CAPÍTULO 3 - ORIGEN
El universo era basto y vacío, la oscuridad predominaba y la figura de Arceus deambulaba por el nuevo mundo, si hubiera existido luz se hubiera notado su mirada de preocupación sobre lo que debía hacer a continuación.
Decidió comenzar por el planeta Tierra.
-¡Litósfera!, ¡Hidrósfera!, ¡Atmósfera! -gritó Arceus mientras una bola de energía salía de su torso y tres figuras salían de este.
-¡Groudon!, ¡Kyogre!, ¡Rayquaza! -Ustedes llenarán el planeta con agua, tierra y aire!
De un gran alarido Groudon comenzó a llenar la tierra de lava y rocas incandescentes, al igual que Rayquaza llenaba la atmósfera con todo el vapor emanado de aquel infierno, y Kyogre condensaba las gotas de vapor creando así un gran océano.
Groudon hacía caso a su magnificencia, a los ojos del titán, el mundo era limitado y pequeño por lo que sus ojos hechos furia se voltearon en contra de su hermano Kyogre, quien también notaba los límites de su poder. Ambos dirigiéndose una mirada asesina se abalanzaron en una colosal pelea encima de sus propias creaciones.
Por el cuerpo de Rayquaza pasaba un desespero total y viendo como su mundo se iba a pique lanzó un alarido que calmó a los combatientes, uno a uno Groudon y Kyogre se alejaron para nunca verse y postrarse en las profundidades de aquel planeta.
Glamio observaba esta escena absorto y sentía como un ímpetu iba recorriendo todo su cuerpo.
-Veo que no soy el único que puedo ser destructivo -pensó para si Glamio- ¡Claro!, ¡Al igual que Groudon y Kyogre puedo ser apocalíptico, pero eso no quiere decir que sea mi función en esta vida!. Debo comenzar a buscarla.
En ese momento Arceus inundó el planeta con emociones.
-¡Emoción, sabiduría y voluntad! -gritó mientras otro Pokémon salía de sí.
Cresselia había nacido y con ella Azelf, Mesprit y Uxie. Glamio la miró y ella se devolvió una mirada indiferente. Se acercó a ella con pasos torpes y la saludó.
-¿Quién eres? -preguntó Cresselia.
-Mi nombre es Glamio, uno de los primeros Pokémons.
-¿Fuiste creado por Arceus? -preguntó.
-No -respondío Glamio mientras giraba su cabeza y seguía con sus ojos a Mew- nací yo mismo, tal vez un error, pero quiero crear cosas.
-Glamio, no tienes ADN -renegó Mew.
-No -respondió Glamio tristemente.
-Nunca podrás ser un verdadero Pokémon sin ADN, por eso yo poseo el mismo de Arceus y por ende el de todos los Pokémon existentes y por existir.
Cresselia dirigió una mirada de odio hacia Glamio y musitó.
-Hum, me voy de aquí tengo cosas más importantes que hablar con este fenómeno.
-¡Cuida los modales Cresslia! -respondió Mew- Glamio es buen tipo.
-¿Qué sentimientos va a tener esta bestia? -replicó Cresselia y se fue.
-Glamio no le hagas caso -dijo Mew apenado- sólo está un poco envidiosa de que naciste primero y sin ayuda, ven no te pongas así... Mejor acompáñame a recorrer el universo.
Glamio lo siguió, un poco triste por dentro, pero cuando el universo se iluminó olvidó por un momento la conversación.
-¡Son hermosas! -exclamó Glamio mientras veía todos aquellos puntitos blancos y amarillos que cubrían en universo.
-Las estrellas, se parecen un poco a las del viejo universo -dijo Mew- pero estas tienen su encanto.
Los dos Pokémon siguieron su camino por el frío espacio hasta llegar a un conjunto de rocas destruidas.
-Son los restos de la antigua tierra -dijo Mew- Arceus quería que me deshiciera de ellos pero los conservo.
-Siento vida en ellos -dijo Glamio.
-También ADN -musitó Mew.
Y ambos estaban en lo cierto. De la antigua tierra habían sobrevivido algunos virus y arqueo bacterias que ahora intentaban hacerse un lugar en este nuevo mundo.
En ese momento una de las estrellas comenzó a crecer y crecer hasta llegar al tamaño suficiente para advertir que era un Pokémon que se acercaba.
-Saludos -dijo Jirachi- Glamio, Arceus te necesita. ¡Y por cierto pide un deseo!.
Glamio sabía que quería y un gran ímpetu abordó todo su cuerpo.
-Deseo poder crear vida.
En ese momento Mew se tornó blanco y una cantidad de ADN viajó desde él hacia Glamio quien lo absorbió.
-¡Ahora tienes algo de mi ADN! -exclamó Mew.- Ahora sí eres un Pokémon como los demás.
Los tres regresaron a la Tierra. Lo que no sabían era que también el ADN de Mew había tocado las rocas, y tal vez algo extraño comenzaría a forjarse allí.
Regigigas se encontraba postrado en la Tierra mientras decía.
-¡Con hielo, hierro y roca! Terminaré el trabajo de crear este mundo! -exclamó.
Y así nacieron Regice, Registeel y Regirock y junto a su lider arrastraron los continentes. A petición de Arceus, Regigigas creó un continente extra, con una forma que recordaba a la Antigua Grecia donde milenios después se llamaría la Región de Cydonia.
Luego de la creación. El panteón Pokémon se encontraba descansando y Arceus rompió el silencio.
-Supongo que conocerán a Glamio ¿No es así? -preguntó.
Algunos Pokémon asintieron.
-He de informarlos que es ¡Una amenaza para este universo! ¡Debe ser destruido!
-¿Pero que es esto?, -preguntó Glamio trastornado ¡Si yo no quiero destruir el mundo!, Darkrai, Mew ¡Apoyenme!
Darkrai se giró dándole la espalda mientras Mew intentaba rogarle a Arceus.
-¡Pero el no es malo! -dijo Mew- No tenemos por qué hacerlo.
-Ya he hablado -proclamó Arceus- y ahora lo destruiré yo mismo. ¡Sentencia!
El aro del torso de Arceus se iluminó, una bola de energía se comenzó a cargar en su cabeza luego la liberó en forma de un rayo que golpeó contra Glamio. Todo el lugar se iluminó y una gran explosión retumbó por los alrededores.