico.
- Un mundo bañado en luz y otro poseído por la oscuridad, durante una noche han sido el mismo. Esta noche, has conocido las consecuencias de tus actos futuros. ¡Iluso, no puedes ni imaginar cual es la verdadera naturaleza de este mundo!
Y sin más desapareció. Un un gran dolor en el pecho el niño abandonó la villa y siguió su camino con la duda en el corazón.
House by the Bay
Historia original de Yoshiaki Koizumi
Adaptado por The Doctor en homenaje al 25 aniversario de The Legend of Zelda
Capítulo 5: Los Pokémons tristes.
Tras abandonar el desierto el protagonista llegó al fin a Pueblo Alpaca, el pueblo que hace frontera con el Reino de la Tormenta. Al aventurarse en la Ruta Diluvio descubrió de mala manera la naturaleza de este reino, estaba siempre, cada día, cada segunda de su existencia misma, bajo una tormenta sin fin. El joven avanzó a través de Ruta Diluvia, en la cual la tormenta era solo una lluvia fina, pero al llegar a Ciudad Real se encontró en el corazón de la tormenta. Y aún así, la gente cubierta por paraguas parecía seguir su vida con normalidad, cierto buen hombre aconsejó al niño que si buscaba información debía ir a la gran biblioteca al oeste de la ciudad donde se reunían miles de eruditos y aventureros de todos los rincones. La biblioteca se encontraba en la Ruta del Saber, que el niño cruzo pasando por algún que otro combate. Una vez a cubierto de la tormenta en la biblioteca, el niño habló con todo aquel que encontró, aunque solo un hombre anciano le fue de ayuda.
- Una puerta mística, más allá del tiempo... ¿Alguna vez has visto algo semejante? no, claro que no eres muy joven... ¿Eh? ¿Qué dices? ¿Las Ruinas del Reino de la Calma? ¿Una puerta que no da a ningún sitio? ¿No me estas tomando el pelo? Al fin ha sido hallada... Permíteme que me presente, mi nombre es Arkanus, arqueólogo. He perdido cincuenta años de mi vida buscando esa puerta... ¡Al fin! ¿La llave? Te refieres a los dos grabados que encajan en la puerta ancestral, supongo. Son conocidos como la Tablilla del Dragón y la Tablilla del Leviatán, juntos representan una legendaria contienda de la antigüedad. Se dice que cuando lucharon el dragón y el leviatán, se abrieron los mares y ante la vista asombrada de los humanos apareció un portal... ¡Una puerta mágica de la cual surgieron unas criaturas asombrosas! Esta es la leyenda más importante de nuestra historia escrita, el relato de como llegaron a este mundo los seres que conocemos como... Pokémons. Se dice que una gran torre fue construida para vencer a las aguas en torno al portal, y que durante siglos la humanidad pudo viajar con libertad entre este mundo y el mundo de los Pokémons, y estos así puedieron hacerlo igualmente. Sin embargo, la avaricia humana no conoce fin, y el poder que suponía ese portal mágico desencadenó una guerra de cien años que acabó con la perdición del único portal para pasar al mundo de los Pokémons... Incluso las mágicas criaturas quedaron atrapadas, fuera de su mundo. ¡Niño, debes entregarme esas Tablillas, juntos haremos el mayor hallazgo arqueológico del a historia de la humanidad! ¿Cómo que no tienes las Tablillas? ¿Hombre de armadura dorada? ¿¡Robadas!? No hay tiempo que perder, la posesión del portal podría desencadenar otra guerra si no lo evitamos, me reuniré con el rey del Reino de la Calma, debemos coordinarnos. En cuanto a ti... ¡Debes recuperar esas Tablillas! Eres un entrenador Pokémon, ¿no? Cuento contigo. Alguien tiene que saber algo sobre esos villanos, no hay duda. Pregunta a lo largo y ancho de la ciudad, levanta hasta la última piedra, encuentra esas Tablillas cueste lo que cueste.
Tras su asombrosa revelación el hombre abandonó la biblioteca. Y el niño volvió a Ciudad Real. Tras mucho preguntar encontró a un hombre que decía saber algo.
- ¿Buscas a un hombre con armadura dorada? Yo podría saber algo... ¡Aquí no! Reúnete conmigo en la plaza al atardecer, cuando todo el mundo halla vuelto a casa.
