25444-\[Historia]_28\\10_-_Cap._10_-_Una_lágrima_por_el_mañana
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Akkien 19096
Título: Una Lágrima Por El Mañana
Autor: Akkien/Shiruba
Capítulos: 10/?? (Alrededor de 13)
Persona Gramatical: 3ra Persona.
Agradecimientos: Kotaro Uchikoshi, John Katzenbach, J.J. Benítez, Ben Bateman, Night, Laucha, Rayoazul, Yuminn, AmbidexEdition, WaH, PokéyPlay.

Este es un fic que comencé hace unas cuantas semanas como primera parte de una idea más grande que tengo ahora en mente. La segunda parte ya la tengo delineada desde hace bastante tiempo pero sentí la necesidad de hacerle una precuela. La segunda parte se titula "Un Rastro Para Recordar" y es en la que había basado mi antiguo proyecto: The Wandering, el cual sigue en suspensión indefinida hasta que consiga una tableta gráfica.

Para esta nueva historia, he querido mantener el aspecto psicológico, de misterio e incertidumbre. Los capítulos son relativamente cortos así que espero puedan darse un tiempo para leerlos. Si tienen alguna sugerencia, duda o quieren que corrija algo, siéntanse libres de comentarlo puesto que esta es una versión preliminar y está bastante lejos de ser final. A medida que vaya escribiendo esta historia, estoy seguro de que aprenderé y maduraré como escritor y persona, por lo que en verdad espero puedan enseñarme todo lo que consideren necesario.

Sin más preámbulo a la historia, les dejo una frase de introducción:

"No estamos hechos para el futuro; el futuro está hecho para cada uno de nosotros. Es una carrera para encontrar un punto de convergencia en el que nuestros ideales puedan coexistir; No importa si hace falta derramar una lágrima o una gota de sangre en el camino; o si lo logra un grupo o una sola persona, todo valga por un mejor mañana."

Por ahora solo les traigo el primer capítulo, y dependiendo del nivel de respuesta por parte de la comunidad actualizaré con los demás.


Capítulo 1: Una Lágrima Por Hoy

El sol apenas salía, se sentía una leve brisa y un calor agradable. El invierno recién terminaba, los pájaros hacían aparición de nuevo y las flores empezaban a brotar. Era un típico comienzo de primavera.

Para una persona que trabaja por la tarde, aún era muy temprano como para estar fuera de la cama. Pero ese no era el caso de algún estudiante, claro está. Ellos deben levantarse justo al inicio del día para poder asistir al instituto, donde se comparten memorias y se aprende paso a paso la clave de la existencia en la sociedad; La comunidad en la que viven los habitantes de una nación.


Leon De L'auche, un estudiante de la Secundaria Lambda, despertaba para ir a clases. Como de costumbre para él, no hacía nada interesante en su trayecto a la escuela: se cepillaba los dientes, se duchaba, se vestía de uniforme y comía el desayuno; Lo usual, a excepción de una cosa: hoy decidió verse al espejo que hay en toda la entrada justo antes de salir de casa. Su peculiar cabello castaño lo había heredado de su padre, y no estaba muy bien peinado que digamos. Sus ojos verdes resaltaban de forma prominente, éstos los había heredado de su madre. Pero hoy se veía en particular cansado, se le notaban las ojeras que tenía de haber estudiado todo el fin de semana anterior para sacar buena nota en el examen que tuvo ayer.


Normalmente Leon no presta atención en clase y pasa todo el día hablando con sus amigos, pero eso no impedía que mantuviese un buen promedio -el tercer mejor promedio de toda la secundaria, si es que se le permite alardear-, solo siendo superado por su amiga Camille y otro estudiante cuya historia no nos importa.


