Cap. 1: EL caso Ninetales.

-¿Que diablos?- Exclame , sorprendido, la pokeball que contenia a Chusmo, mi Milecharge habia desaparecido -Otra vez nos ha robado el clan Gromberlist mientras dormiamos

Da igual cariño, aproximemonos ya a por la mision- Suspiro Laura, sabia el cariño que le tenia a aquella fusion entre mi Plusle y el Minum de mi difunta madre

-Si, tienes razon, aunque descuida, Chusmo, Algun dia, te rescatare de manos de esos rateros-

Tardamos al menos 4 días en llegar a Aruville. Tuvimos que ir a pie, ya que el estado de sellado en el que se encontraba nos impedía ir a través de un zogalón. (ya lo explicaré)

Al anochecer, nos detuvimos en el bosque, sin ni siquiera pensar en entrar en la ciudad amurallada, porque al ser mi misión secreta, los guardias que custodian la entrada no nos dejarían pasar.

Entre dos árboles, Laura, se las apaño para crear una tienda de campaña hecha a base de ramas y raíces de aquellos árboles, cuyas paredes eran tan resistentes como las de Aruville.

-No hay día en el que me arrepienta de haberte pedido matrimonio- le dije observando aquella maravilla de tienda-.
-para una vez que ruegas por algo en tu vida….-murmuró con sorna-.

Le miré, recorriendo su cuerpo con la mirada, su cuerpo moreno, curvas de muerte, vestido rojo, y lo que más me gusta, sus ojos, ojos pardos, salvajes, que se clavaron en los míos como dos imanes.

- y rogaría mil veces más- le respondí.

Y le bese. Aquella noche fue nuestra en su totalidad, tal vez por la influencia del bosque, o por aquel sentimiento tan sincero albergábamos los dos, el uno por el otro.

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Al amanecer, despertado por un inmenso estruendo que recorría la tranquilidad aparente del bosque, me levanté rápidamente arrastrando a Laura conmigo y nuestros ropajes, ya que por puro instinto, sabía que aquel ruido no auguraba nada bueno.

-¡sujétate a mí!- le grité para hacerme oír-.

Pegué un salto y alcancé la copa de un árbol, ahora el estruendo era claramente el sonido que produce una manada al correr y acercarse. En ese momento tuve mi primer encuentro con el suceso de Aruville.

Aquella manada era un montón de Ninetales.

Perseguían a unos Pokabu que se les notaba aterrorizados, ya que los Ninetales destrozaban literalmente al que alcanzaran.

Laura tenía una mirada de horror y tristeza mescladas, casi oía sus pensamientos ¿quién o qué podría causar aquel caos en la naturaleza?-
Con ello supe que nombre le pondría a aquella ecuación que por ahora solo tenía una incógnita: El caso Ninetales.

Le indique a Laura que nos vistiéramos, ya era hora de hablar con mis “contactos”, debíamos entrar en Aruville antes que los Ninetales también arrasaran con nosotros.

-No...- murmuro Laura, señalando al lugar donde se encontraban los Ninetales, pude ver a un pequeño Vulpix atrapado en un arbol en llamas , probablemente empujado alli por algun Pokabu recien evolucionado a Chaobuu ya que vi varios en la estampida que antes no estaban -Tenemos que salvarle-