Ni el atardecer era visible tras las densas nubes de tormenta, si la gente sabía que el día había terminado era por las campanadas de la iglesia. El niño esperaba bajo la lluvia sentado en un banco. El hombre no apareció... Entonces lo vio, era el hombre, pasaba de largo, iba hacía la iglesia, ni le miró. El niño se decidió a seguirle. Tras el hombre se adentró en la iglesia. El misterioso hombre desplazó un monumento de la iglesia dejando a la vista unas escaleras. Descendió a las catacumbas y el niño tras él. Las catacumbas estaban plagadas de Pokémons de aspecto triste y misterioso. Al final el niño encontró la salida a aquellas catacumbas... Salió por el mismo sitio exacto, a la misma iglesia, solo que la antes vacía iglesia ahora estaba abarrotada. Abandonó la iglesia y fue a dar a la misma plaza, pero era de día y la gente llenaba la plaza... Los Pokémons danzaban entre las calles. Y no llovía. El joven entrenador vagabundeo por las calles hablando con las distintas gentes de la ciudad... Parecía imposible... ¡Pero había retrocedido en el tiempo! En plana plaza, sin que nadie pareciera verlo, el hombre que allí le había guiado apareció y le habló.
- Este era el verdadero futuro de Ciudad Real... Hasta este fatídico día en el que el curso del tiempo fue alterado por el mal.
Las campanadas sonaron y una voz gritaba aterrada.
- ¡El rey! ¡El rey ha muerto! ¡Han asesinado al rey!
Entonces comenzó la tormenta, el cielo se oscureció, y la lluvia comenzó a caer con fuerza. La gente corrió aterrada a sus hogares y cerró la puerta con llave. Habló el hombre.
- El mismo día que un nuevo rey subió al trono rodeado de intrigas y conspiraciones... ¿Has visto a los Pokémons tristes de las catacumbas? Esos Pokémons antes vivían en la ciudad, representaban su alma. Pero asustados por la tormenta huyeron a las catacumbas y con el paso de los años la desesperación los desfiguró, y volvió tal cual son ahora.
Un gran resplandor ilumino la escena.
- Estamos de vuelta al tiempo incorrecto, recuérdalo. Los ecos del pasado no se han perdido, haz que todo vuelva a ser como debería haber sido. El Monte Kiralio... Allí encontraras lo que buscas.
Y con el resplandor de un rayo el hombre desapareció.
Capítulo 6: El ladrón de la Lágrima de Cristal.
Monte Kiralio, un gran reto para cualquier aventurero, sin lugar a dudas. Un famoso y ya anciano aventurero tiene su casa justo junto a la montaña, atravesada la Ruta Retos. En su casa guarda reliquias de aventuras pasadas... Vive con su esposa mucho más joven que él. Pero vive única y exclusivamente para sus reliquias... Y su más adorado tesoro: La Lágrima de Cristal. Un buen día, el hombre despierta y su mujer ha desaparecido... Pero no solo eso, algo más le ha sido arrebatado: su tesoro, la Lágrima de Cristal. Bajo este contexto llega el niño al Monte Kiralio. En su camino se encuentra a una niña que camina de un lado para otro con preocupación. Tiene aproximadamente su edad. Al ver al entrenador, la niña preocupada se acerca a él.
- Disculpa, ¿por un casual planeas escalar este monte? ¿Si? ¡Qué oportuno! Resulta que tengo algo... Importante que hacer en el santuario de la cima... ¡Pero unos hombre de armadura dorada me cierran el paso! tengo miedo, no sé que hacer. ¿Podrías ayudarme?
El niño asiente sin pensárselo dos veces.
- Bien. ¡Viajaremos juntos! Por cierto mi nombre es Pam, ¿y tú...? Ya veo, ¡encantada!
Así fue como ambos se dirigieron al altivo e impotente monte. Cerca de la casa del hombre mencionado con anterioridad hay una pequeña mina, por la mina pasan ambos niños. Hablando con los cansados obreros se enteran que un hombre esta obstruyendo la escalada con algún tipo de "investigación". Intrigados los niños tratan de subir la montaña pero se encuentran a un hombre bloqueándoles el camino.
- ¡Eh, mocosos! No podéis pasar.
- ¿Por qué no? - pregunta la niña.
- ¿¡Y yo qué sé!? Sólo se que el viejales cascarrabias de aquella casucha me paga por bloquear el camino al santuario.
Los niños deciden ir a hablar con el anciana. Una vez en su casa.
- ¡Qué escandalo! ¡Qué desfachatez! ¿Qué quereis vosotros? Aja, quereis ir al santuario de la cima... ¡Ja, no si yo digo no! ¿Sabéis quien soy mocosos? ¡Soy el dueño de todo esto! Soy rico, tengo dinero como para comprar todo este reino. Y si yo digo que algo no se puede es que no se puede.
- ¡Vaya, es usted un hombre malvado! - exclama la niña.
- Malvado... He topado con gente malvada niñata. ¡Ladrones, desgraciados y malhechores! Me han robado, ¿sabéis? Mi tesoro, ¡mi Lágrima de Cristal! Oh, pero sé bien sus planes. ¡Ja! Tengo al desgraciado atrapado entre la espada y la pared. Al bloquear el acceso a la montaña la única ruta de escape del Reino de la Tormenta queda bloqueada. Y yo controlo este reino, ¡así que es sólo cuestión de tiempo! Ahora, fuera de aquí, antes de que os eche a la fuerza.