A medio camino de llegar a la escuela, Leon se detiene a observar su celular. Había recibido un mensaje de Camille:

-"No me esperes donde usualmente, ha habido un accidente y he tenido que tomar otra ruta para llegar. Nos vemos en la escuela. (:"

Sin mucho cambio en su rostro, guardó el celular en su bolsillo y siguió su camino, solo para ser interrumpido por un súbito dolor de cabeza que se sentía como si un rayo le hubiese caído encima. Su cara se tornó rojiza en cuestión de segundos y luego paso a un color bastante pálido provocándole un desmayo.

Pasaron unos cuantos minutos. Desafortunadamente para él, nadie pasó por el lugar como para ayudarlo, aunque eventualmente recobró la conciencia y sintió un fuerte deseo de vomitar.
Despreocupado por su estado físico pero sí por llegar a la escuela, Leon sacó su celular y observó la hora:

-"05 de Marzo. 7:46 a.m."

Sólo tenía cuatro minutos para llegar antes de que comenzara su clase, así que con las pocas fuerzas que tenía corrió hasta la escuela y entró a su salón justo un minuto antes de comenzar.

Sin siquiera pensarlo, dejo caer su maletín junto a su pupitre y acomodó sus brazos sobre él para poder apoyar su cabeza y descansar aunque sea unos segundos antes de que llegara el profesor.

Leon corría con suerte, pues su profesor tuvo un accidente de auto y pasaron diez minutos hasta que un suplente apareció, lo que le dió suficiente tiempo para descansar y reponer un poco de energía.

Típico de él, no prestaba atención a la clase y hablaba con sus amigos Sato y Camille, los cuales trataban de no hacerle caso para forzarlo a atender la clase:

-"Camille, ¿no dijiste que habías ido por otra ruta debido a un accidente?". Susurró Leon, con cara de sueño.
-"Sí, espero que no haya sido el profesor". Respondió Camille con preocupación.
-"Pues si fue el profesor mejor, así nos libramos de él por un tiempo" Interrumpió Sato con una sonrisa que no se la quitaba nadie.
-"Pero ni que el profesor fuera tan malo con nosotros, Sato" Respondió Leon mientras que hacía dibujos en su cuaderno.
-"Bueno, ya, que este profesor suplente se ve estricto y nos van a regañar" Dijo Camille volteando la cabeza hacía el pizarrón.
-"Tienes razón, ahora que lo pienso, creo que prefiero que este nuevo profesor sufra un accidente, mejor hablamos después de la clase" Añadió Sato.
-"Por favor, como si fuese capaz de decirnos algo" Dijo Leon con una risa sarcástica.
-"Shhh, que es tema nuevo" Camille ordena a Leon a callarse mientras copiaba apuntes en su cuaderno.

Estaba aburrido. No había nada que hacer. Sus amigos lo ignoraban, se había cansado de hacer garabatos en la parte posterior de su cuaderno, y la clase era de historia -ni siquiera debo explicarme en esto-.
No hacía ni treinta minutos desde la vez anterior cuando sintió nuevamente un dolor de cabeza intenso, razón por la que pidió permiso para ir a enfermería. Le dijeron que debía permanecer en cama, y que de preferencia se mantuviera en reposo durante un buen rato ya que podía ser algún caso de migraña.

Camille, quien se preocupaba mucho por él, decidió acompañarlo a casa. Naturalmente, Camille a lo largo de los años desarrollo una gran afección por Leon, cosa que ha demostrado al siempre estar a su cuidado cada vez que enfermaba o estaba solo.


Tomaron la misma ruta de ída para volver a casa. Al llegar podía sentirse la soledad dentro de las cuatro paredes; sus padres se habían ido de viaje por razones laborales.


Camille se aseguró de que Leon estuviese cómodo y descansando en su habitación, mientras se tomaba un tiempo para comprar algunas medicinas que le recomendó la enfermera.


-"Saldré a buscar las medicinas que me ordenó la enfermera, no te muevas mientras vuelvo". Dijo Camille desde la puerta.
-"Sí, sí, sí". Respondió Leon con un tono de fastidio.


Luego de un rato, Leon no pudo soportar estar en la cama y trató de bajar a la primera planta para tomar algo de agua. Por un momento, sintió como si hubiese algo más en la habitación, algo vivo, algo que lo observaba, algo más allá de su comprensión.


