Author Id: 28259 Author Name: Amith Post Content: Los capturados Capítulo 20/? Historia: Reprimí los impulsos de ponerme en pie y correr hacia la puerta, quedándome sentado en un inmóvil silencio junto con toda la sala. Nunca supe si fue una advertencia de mi mente, un juego de la misma o sólo mi imaginación, pero pasados unos minutos de estar sentado a oscuras sentí por un instante la respiración de una persona en mi nuca. Un escalofrío recorrió mi espalda. Los nervios vencieron mi auto-control y al diablo con la calma y la quietud, me puse en pie y me abalancé hasta la mesa que tenía en frente, ocultándome debajo. Comencé a oír pasos. Mi frente estaba siendo recorrida por gotas de frío sudor y mis manos estaban empezando a temblar. Probablemente lo que hice después fue lo más infantil que hice en mi vida. Empecé a dudar sobre el cadáver que estaba en la esquina izquierda cundo entré en la habitación. Era éste momento en que mi cerebro debía trabajar. ¿Qué estaba sucediendo? ¿Acaso siempre hubo una persona en la sala y nunca me percaté? Por supuesto que siempre hubo una persona en la sala, el cadáver. Pero eso no era lo que estaba buscando. ¿Cómo había llegado quienquiera que estuviera conmigo a esta sala? En ningún momento se abrió la puerta, y para abrir la del pasaje secreto tienes que hacer un estruendo. ¿Había entrado por la ventilación? No, era muy probable que esa persona fuera un adulto. Además, abrir y cerrar rejillas de aire acondicionado en el albergue es toda una travesía. Pero, ¿qué estaba pasando, entonces? Por un momento quise convencerme de que me estaba volviendo loco o que estaba alucinando cosas. También quise pensar que todo esto era un simple sueño, y que iba a despertar pronto. Pero fue inútil. La única alternativa que me quedaba era la suposición de que la persona era el cadáver en el que me fijé al entrar. Pero a partir de eso había otras dos opciones: Lo primero y lo más absurdo, era que estaba siendo atacado por un zombi. Lo segundo, era que el cadáver nunca estuvo muerto, si no que era una persona actuando para pasar inadvertido. Pero eso implicaba que estaba esperando a que alguien pasara por aquí, y eso me dejaba nuevamente con más de una alternativa: Primero, había empezado una especie de motín por parte de los Superiores hacia los asesinos. Segundo, habían descubierto al grupo 3º. O tercero, nos habían descubierto a 01 y a mí. Daba lo mismo. Ahora lo único que quería hacer era verificar si luchaba contra un actor o contra un intruso. Me movilicé a gatas hasta que alcancé la esquina izquierda. No fue hasta ese momento en el que me percaté de que habían dejado de sonar los pasos. Extendí mi mano en busca de un cuerpo inerte. Nada. De acuerdo, debía calmarme. Tal vez estaba aún bastante lejos de la esquina. Avancé otro tramo hasta que mi cabeza chocó contra la pared. Me quedé inmóvil durante unos segundos, esperando que mi atacante no me hubiese oído y que aún siguiera lejos de la esquina. Extendí mi mano izquierda y encontré la pared que me faltaba. Arrastré mi mano hacia mí, sin dejar de tocar la pared, hasta que di con la intersección de ambas paredes. Fue entonces que me invadió momentáneamente el pánico. Comencé a oír los pasos otra vez y a buscar desesperado una salida de ese aprieto. Gateé hasta una especie de fuerte hecho de sillas que cayeron de esa forma. No había ni llegado cundo una bala me hizo un pequeño tajo en el mentón. Seguí gateando hasta hallarme completamente internado en ese enredo de tubos de acero y rueditas de plástico. Me dediqué a analizar la situación. El sujeto podía atacarme cuantas veces quisiera sin mover más que un dedo, y yo no podía si no esconderme como un cobarde. A eso le sumamos que no se veía un carajo y me encontraba herido. Recordé entonces que 01 me obligó a llevar conmigo la automática que hallamos en la salita por la cual nos colamos al albergue. Bien, pero el arma se encontraba en lo más profundo de mi mochila y correr el sierre significaría hacer ruido. Equivalente a que mi atacante me encontrara, si no lo había hecho ya. En esas estaba cuando el tajo de mi mentón empezó a sangrar. Una de las gotas cayó al piso e hizo un sonido completamente audible para cualquiera en este silencio absoluto. Sentí el cañón de una pistola pequeña golpear mi clavícula y luego toda mi columna retorcerse. Caí al frío suelo, aún dentro de esa fortaleza de sillas. Me dolía la cabeza y me estaba empezando a sentir mareado. Ningún músculo de mi cuerpo respondía a mis llamados de auxilio. En el último segundo de conciencia que me quedó antes de desmayarme, se encendieron las luces. Y en frente mío se hallaba el cadáver que vi en la esquina, sangrando por la boca. Y éste es el capítulo 20 ^^/ Subiré el que sigue cuando pueda :'3