CAPÍTULO 2 EXTINCIÓN
Era un hecho, entre aquellos pedazos de cascarón y materia inerte había emergido un cuarto Pokémon, Mew, Darkrai y Arceus lo observaban un poco inquietos y con su mirada clavada en él. Solo la voz de Arceus rompió aquel incómodo silencio.
-¿Quién eres, extraña criatura? -preguntó.
-¿Ah?, Glamio -respondió el extraño Pokémon.
-No se nada de ti -dijo Arceus extrañado.
La conversación se vio interrumpida con la llegada de un gran vórtice y a la materialización de un hombre en un traje.
-¡Mirad allí! -gritó Glamio mientras señalaba la luz proveniente del exterior.
-¿Y tu quién eres? -preguntó Larry extrañado.
El jefe de programadores tecleaba lo más rápido que podía mientras una gota de sudor bajaba de su frente, algo extraño está ocurriendo.
-¡Me está aislando de la base de datos! -exclamaba un programador.
-Continúen -seguía gritando el jefe de programadores mientras activaba la alarma.
-¡Ya está! -exclamó otro programador- hemos perdido la frecuencia del jefe.
-¡Mi padre! -gritó Dennis mientras dejaba caer su Nintendo y veía absorto el portal aún sin actividad.
-¡Sáquenlo rápido gritó el jefe de programadores! -a la vez que corría a calmar al niño.
El hombre del computador presionó el botón de compilación y el vórtice comenzó a mostrar habilidad pero lo que salió de allí heló la sangre de los presentes.
-¡Qué horror! -fue lo único que pudo exclamar el jefe de programación.
En el interior del simulador también lo que había ocurrido había helado la sangre un poco.
-¿Qué has hecho Glamio? -preguntó Mew trastornado.
-Sólo lo miré y sentí rabia -respondió Glamio también trastornado.
-Parece que tienes mucho poder -fue lo único que pudo decir Arceus un poco indiferente.
Darkrai un poco fuera de base logró musitar unas palabras
-Percibí una sensación extraña en ese Pokémon que acaba de entrar.
-¡No es un Pokémon!, ¡No es un amigo!. ¡Por eso lo destruí! -gritó Glamio.
Y eso era lo que los científicos y programadores contemplaban absortos, los huesos de Larry junto con el traje destruido. Dennis estaba completamente pálido y los demás hombres de la sala se encontraban en shock a ninguno se le pasó por la cabeza si quiera cerrar el portal que comunicaba el simulador con el mundo real.
Sobre los huesos de Larry emergió una criatura, los programadores observaban asustados como el doctor Frankenstein a su monstruo, su creación de hacía más de 30 años, tenían antes sus ojos un Pokémon real ¡Arceus!, ¡y no estaba sólo! junto a él emergió Mew, Darkrai y un Pokémon que nunca antes habían visto. Asustados miraron sus rojizos ojos y este les devolvió la mirada. Fue lo último que vieron.
Arceus pasó flotando por encima de los cadáveres, un niño se encontraba tendido en el suelo abrazando sus rodillas, levantó su cabeza y vio frente a Arceus.
-¡Arceus! -dijo el niño- tienes que ayudarnos, ese Pokemón está destruyendo todo, mató a mi padre -dijo con llanto mientras señalaba a Glamio.
Arceus no respondió y cambió su mirada hacia la de Glamio quien con solo un movimiento voló completamente el edificio.
-Parece que nos encontramos en un mundo paralelo -dijo Arceus.
-Nos conocen aquí -dijo Mew- excepto a Glamio, que fue creado por algún error.
-Este es el universo de nuestros creadores -dijo Arceus pausadamente.
-Y que haremos ahora -preguntó Darkrai.
-Sólo se hacer algo -dijo Arceus- Y es crear un mundo nuevo.
-¡Pero ya existe un mundo! -exclamó Glamio.
-Por ahora -rió Darkrai.
-Glamio -dijo Arceus- Destruye este mundo. Darkrai y Mew, si quieren acompáñenme quiero ver el mundo de mis creadores.
Hayato Kimura no dejaba de enfocar el destruido edificio que antes tenía paredes blancas e insignia de Nintendo mientras su colega dirigía el reportaje.
-¡Últimas Noticias!, aquí Yori Suzuki, nos encontramos en las ruinas del edificio de Nintendo, donde hace unos minutos según pobladores locales se han avistado criaturas similares a los de la franquicia "POKéMON" de aquella empresa, autoridades descartan ataque terrorista. ¡Pero mirad! ¡ES ARCEUS!
Hayato sintonizó la cámara hacía aquel ser que flotaba entre los edificios de Kioto, no estaba solo junto a él se encontraban Mew y Darkrai. Pero ni siquiera este echo se podría comparar a lo que vino a continuación.
Un gran terremoto seguido de una oleada de calor destruía los edificios y quemaba la piel y los ojos de los periodistas y en cuestión de segundos Japón dejó de existir.
-Ya lo he destruido -dijo Glamio jadeante.
-Eso no es nada -dijo Arceus serenamente, aún falta el resto del planeta.
Glamio asintió.
Darkrai viajaba por lugares donde había caído la noche intentaba averiguar quienes eran estos seres humano y al intentar entrar en su mente les causaba pesadillas, Darkrai quería hacer una broma así que buscó la causa de la mayor guerra de ese mundo y copió aquellos sentimientos, tal vez algún día los sembraría y se divertiría por un rato, algo inofensivo.
Mientras tanto Mew y Arceus pasaban por Grecia, a Arceus le llamó un poco la atención, y no era casualidad, los creadores de Nintendo habían incluido muchas ruinas griegas en la región de Shinnoh.
-¿Qué opinas Mew? -preguntó Arceus.
-Es una linda región -respondió Mew.
-Esto me ha dado una idea -exclamó Arceus pero creo que no ha llegado aún la hora.
Por fin había atardecido en aquel fatídico día, lo que antes fue el hermoso planeta Tierra era ahora un océano rojo rodeado de algunas rocas donde posiblemente la única vida sobreviviente fuese bacteriana. Luego el planeta explotó.
Arceus recogió la materia que quedaba de la tierra y al guardó dentro de sí, observó el universo y se sorprendió. ¡Era enorme!, casi infinito. No podía enviar a Glamio a que destruyera cada porción de aquel universo, necesitaba arreglarlo de alguna forma. Envió a Mew a que lo explorara mientras centraba su energía algo emergió en el espacio-tiempo.
De la nada Arceus fue creando a Dialga que con sus latidos fue sincronizando el tiempo del universo, y a Palkia quien con su respiración fue moldeando el espacio. Sin embargo, el espacio-tiempo propio de este universo comenzó a distorsionarse, y a generar baches y agujeros negro. Al mismo tiempo que la pelea entre Palkia y Dialga se incrementaba.
Darkrai tratando de ayudar intentó crear vida y generó un fantasma, bautizado como Giratina que se unió a esta colosal pelea. Poco a poco los agujeros negros y de gusano comenzaron a crecer y fueron absorbiendo todo aquel universo colapsado.
Arceus envió a Giratina a ese agujero que lo absorbió todo creando el Mundo Distorsión, donde se formó antimateria. Sin espacio ni tiempo solo se escuchaba el latir y las exhalación de Palkia y de Dialga.
De esta manera se normalizó el nuevo universo. Pero Arceus había olvidado algo, la materia de la antigua tierra que había rescatado. Así que envió a Mew para que la dejara en el Mundo Distorsión.
Glamio se encontraba cansado, así que se echó a dormir en aquel nuevo universo que construía junto con sus nuevos amigos.