Un escalofrío recorrió toda su espalda y empezó a sentirse algo mareado. Camille entró por la puerta principal y encontró a Leon fuera de la cama, lo que hizo que se molestara con él, aunque nosotros sabemos bien que Camille no podría molestarse con nuestro protagonista por mucho tiempo, por lo que al cabo de unas horas ya estaban tranquilamente almorzando.
Eran las 3pm. Camille debía irse, así que dejó la cena preparada e hizo que Leon volviera a la cama por los momentos.


-"Ya debo irme, mi hermana me espera en casa, pero si vuelves a sentirte mal o necesitas algo, llámame y volveré". Dijo con una sonrisa.


Él asintió con la cabeza y volvió a cubrirse con la manta. Se escuchó el sonido de la puerta principal cerrarse. Casi al mismo tiempo, Leon empezó a sudar frío y sentirse mareado, como si se tratase de deshidratación; pero su orgullo era grande y se rehusó a llamar a Camille. Se sentía muy débil, sólo podía cubrirse con la manta y esperar a que todo se le pasara.
Cuando ya empezaba a sentirse mejor, volvió aquél fastidioso dolor de cabeza, esta vez más intenso que nunca, provocándole un desmayo por segunda vez este día.


Pasaron horas, muchas horas y él no despertaba. Cuando por fin abrió los ojos, en su estado de cansancio, desconcierto y desorientación, observó de nuevo la habitación, había luz. Una luz cálida del amanecer, que atravesaba las finas cortinas de su cuarto, algo que no podía dejar de admirar.


En medio del silencio, se escuchó el timbre que había configurado para los mensajes de su celular. Rápidamente lo tomó y lo revisó, pero no había mensaje alguno en su bandeja de entrada. Sin embargo, si hubo algo que le llamó la atención:


-"05 de Marzo. 6:46 a.m."


Leon se encontraba bastante sorprendido, no era nada común que su celular se comportara de tal manera, pero no le hizo caso.


-"Ha de ser algún virus o algo como eso". Pensó.


Una vez más se preparó para ir a clases, siguiendo su misma rutina y pasando por la misma calle, cuando recibió un mensaje:


-"No me esperes donde usualmente, ha habido un accidente y he tenido que tomar otra ruta para llegar. Nos vemos en la escuela. (:"


Le pareció extraño, pero asumió que un error estaba ligado con el otro, así que solo siguió a la escuela, donde repitió exactamente lo que había hecho el día anterior. El profesor suplente entró al salón y se presentó de nuevo, diciendo que el otro profesor había sufrido un accidente de tránsito.


Leon estaba confundido y petrificado, como si hubiese visto un espectro. La duda lo estaba carcomiendo: ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué todo vuelve a suceder?
Aterrado por dentro, y con la intriga de resolver a este dilema, se acercó a Camille y le preguntó:


-"Camille, ¿Podrías decirme que día es hoy?" Dijo Leon con un tono muy bajo y algo rasposo.
-"Hoy es cinco de Marzo". Respondió.


Leon no dijo nada más, solo permaneció inmóvil, sin poder decir nada al respecto. Así se mantuvo pálido por un par de minutos. Sin entender qué clase de acontecimiento anormal había pasado, él solo sabía que no le gustaba y que quería dejarlo cuanto antes.

Finalmente quiero cerrar el post con una cita de "Kotaro Uchikoshi", autor de la serie de juegos "Zero Escape", en la cual me he inspirado profundamente:

"Para una obra, ya sea una película, una novela, o un juego; lo que se ha escrito y divulgado es todo lo que hay en ella.
Mi teoría preciada es, 'Una vez que una obra deja las manos del autor, se convierte en obra del lector, que es quién la recibe'...
...Los invito a que dejen volar su imaginación y añadan a lo que aún no se ha escrito; Y la respuesta que nazca de vuestra mente será la verdadera respuesta"