Hace tiempo que no entraba al foro por estar pasando mis tiempos de ocio en otras cosas. Pero ya estoy acá de nuevo y me dieron ganas de intentar un fanfic.
Mi primer fanfic.
Lo escribiré espontáneamente y espero que les guste.
Serán prácticamente las crónicas bizarras de un entrenador Pokémon en Kanto.
Ficha:
Autor: Rofl
Título: Pokemón Macabro Lifestyle
Esperemos no entrar en política, sexo o discriminación que si no nos mandan al matadero. Jojo.
El nombre "El Piloto" no tiene nada que ver con un piloto de aviones sino un piloto de un show de TV, para ver que reacciones consigue de la audiencia y decidir si consigue una temporada con la cadena o no.
La fecha del día no tenía relevancia alguna, el ambiente en el Pueblo Paleta era bastante oscuro, la noche a estas horas no mostraba muchas estrellas, la luna estaba ahí pero parecía bastante solitaria y triste, el pueblo al ser pequeño no tenía postes con luces así que la oscuridad afuera solo era mayor, de todos modos a muchos no les importaba esto dado que en Pueblo Paleta la gente estaba acostumbrada a quedarse en sus casas antes que el reloj diera las 9 de la noche, cenando, leyendo un buen libro para luego dormir.
Nuestro protagonista, un joven de 17 años llamado Dorian se encontraba en su habitación en el segundo piso de su casa debajo de las sábanas sentado en su cama leyendo un libro ayudándose con una linterna a iluminarlo. Era un libro sobre los Pokémon Tipo Fuego, un artículo interesante sobre el Charizard de un ex-campeón de la Liga Pokémon.
La lectura que estaba realizando era interesante para nuestro protagonista quien se encontraba con bastante energía siendo que mañana recibiría a su primer Pokémon de parte del Profesor Oak.
Unos paso se escucharon detrás de la puerta de Dorian, instantáneamente el pensó que era su madre así que apagó su luz y se echó en su cama; no quería que lo atraparán a estas horas despierto cuando tendría que haber estado dormido desde hace horas ya.
La puerta no se abrió, el sonido no fueron las pisadas de su madre o padre así que el protagonista pensó que tan solo estaba alucinando cosas; de todos modos con la luz ya apagada decidió dormir de una vez por todas, porque después de todo este debía despertar temprano el día siguiente.
Horas después ya había amanecido, el despertador sonaba sin parar, Dorian apagó el sonido fastidioso que le indicaba que era tiempo de levantarse. Luego de estirarse un poco notó que ya era tarde así que de un salto se quitó las pijamas para colocarse su pantalón color crema, deportivas color rojas y su camiseta color roja tambien. Dorian era un muchacho de tamaño regular para su edad, 1.75, ojos marrones, cabello corto castaño, y un color de piel blanco bronceado.
Al terminar de vestirse bajó corriendo donde se encontró con su madre y padre quienes estaban en la sala leyendo unas revistas, había bajado muy tarde como para desayunar.
- VoydondeelProfesorOakluegovengo. - Balbuceó rápidamente Dorian mientras corría hacia la puerta y salía lo más rápido que podía. Estaba lloviendo fuertemente así que Dorian se mojó totalmente mientras corría por el pasto hasta llegar al laboratorio del Profesor Oak, donde habían unos Mightyenas ladrándole en la entrada, los cuales no podían acercarcele por una cerca que lo protegía. Dorian no era ningún James Bond así que no podría distraer a los feroces Pokémon y entrar al laboratorio del Profesor por lo que decidió gritar su nombre desde donde estaba esperando ser oído. - Profesor Oak!!!. - Gritó con enfásis colocando ambas manos a los lados de su boca, buscando que su grito fuese más alto y por ende escuchado.
No pasó mucho tiempo hasta que el Profesor salió por la puerta, el Profesor Oak era un hombre de edad quien se pasaba sus días cuidando a Pokémones que encontraba indefensos y los daba en adopción a entrenadores que buscaban emprender una aventura y necesitaban un compañero para que los cuide. El profesor tenía un bastón con el cual caminaba cojeando, tociendo, la edad de verdad lo había afectado. Llegó con pesar a la puerta y la abrió, haciéndole una seña a sus Mightyenas para que se fueran y dejarán al invitado pasar.
