8314-Historia_de_pokemon_renacer
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Lady Kaktus 12969
Prólogo

Un jueves, 6 de la mañana, golpearon mi puerta de tal manera que Laura (mi esposa) y yo pegamos un salto de la cama y aplastamos a Ziur (el skitty de Laura).
-anda ve tú- me susurró mi esposa entre la ensoñación y el dolor de cabeza que nos produjeron aquellos golpes-.
Sin discutir y con la sola esperanza de ir a dormir, baje las escaleras lenta y pesadamente, arrastrando todo mi ser. Había una tormenta que no veía en años por Enaires, así que imaginé que nuestro invitado no estaría de buen humor.
Abrí la puerta para encontrarme a un bruto chaval montado en dodrio que no se había dado cuenta de que había abierto la puerta y que casi me da un golpe en la nariz, le recibí con la cara más repulsiva y hostil que pude.
-hola- dijo entre los truenos y el estrépito de la lluvia -¿puedo pasar?-.
-¿quién lo pregunta?-.
El joven no esperó ni siquiera a que acabara la frase y paso manchando de barro mi preciosa alfombra de Mareep.
-Soy Norris, de la torre de órdenes del clan Sheriane, Chuck desea hablar con usted- anunció directo al grano-.
Si antes puse una cara hostil, ahora tenía puesta una que denotaba absolutamente lo desagradable de su visita.
-¿y tenía que ser a esta hora?- interrogué-.
- es que verá- respondió acercándose, bajando a voz y echándome todo su aliento a alcohol en la cara- es altamente secreto.
Aquello ya fue la gota que derramó el vaso, ¿secreto?, ¿con esos tremendísimos golpes? Lo más seguro es que se haya quedado en la taberna bebiendo y se vino a acordar ahora de lo que tenía que hacer, sin tener en cuenta la hora, ¡estaba durmiendo!
Le saqué a patadas.
-¡pero espere!- exclamó con la marca de un arañazo de Ziur en la cara, le cerré la puerta en las narices-.
Jueves, odio los jueves, nunca me han gustado.
Miré el sobre que dejó el joven sobre la mesa y lo abrí:
Estimado Carlos:
Te ruego que asistas este viernes a la torre de ordenes, necesitamos que trabajes en un asuntillo que Norris ya te habrá mencionado que es secreto, los detalles te los diré en el momento de nuestra reunión.
Hasta entonces:
Chuck Norris.
Me metí en la cama y acaricié el muslo de Laura, cariñosamente ella se giró y me abrazó.
-¿quién era?- preguntó-.
-un chico, Chuck me necesita mañana- murmuré entre un bostezo-.
-¿te acompaño?-.
-no, seguramente será algo aburrido como siempre-.
Y dormimos, los jueves, odio los jueves.
A la mañana siguiente (tarde mejor dicho, porque dormí hasta las 4 pasadas) salí corriendo a la base, Chuck me espera dentro del cuartel de la milicia, pokeball.
Hice una torpe reverencia, ya que nunca se me dieron bien ese tipo de cosas.
-déjate de chorradas y entra- exclamó con su voz pajizamente anciana-.
Al pasar entro de la sala de reuniones, me relajé y me senté.
- pensé que estaba jubilado- espeté, perdiéndole el respeto, ya que nadie nos veía- quedamos en eso ¿no?-.
Chuck, sentado al frente mío, me observó dubitativo.
- verá, tú eres el más capacitado para este trabajo, entiende que mis mejores entrenadores están luchando- empezó, escogiendo lo mejor posible sus palabras a mi parecer- y nunca, además, estuve de acuerdo con tu jubilación anticipada, eres demasiado joven para eso.
- pero aún así me la concediste…..-.
-¡nunca me gusto que fueras tan vago!- gritó hecho una furia y levantándose de repente- ¡tienes un talento que pocos y lo estas desperdiciando!.
Le miré a los ojos, hace tiempo atrás, Amayiro me enseñó muchas cosas, pero nunca logró quitarme lo que yo llamo una vida contemplativa.
-¿qué quieres que haga?- pregunté cediendo esperanzas- ¿de que trata?-.
-primero tienes que aceptar-
Tras cinco minutos de silencio respondí:
-supongo que un poco de acción no me vendría mal-.
-¿eso es un “Sí”?-.
-al menos en mi pueblo, sí-.
-está bien verás- empezó, como quien cuenta un cuento, con un destello que no veía en sus ojos hace mucho-. Algo raro está pasando últimamente en Aruville y en las tierras de Seliaran, cuando llegues allá, Norris te recibirá y si quieres, a tu esposa en su casa. Por cierto, ya me contó lo buenos amigos que sois.
-no veas cuanto, Chuck, haré el trabajo, Laura y yo buscaremos donde quedarnos, pero de Norris ni hablar- dije-.
-bueno, en eso discrepamos- refutó- el va hacer el trabajo contigo, es su primer trabajo serio y…….-.
-¡¿es tu hijo?!- pregunté cayendo en la cuenta-.
-pues si……,necesito que le endereces…..y-.
-¡¿por qué yo?! Arceus!- exclamé encomendándome a mi dios con sarcasmo-.
- al grano-.
-vale, vale, dime de qué trata-.
- Hace dos semanas a lo sumo- comenzó sacando un sobre y extendiéndomelo- una chica que estaba cazando torchicks vio algo sumamente raro….-.
-¿qué cosa?-.
-un Ninetales-.
-¿un Ninetales?-pregunte con sorna- ¿de eso va mi trabajo? ¿De un NNinetales?-.
-escúchame por favor, déjame acabar-.
-vale, continúa-.
-míra la foto, es mejor, esa foto muestra lo que pasó una semana más tarde de que la cazadora avistara al Ninetales en Aruville-.
Miré la fotografía y me quedé helado, la imagen mostraba, desde seguramente un árbol, como una manada de Ninetales salían corriendo por el puente de Seliaran despavoridos, atacando a todo lo que se les cruzaba.
-pero….-.
-Aruville está en cuarentena, necesito que vallas allí y averigües lo que a pasado-.
Asentí, después de todo, no era algo aburrido como la mayoría.