Hay una enfermedad mental, muy parecida a la que dices, que es la autofagia. Realmente quien la sufre no busca complacer su apetito sexual, pero eso lo hace más oscuro.

Aquel infeliz que padezca del trastorno de autofagia, estará obsesionado con comerse a sí mismo, ya sea pequeñas porciones (empiezan por los dedos) como grandes (algo más extremo, como pueden ser extremidades enteras). Siente una obsesión insana, no puede pensar en otra cosa que no sea la idea de comerse a sí mismo. Hasta que lo consigue. Pero entonces no es suficiente y cada vez quiere más.