Ya fuera.
- Vaya... Menudo matón para ser un viejo. Oye, ¿crees que si encontramos al misterioso ladrón abrirá el paso para nosotros? ¡Por probar no perdemos nada! Vayamos a la mina, a ver si podemos averiguar algo.
Y así lo hicieron. Tras mucho preguntar encontraron a cierto obrero que les dio esta información.
- ¿Sabéis lo curioso? No solo su tesoro ha desaparecido, también lo ha hecho su mujer... Y el hombre ni se ha percatado... Que pena.
- ¿Su mujer? Podría ser que ella fuera la ladrona... - dijo Pam.
- Buena suerte, niños. Yo he de ir a la mina abandonada ha recoger algo de material antes de dejar la mina definitivamente.
- ¿Y eso?
- Esta encantada, se oyen voces entre sus galerias. Gemidos. Los hombres están asustados, ¡así no hay quien trabaje! Y encima la lluvia. ¡Esta maldita lluvia eterna!
- La mina... ¿Crees que deberíamos ir a echar un vistazo?
Y así fueron ambos a la mina encantada. Misteriosos Pokémons les salieron al paso y muchas veces se encontraron perdidos entre las abandonadas galerias. En lo más hondo de la mina encontraron al final algo... Extraño. Una bien amueblada habitación con su cama y sus armarios...
- ¡Pero si hay hasta cuarto de baño! - exclamo Pam.
Y hasta una chimenea había, claro que era falsa... Y al accionar un resorte desvelaba un pasadizo secreto que llevaba... ¡A la casa del viejo cascarrabias! Era de noche y el anciano dormía en el piso superior. Abandonaron la casa.
- Jijijijiji... - río de forma infantil Pam - Me parece que su mujer guardaba algunos trapos sucios... Vayamos a la mina. Tengo una teoría.
En la mina encontraron al mismo hombre y Pam le preguntó así:
- Oiga, señor... ¿por casualidad no abandonaría el puesto algún obrero el mismo tiempo que la señora se fue?
- Pues ahora que lo dices, un tipo joven y bastante perezoso. Le tocó la loteria.
- ¿Y cual era su opinión d ela mina encanada? Jijiji...
- ¡Se pasaba ahí horas! Parecía querer hacerse el machito...
- Claro, claro, seguro.
- Bueno, me voy a descansar a mi tienda, niños. ¿Qué vais a hacer?
- No se preocupe por nosotros, señor.
Una vez se hubo ido.
- Jijijiji.. ¿no te parece gracioso? Oh, ¿no lo entiendes? ¡No seas tan inocentón! Dicho de forma suave, diría que ese obrero afortunado se trabajaba a la esposa del anciano. Esto en la mina, y de ahí los... Ejem... Gemidos. En fin, ¡vayamos a ver al anciano! Aunque aún no sabemos si su mujer robo o no el tesoro puede que consigamos algo por esta información... Él dijo que al hombre le había tocado la loteria... ¿Por que llevarse el tesoro?
Fueron a la casa del anciano pero no se encontraron más problemas porque allí estaba un inspector de la policia.
- Señor, no lo entiende. ¡Hay gente peligrosa en el santuario! ¡Criminales! Es mi deber capturarlos antes de que hagan alguna fechoría.
- ¡Me da igual! ¿No ve que tengo dinero para hundirle la vida?
- Me temo que ya no, señor. Ha sido usted demandado por su mujer...
- ¿Mi... mi mujer?
- Ah, y sus anteriores siete mujeres lo mismo. Me temo que la cifra le deja arruinado, señor.
- No, ¡imposible!
Sale corriendo.
- ¡Fuera de mi camino, mocosos!
Abandona la casa. El inspector habla a los niños.
- Hola, pequeños. ¿Tenéis planeado escalar el monte? No deberíais, hay hombre malos en el santuario... Hombre con armadura dorada. Dejad que los buenos nos encarguemos, ¿vale?
Se va.
- ¡Odio que me traten como a una cría! - exclama Pam - ¿Vamos?
Al salir d ela casa, al niño le parece ver algo, por el rabillo del ojo. Una persona de baja estatura y pelo blanco, con el rostro cubierto por un antifaz. ¿Sera el misterioso personaje el ladrón? Poco importa ahora, ¡es preciso detener a los hombre de armadura dorada y recuperar la Tablilla!
Capítulo 7: El sello del dragón.
Iban ascendiendo ambos niños por el peligroso monte enfrentándose a fieros Pokémons. En cierto momento Pam se alejo de su compañero.
- Esta vez iré yo delante - dijo con una sonrisa - ¡Sígueme!
El niño fue tras ella y se la encontró... ¡Rodeada de hombres en armadura dorada!
