El infierno, según la tradición dantesca, fue un lugar originado por la caída del ángel Lucifer en la tierra, desterrado del cielo como castigo por haber organizado una traición a costa del Todopoderoso (el viejo con barbas.)
Al caer Lucifer, la tierra se abrió, horrorizada por su pecado; al final tocó fondo y fue exiliado en lo más profundo del planeta; el hoyo desde entonces se llama Infierno, y ahí van a parar las almas de los que en vida cometieron pecados. La tierra desplazada, a continuacion, se acumuló en el otro extremo y formó la montaña del Purgatorio.