No has de deprimirte por el mero hecho de morirse. La vida no es bella, la vida es normal y corriente, simple. Ahora, si TÚ quieres, puedes hacer que la vida sea maravillosa. Consiguiendo guardar en tu interior recuerdos geniales de ella, y que cuando todo llegue a su fin, sepas que la vida ha sido el mejor regalo que te pudieron haber hecho.