- ¿Quién es esta mocosa? - dijo uno de tres.
- ¿Cómo voy a saberlo? - dijo otro.
- ¡Malditos! - exclamó Pam - ¡Contestad! ¿Qué estáis haciendo en el santuario?
- ¡Jajaja! Qué niña tan lista.
- Demasiado... ¡Cogedla!
- Ahhh... ¡Socorro!
El niño acudió presto en su ayuda y derroto en combate Pokémon a los tres hombres.
- ¿Cómo hemos podido perder?
- Eres tú...
- No, solo es un niño...
- ¡Vámonos de aquí!
Y los tres villanos huyeron quedando de nuevo el niño y la niña solos.
- ¡Vamos, tenemos que seguir! - exclamó Pam, hizo ademán de continuar la marcha pero se detuvo - Gracias... Yo... Gracias por salvarme.
Pam siguió abriendo la marcha con el niño pisándole los talones. Tras mucho avanzar llegaron ante una abertura en la pared de roca.
- ¡Vamos! Cuando atravesemos la caverna estaremos ya a apenas dos pasos del santuario. Es fácil perderse por entre sus galerías infinitas, avancemos juntos.
Entraron en la cueva. Hacia un calor insoportable y letales Pokémons de fuego les salían al paso. Sin embargo avanzaron con decisión y muchas veces acabaron en callejones sin salida. Esto no les detuvo y finalmente llegaron a una estancia distinta. El calor fue substituido por un frío invernal, mirarán donde mirarán se formaban afilados cristales de hielo. Y en el centro mismo de la estancia contemplaban un gran cristal que llegaba hasta el techo de la caverna.
- Sigamos - dijo Pam.
Pero al dar un paso un recuerdo golpeo con esa fuerza que desgarra el corazón y hiere el alma al niño. Las palabras volvieron a inundar su ser y el mundo a su alrededor se volvió más y más borroso, ante él las palabras de la anciana cobraban vida, como si las penurias nunca hubiesen sucedido.
- Dicen que el dragón se alzo y su poder torno la lluvia fuego. Sus llamas eternas inundaron los tres reinos y sumieron al mundo en el caos. Fueron muchas las vidas que se perdieron, humanos y Pokémons por igual... Y cuando ya no quedaba esperanza dicen que apareció un héroe que derroto al dragón y lo sello en un gran cristal de frío glacial... Pero a un alto precio. Esta es la leyenda que cuentan... Siempre que un héroe sale victorioso, ha de ser a costa de perder un pedazo de su corazón.
El niño volvió en si. Pam estaba ante él con gesto preocupado.
- ¿Estas... bien?
El niño asintió.
- Oye... Me estaba preguntando... Cuando esto acabe... ¿Qué vas a hacer? ¿Seguirás viajando? ¿Crees que... podría ir contigo? Podríamos viajar juntos, ¿qué me dices a eso? No hace falta que contestes de inmediato.... Vamos, acabemos con esto.
Y siguieron avanzando hasta la cima, y allí arriba, en lo más alto estaba el santuario. Hombres en armadura dorada les salían al paso pero el valiente entrenador los despachaba uno tras otro como si nada. Y allí, en el corazón del santuario... Estaba Mortem. Ante él un gran círculo de piedra representando la figura de un dragón se encontraba partido por la mitad.
- El sello del dragón esta roto... Da comienzo, la era del fuego... -dijo Mortem.
El cielo tembló. El mundo caía.
- ¡Tenemos que detener esto! - exclamó Pam.
- ¡Atrás! - dijo Mortem - Te lo advertí, niño del viento. Y tal y como predije, volvemos a encontrarnos. ¿Qué vas a hacer? ¿Vas a intentar pararme los pies? Ya veo... Hagámoslo entonces.
Y dio comienzo el combate épico en un mundo al borde de la destrucción. Dio comienzo el duelo contra Mortem. En una dura lucha, el niño se alzó al fin con la victoria...
- Ya veo... Soy Mortem del equipo Iluminado... Y he perdido... Da igual... Sólo hay una manera de detener la caída del fuego... El caso es, ¿podrás hacerlo? ¿Puedes elegir? ¿Quién vale más... el mundo o... ella? Recuerda, aún estamos destinados a encontrarnos en dos ocasiones más. Adiós...
Y Mortem desapareció de pronto. Dejando tras de si el ansiado premio... ¡¡¡La Tablilla del Dragón!!!
- ¡Vamos! - exclamó Pam - ¡No hay tiempo que perder!
Ignorando el sello roto se adentraron aun más en el santuario, hasta una sala teñida del color rojo del infierno en la cual un círculo envuelto en un halo de magia se dibujaba en su suelo. Pam se situó en el mismo centro del círculo. El niño dio un paso...
