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Iniciado por Milotix
Caminando por el espeso bosque, tropezando ya con las malezas de la vida, fue que encontró ese rayo de luz.
Parecióse que nunca había visto la luz, pues fue como el niño que logra caminar, como el prometido en el altar: una vida nueva se presentaba ante sus pies.
La maquinaria ya llevaba días, décadas, quizas siglos andando, sin guía, sin sentido alguno, ¿Pero es qué anduvo realmente durante siquiera un segundo? ¿Pero es qué anduvo siquiera con una dirección?
Andando, simplemente como barco a la deriva, como plancton llevado por las corrientes impuestas por otros peces, los cuales desconocía, pero le hacian marchar sin rumbo, sin norte.
Por fin vivía, por fin sentía, volvió a nacer, si es que alguna vez nació; sin embargo el reloj de arena estaba lleno, como bebe prematuro, la maquinaria se paró, irónicamente, cuando recien comenzaba.
¡Saludos y gracias por su atención!