- Al fin llegas Dorian, cof cof... pasa porfavor. - Indicó el Profesor mientras caminaba a la puerta de su laboratorio tosiendo y cogeando cansado, Dorian no dijo nada en el camino, solo buscaba entrar rápido, esta lluvia no era nada divertida. Al entrar Dorian vió el laboratorio cuyas luces titilaban, el lugar estaba lleno de telarañas por doquier, bastante polvo en las máquinas oxidadas, un piso manchado, ciertos Spinaraks colgando del techo viéndolo de manera amenazadora. Esta era la primera vez que Dorian veía al Profesor Oak y todas las historias que contaban de él las confirmaba ahora.
- Tu padre me contó que necesitabas un Pokémon dado que te irías de viaje por Kanto... pues bien, tú dime que te parece esto. - Dijo el Profesor Oak arrastrando su voz mientras limpiaba el polvo de una mesa y pusó encima una jaula pequeña donde se encontraba un bastante alterado Mankey queriendo salir.
- Profesor, ese Mankey no parece apropiado para un Pokémon inicial. - Indicó Dorian con miedo señalando al Mankey quien parecía tener rabia por la espuma que salía por su boca.
- !Claro que no!, ese es tu trabajo... domesticarlo y estrechar lazos con él... pero bueno, si no te gusta, tengo solo unos cuantos más que puedes tomar. - El Profesor Oak parecía enfadado mientras hablaba y tosía al terminar su oración. El anciano empezó a caminar con su bastón de manera lenta hasta abrir una puerta de donde un Poochyena saltó raudamente sobre Dorian; Dorian con miedo cayó sentado para luego ver que el Poochyena tenía un collar con púas alrededor de su cuello que no lo dejaba acercarse a Dorian por completó, aunque por lo visto ganas no le faltaban. - ¿Este Pokémon?, Profesor... me quiere hacer daño, no puedo tenerlo. - Aseguró con bastante miedo en su voz alejándose del canino. - Excusas, excusas... sabes Dorian, seré honesto contigo; los Pokémones que tengo no están en las mejores condiciones posibles, por lo que darlos a otros como Pokémon inicial no es la opción correcta, no muchos saben esto... tu padre no lo sabía, pero bueno, así son las cosas... ahora es tu decisión ya sabiendo la verdad. ¿Estás dispuesto a coger un Pokémon de este lugar?... O preferirás buscarlo en otro lado... aunque debo advertirte que los Pokémones salvajes de la Ruta 1 no serán tan violentos como estos pero tampoco son amigables. - Terminó el Profesor Oak sentándose en una silla descansando. Nuestro héroe no lo pensó mucho, no querría agarrar un Pokémon de este laboratorio, sí es que podría llamarse a este lugar laboratorio; ahora en su mente él tan solo pensaba en irse de aquí lo más rápido posible. - Bueno Profesor, creo que mejor iré a la Ruta 1, no siento que un Pokémon tan agresivo sea tan bueno para empezar. - Dijo con cuidado Dorian para no enfadar al perturbado profesor que parecía dormido en esa silla, de pronto empezó a dirigirse a la puerta para salir sin quitarle la vista al profesor de encima, esperando que nada más pasase y se pudiera ir tranquilamente.
El profesor roncó fuertemente y se levantó viendo a Dorian. - Bueno bueno, tan solo anda, tengo otros asuntos en mi agenda. - Sin importancia concluyó el profesor para darle la espalda a Dorian y subir por las escaleras y abrir la puerta de lo que probablemente fuera su habitación y se oían llantos, llantos fuertes. Dorian tenía una intriga culpable y no pudó evitar subir un poco las escaleras notando quien lloraba... era un Jynx, un Jynx llorando fuertemente con un Mightyena rugiéndole de manera agresiva, el profesor cerró la puerta lentamente mientras lo último que pudó notar era al Mightyenda tacleando al Jynx.
La puerta ya se había cerrado y había visto demasiadas cosas, ahora si era momento de irse, así que Dorian bajó rápidamente abriendo la puerta del laboratorio. Pero la pregunta era ahora. ¿De dónde conseguiría nuestro héroe su primer Pokémon?