- ¡Atras! - exclamó Pam - Cuando los villanos atacaron mi santuario, no tuve más remedio que huir... Buscando un héroe... Aquel que viste el viento de la pradera, cuya presencia es un torbellino que disipa las tinieblas. Ese héroe... Eres tú. Y yo... Soy la Sacerdotisa del Dragón. Durante eones he sido la encargada de guardar su sello, sumida en una infancia eterna a lo largo de las épocas, viendo como la vida se desvanecía y volvía al polvo... Para dar lugar a nuevas y maravillosas vidas. ¿Notas los temblores? Pronto el cristal se romperá en mil pedazos dejando libre al temible dragón... Y entonces toda la región sufrirá la eterna lluvia de fuego. No podemos permitirlo... ¿Verdad? ¡No te acerques! Lo siento... Lo siento muchísimo... De verdad que quería... Quería viajar contigo, ver mundo... Que inocente... ¿Cómo he podido ser tan inocente? ¿Cómo he podido pensar aunque fuera por un segundo que esto podría acabar bien? ¡He dicho que no te acerques! Déjame ir... Para restaurar el equilibrio... Debo usar hasta la última gota de mi poder como sacerdotisa... Porque es hoy... ¡Mil millones de años atrapada en una infancia idílica y eterna culminan hoy mismo! Este es el día en el que muero.
Una luz envolvió la sala y a la pequeña sacerdotisa, una luz de esperanza cubrió durante una milésima de segundo el cielo. Dicen que durante una simple milésima de segundo no llovió en el reino bajo la eterna tormenta. Los temblores cesaron y el cristal se endureció... Así se puso fin al reinado del dragón. En la sala, ahora fría como el hielo y cubierta de cristales había uno en particular, en su mismo centro, un cristal rojo y ardiente, feliz de haber vivido, Pam sonreía encerrada en su cristal.
Capítulo 8: Mil sueños rotos empapados en sangre inocente.
Bajando la montaña el niño se cruzó con el inspector de policía que les había facilitado el paso a él y a Pam.
- ¿Dónde están esos condenados maleantes? ¿Cómo dices? ¿Se han ido? ¡Maldición, ningún criminal se le escapa al gran Handsome, o sea, a mi!
Seguidamente abandona el lugar y el niño queda solo. A sus espaldas nota una presencia, pero al darse la vuelta al Profesor Místico ya se ha desaparecido. Y de nuevo a su espalda, el hombre de Ciudad Real.
- La niebla... Debes ir al lugar donde descansa la niebla. Más ten cuidado, pues allí donde duerme la niebla descansan seres más allá de la comprensión humana...
Y desapareció con el viento. El niño tomó el paso hacia el Reino de la Niebla sin perder más tiempo. Ante él se extendía un océano blanquecino de oscuridad pura y del blanco de la luz, la falsa ilusión de luz con el rostro del verdadero mal oculto en la niebla. Al tocar la niebla, el sueño.
Todo esta oscuro.
- ¿Qué paso aquella noche?
- Lluvia... La lluvia caía con fuerza...
- ¿Qué más?
- Oscuridad... Todo a mi alrededor cubierto de una oscuridad eterna... Mil sueños rotos empapados en sangre inocente.
La niebla era una extensión de oscuridad blanca que parecía no tener fin, ni llevar a ninguna parte, sin embargo, los chillidos de los muertos inundaban aquel renio... Aquel era ciertamente digno de su otro nombre... El Reino de los Muertos. Entre blanca maldad encontró el niño un humilde santuario en medio de la niebla, y era este poco más que una sala vacía y una caja de juguetes mal guardada en una esquina. El suelo del lugar estaba cubierta de la niebla de la muerte. El niño se acercó lentamente a la caja de juguetes... Oía a su alrededor llantos de otros niños que ya no jugaban, estaban muertos... ¡Todos estaban muertos! La niebla se disipó y mil cadáveres constituían el suelo que pisaba el niño. ¡Muertos, todos muertos! Pisaba la muerte, y los juguetes estaban perdidos en muerte... Los muertos eran niños, de su edad quizás, niños muertos cuyos huesos descompuestos cubren el Reino de la Niebla. La niebla los oculta, pero la verdad era aquella, todo la superficie del reino estaba cubierta por los cadáveres de los niños del pasado. Y el niño caminaba hipnotizado hacía la caja de juguetes viejos y polvorientos. Y se vio atrapado por los llantos de los niños perdidos en el tiempo, y se vio arrastrado hacía un nuevo mundo, una nueva infancia en la caja de juguetes.
Capítulo 9: Gran Rey Rata (En homenaje a Queen).
Nota: Los diálogos de este capítulo están escritos partiendo de la letra de las canciones de Queen, todos, con mínimas excepciones, tienen su origen en una canción de dicho grupo. Si alguien consigue identificar todas las canciones ganará un premio espacial.
