En una de mis redadas mañaneras (porque sí, soy el defensor de la justicia... en cuanto a concursos nos referimos), he tenido la osadía de dañar a mis ojos, a mis oídos y a mi cerebro con toda una mierda culinaria. Sí, me refiero a ese concurso que está tan de moda, en el que se hacen pasar por críticos de cocina, nos referimos a Top Chef, un nuevo programita de Antena 3. En un concurso, hablando como juez, se debe premiar el esfuerzo y castigar la ineptitud. Cuando estás juzgando, dejas de ser amigo de otras personas, incluso familia, y pasas a ser un juez, un dictaminador del buen gusto y de la buena cualificación. Pues bien, en este último programa, se han pasado de rosca, y sólo hace falta ver los comentarios para ver un sangrado ocular en masa:

>>Mi lápiz de la fatalidad<<

Pero... ¡eh, amigos, que no pasa nada! Si concederle un privilegio a un concursante sobre otro, tan sólo por haber ganado una prueba sobre millones, es cooperativo con el trasiego del programa. ¡Oh oh! Y que los padres voten los platos sin tener en cuenta las limitaciones también es cooperativo para el trasiego del programa. ¡Ah, ah! Y no olvidemos, no olvidemos, que la presentación de un plato, aunque el sabor sea una mierda, es lo que importa en una comida.

Puede que el gordo ese de naranja dijera que si se encontraba "eso" en la calle (se refiere al taco mexicano que produjo una de las concursantes, Bárbara) no lo pisaría, pero la verdad, cuando encendí el televisor y puse el programa, el tufo a mierda borboteaba de sus axilas (pero vamos, la tele es como el vertedero municipal, cada día peor).

Olvidaba que eso sólo es un Reality Show, con olor a muerto, y que como concurso, no tiene validez NINGUNA.

PD: Debería dejar de tratar con mierda, uno se puede manchar hasta el cogote.
PD2: Entre Supervivientes, Sálvame y el c*ño de la Bernarda, estoy por tirar el televisor por la ventana, ahorraría mucha más luz, creedme.