¿Donde estaba? En un mundo de juguete. A su alrededor juguetes gigantes eran casas, y pequeños seres, como él lo era ahora, le observaban con curiosidad, pero ninguno se atrevía a hablar con él. Estaba en un mundo dentro de la caja de juguetes. Siguiendo hacía el norte encontró aquel niño una gran rata vestida de rey, con su corona y todo, era el Gran Rey Rata montado en su caballito de madera.
- Niño, nunca has visto nada así en tu vida, ¿cierto? Vamos al paraíso y volvemos a la vida sin tiempo de elegir. Voces tras de nosotros nos recuerdan quien somos, porque nosotros mismos somos incapaces de mirar atrás. Yo soy aquel que llaman un rey sucio, el Gran Rey Rata, y voy a morir. ¿No te gustaría saber...? En mis cuarenta y cuatro años de vida... Cantan mis súbditos el Gran Rey Rata muere hoy. Antes de mi muerte te pido que recuperes algo por mi: No hay más vida en mi... Pero algo queda de mi en el mundo. La esfera mágica que contiene la esencia de mi descendencia... Los llamados "aquellos nacidos para ser reyes, destinados a mandar en el mundo" los inmortales Príncipes del Universo. Ha sido robada la esfera por la Reina Negra.
- No habléis más mi rey - en ese instante una joven guerrera, con su espada de juguete y todo, de cabellera rubia entra en la sala - Has pagado las deudas vez tras vez... Admitido la sentencia sin crimen y malos errores... Unos cuantos... Te han tirado arena a la cara aquellos que no han visto la verdadera bondad... ¡Pero debéis seguir adelante! Soy vuestro más fiel caballero, y una buena amiga...
- Joven intrépida... Este niño del otro mundo no viene a traernos rosas en un lecho de muerte o un último crucero de placer... Escuchad, niño, la Reina Negra me ha robado la esfera que contiene la esencia de aquellos que en tiempos oscuros lucharán por sobrevivir, ¿sabéis a quienes me refiero? Los llaman Príncipes del Universo. Durante la anual marcha de su ejercito... La marcha de la Reina Negra destruirá la esfera acabando con la esperanza de un nuevo rey.
- ¡Yo recuperaré la esfera y vos vivereis un día más, mi rey! - exclamó la joven guerrera antes de abandonar la presencia del Gran Rey Rata.
- Vamos, vamos, todo esta bien... He sido y soy un hombre malvado, un rey sucio y malvado... Todo esta bien. Partid ahora.
Y partió el niño a través del mundo de juguete. En una zona donde los juguetes pasaban de alegres a deprimentes y rotos, una multitud se agrupaba mientras una reina en negro, hablaba.
- Y entonces, lo vi entre aquella multitud... El visitante predicho de otro mundo. Niño del viento. Todos se arrodillan ante el Lord del Viento, todos se arrodillan... La multitud se disipó y el niño quedo expuesto ante la reina. Entonces apareció la intrépida guerrea.
- ¡Reina negra, de vuelve lo robado!
- Otro héroe... Otro villano sin relevancia. Aquí hago la diferencia.
- Así sea... Lo considero un desafío nunca antes visto en la raza humana... ¡Y no voy a perder!
Con su espada de juguete atacó a la reina que con su propia espada hirió a la caballero.
- Ahora... La gente ya no te hace de caparazón, siempre a tu alrededor sin que te des cuenta... La presencia. Siento mi corazón romperse por haber llegado la hora de enfrentarme al Lord del Viento. Sigamos las reglas de tu mundo, pues... En nuestra batalla.
Así fue como el niño entabló combate y venció a la Reina Negra.
- Derrotada... Pero mi sonrisa prevalece... Porque se lo que te queda por sufrir.
Desaparece la reina y lo hace la sagrada esfera. Lucecitas de colores danzan en su interior, la esfera transparente es tuya. La caída guerrera se levanta.
- Este reino... El reina de la Reina Negra... Esta completamente vacío. Espacios vacíos... ¿Por esto vivimos?
Volvieron ambos junto al Gran Rey Rata.
- Bien, bien... Será guardada la esfera en lugar seguro. Ahora, niño del viento, de vuelta a tu mundo llevarás esto contigo - consigues un Farol - Alumbrará tu camino a través de la niebla... De los abandonados lugares de este mundo. Y hoy muero.
- No digáis eso mi rey.
- ¿No entiendes, amiga mía, que por esto vivimos? Los cuentos de hadas del ayer pueden crecer, pero jamas mueren.
- Mi rey...
- Amiga mia... No hay más tiempo que gastar por nosotros... Aquello que contruye nuestros sueños enseguida se nos escapa... Lejos de nuestro alcance... Y yo me pregunto, ¿quién quiere vivir para siempre? No hay más oportunidades para mi... El mundo puede tener un único momento dulce... Que nos aleja cada vez más... ¿Quién quiere vivir para siempre? ¿A quién le importaría amar por siempre, o ser recordado siglo tras siglo? Pero... ¿Quién quiere vivir para siempre? Toca mis lágrimas... Acaricia mi rostro y dame un momento para recordar por siempre. ¡Por siempre es nuestro presente! ¿Quién quiere vivir para siempre? Cuando podemos tener el nunca jamas en una lágrima compartida... Amiga mía... ¡Mírame! ¡Puedo volvar! ¡El Show debe continuar!
El eco de sus últimas palabras siguió resonando mientras el niño despertaba en el abandonado lugar de los muertos pasados.
Capítulo 10: El poblado de los Pingüinos Parlantes.
Tras salir de nuevo al espeso mar de niebla el Farol obtenido empieza a brillar y flotar, guiando al niño a través d ella espesa niebla, hasta que esta se vuelve aún más espesa y todo a su alrededor cambia. La niebla se disipa y el niño aparece en un nuevo mundo, cubierto de hielo. No esta en ningún lugar del mapa conocido, y en ese mundo... ¡No hay Pokémons! Un poblado humilde se alza ante el niño. Se aproxima, esta habitado por unos extraños seres, como aves de color azulado, bajitas y aparentemente incapaces de volar. Habla con uno de ellos.
- Chaval, ¿de qué vas disfrazado? ¿Por qué me miras así? ¿nunca has visto un pingüino? Ah, lo que no habrás visto es uno que hable, ¿verdad? Pues bienvenido seas al Poblado de los Pingüinos Parlantes.
Pensando que aquellas criaturas podrían ser Pokémon el niño intento atrapar uno con una Pokéball, pero este habló enfadado.
- ¿Pero qué haces? ¡Psicópata! Alejate de mi, he dicho.
No, no se trataba de un Pokémon. Otro pingüino se acerco al ver al niño humano.
- Hacía mucho que no nos visitaba un humano, ¿sabes? Aunque uno de los nuestros afirma ser un humano atrapado en un cuerpo de pingüino. Un lunático, si me preguntas a mi. Vive en la casa más alejada.
Intrigado el niño puso rumbo a dicha casa. Una vez dentro se encontró a un pingüino muy alterado rodeado de bocetos de distintos y extraños seres.
- ¡Maldición, yo soy un dibujante! Pero, ¿¡como voy a dibujar con estas... aletas tan ridículas!? ¿Qué será de mis queridos personajes? - ve al niño - Oh, disculpa mis modales, ¡que ven mis ojos, un humano! Un niño, nada menos. Supongo que sabrás quien soy yo. O, claro que no, no en esta forma de pingüino. Soy el célebre dibujante Walt Disney. ¿No sabes quien soy? Vaya, no es un gran contratiempo. Escucha, estoy preso en este cuerpo por obra de una maldición, ¿me ayudarás? ¡Piensa en los niños! ¿Lo harás? - el niño asiente - ¡Bien! Lo primero que debes hacer es buscar mi boceto, si, un boceto muy importante, uno de esos malditos pájaros deformes me lo robo a mi llegada aquí. ¡Debes recuperarlo!
Sin dudarlo un instante el niño se aventuro en el poblado de los pingüinos, interrogando a esas extrañas aves. Una de ellas (femenina, pues llevaba un lazo en la cabeza) le dijo así:
- Pss... Me llaman la pajarita cotilla, ¿sabes el dicho "me lo dijo un pajarito"? ¡Es por mi! Que quede entre tu y yo pero el alcalde anda totalmente maravillado por un viejo boceto a lápiz que encontró en la nieve.
El niño se dirigió a la gran casa del alcalde en el centro del poblado. En la puerta había un pingüino que le cerro el paso.
- Quieto parado macho, si quieres pasar tendrás que contestar a mis preguntas... Antes te recomendaría pasearte por el poblado... ¿No? Esta bien... ¿Quieres empezar? - si - Empecemos.
Pregunta 1: ¿Cuántas casas hay en el poblado?
A: 12
B: 7
C: 8
Respuesta C.
Pregunta 2: ¿Cual es el nombre de dibujante extravagante?
A: Walt Disney.
B: Chuck Norris.
C: El Pato Donald.
Respuesta A.
Pregunta 3: ¿Cómo se llama el pingüino hiperactivo?
A: PikachuGuy.
B: Super Mario.
C: Kirby.
Respuesta B.
Pregunta 4: ¿Cuantos pingüinos hembras hay en el poblado?
A: 3.
B: 5.
C: ¿Acaso me estas usando para echarte moza?
Respuesta: B.
Pregunta 5: ¿Cual de los siguientes personajes es la primera creación del extravagante dibujante?
A: Mickey Mouse.
B: Pluto.
C: Oswald The Lucky Rabbit.
Respuesta C.
- ¡Eres la caña, macho! Puedes pasar.
El niño entra en la casa del alcalde del pueblo. Este examina ensimismado el boceto del señor Disney.
- Oh, ¿este boceto? Lo encontré tirado en la nieve, me fascina... Es algo llamado "Oh, what a Knight!" (Nota: Una de los primeros cortos de Walt Disney). Es fascinante. Oh, ¿necesitas el boceto para romper la maldición del dibujante? ¡No, es mio! ¿Entiendes? Mío, solo mío... ¡¡¡MI TESOROOOOOOO!!!
Walt Disney entra en la sala.
- Señor alcalde, le entiendo perfectamente, pero debe darse usted cuenta que eso es solamente un boceto. Mire, si nos da el boceta a este niño y a mi, cuando el maleficio este roto, le recompensaré.
- ¿Cómo?
- Puede enseñarle el corto original que se corresponde al boceto, lo tengo guardado como oro en paño.
- ¿Corto?
- Ya sabe, imágenes en movimiento.
- ¡Increíble! Imágenes... ¡En movimiento! Rápido, chaval, llevaré el corto y rompe la maldición de este buen señor - obtienes el corto.
Walt habla.
- Te veré en mi casa. ¡No tardes!
El niño se apresura hacia la casa de Disney.
- Bien, esta es la situación, resulta que Oswald, mi primera creación, ha atrapado a Mickey Mouse, su hermano mayor, en el mundo de este boceto. Además me ha echado esta terrible maldición para incapacitarme. Necesito que entres en el mundo del boceto y derrotes a Oswald, salvando a Mickey Mouse y rompiendo el maleficio. ¿Lo harás? - asiente el niño - Prepárate.
El boceto comienza entonces a brillar y flotar, y el niño es absorbido dentro en un santiamén.
Para decir que se me va mucho la pinza absteneos de comentar xDD. Nah, ahora en serio, espero que os guste. Sabemos que no parece para nada un guión para un juego de Pokémon, pero es que ese es nuestro objetivo principalmente. Recordad que no esta completo.
Gráficos:
Exposición de gráficos varios para el proyecto.
Protagonista:
Minisprite por Shawn:
Fakémons:
Shawn:
Disgeo:
Daroul:
Halkaz:
Avignis: (Back por Laecella mejorado por Ray Laé Àlfori).
Antroguro: (Back por Laecella mejorado por Ray Laé Àlfori).
Monolock:
Laecella:
Ptangodon:
Buaak: (Mejorado por Ray Laé Àlfori).
Lizaggle:
Tsuka:
Ketrideh: (Frontal mejorado por Shawn, back por Shawn, mejorado por Ray Laé Àlfori, mini por El_franco).
Mochila, boceto por Pokebuzo:
Artwork Ketrideh por Keijimatsu:
Tiles:
Tsuka:
En principio se utilizarán las tiles sin outline.
Otros:
Minibanner por Ray Laé Àlfori:
Música:
Temas sujetos a cambios, sin loopear (si alguien quiere ayudar con eso que contacte conmigo vía MP).
Pantalla del Título:
http://www.youtube.com/watch?v=NdJQopRuH1E
Video introducción:
http://www.youtube.com/watch?v=KeJLxG6OVA0&feature=related
Bosque Nacimiento:
http://www.youtube.com/watch?v=idMrbNoiMRg
Pueblo Caballa:
http://www.youtube.com/watch?v=aOJaKFjxc0I&feature=related
Centro Pokémon:
http://www.youtube.com/watch?v=C9EVngvk__4
Acantilado Candido:
http://www.youtube.com/watch?v=vL892vJJ9Mw&feature=related
Profesor Místico:
http://www.youtube.com/watch?v=WAh5-pmz3gM&feature=related
Ruta Aventurera:
http://www.youtube.com/watch?v=IYP1pTwfR3c
¡Pokémon Salvaje!
http://www.youtube.com/watch?v=_YbWZ-LgeOA&feature=related
Túnel Guerrilla:
http://www.youtube.com/watch?v=IZDKmmcSM4g&feature=related
Imágenes:
Imágenes de la versión temprana, teniendo en cuenta que aún esperamos el primer paquete de tiles solo hemos insertado minis y fakes, a parte de diseñar el pueblo inicial.
Créditos:
Equipo de DITW:
Pokebuzo (mapper y programador principal).
Ridgent/Sr Kaktus (idea original, dialogos, selección de música).
THIEF./The Doctor (guión, marketing, recursos humanos, selección de música).
Shawn (spriter).
Laecella (spriter).
Tsuka (tiler).
Ayudantes externos:
Ray Laé Àlfori (spriter).
El_franco (spriter).
Keijimatsu (artwork).
Eso es todo, creo (si me olvido de alguien avisad, ¿eh?). Alpha próximamente. Así que no me queda más que decir:
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