25444-\[Historia]_28\\10_-_Cap._10_-_Una_lágrima_por_el_mañana
#14
Akkien 19096
Un poco tarde, pero aquí estoy.
Capítulo 5: Una Lágrima Por La Causalidad.


Las palabras de Raffaele se incrustaron en su mente por unos cuantos segundos, él no tenía idea de lo que acababa de pasar y sentía como si algo le faltase a su propia línea de pensamientos; no podía recordar nada, su mente estaba dándole vueltas. Sentía como si fuese un niño otra vez, recobrando la consciencia. Raffaele le había dicho que él había pasado días investigando para CODIAC, pero ¿qué era CODIAC? no tenía ni la más mínima pista, y además ¿cuándo se supone que Leon hizo la aplicación para ser un miembro?


-"Por favor sal de la habitación y espérame en el pasillo". Se escuchó la voz de nuevo.


Sin saber qué iba a suceder, Leon dio un paso afuera de la habitación para encontrarse con un hombre que llegaba por el lado derecho del pasillo. Se veía algo viejo, con cabello marrón claro y echado hacia atrás. Tenía una gabardina que le llegaba casi a las rodillas. Lo que lo sorprendió más fue el hecho de ver que el hombre llevaba un arma en el cinturón. Él no sabía si estar asustado.

-"Hola Leon, encantado de conocerte, soy Raffaele" fue lo que dijo el hombre.


Para Leon, ese nombre resultaba extrañamente familiar pero no podía sacar ninguna conclusión al respecto.


-"¿D-Dónde Estoy?" Dijo.
-"¿No lo recuerdas? Estás en las instalaciones de CODIAC, has estado viviendo aquí aproximadamente una semana mientras nos ayudabas con nuestra investigación" Le respondió Raffaele.
-"No puedo recordar nada, ¿Qué se supone que estaba investigando aquí?" Preguntó Leon con una mirada vacía.
Raffaele no dijo nada por un par de segundos "¿Seguro que no recuerdas nada? Deberías volver a revisar los documentos que dejaste en tu habitación. Date una ducha, ponte tu uniforme y acompáñame para darte un recorrido por el lugar" Dijo con una sonrisa un tanto falsa.


Leon no dijo nada más. Por muy extraño que pareciese, sí sabía dónde estaba su habitación, lo que lo hacía pensar que probablemente sí estuvo ayudando con la investigación. Al entrar al cuarto notó unos cuantos papeles sobre una de las mesas auxiliares; decían varias cosas que no entendía:


-"...Espectro Invertido, Percepción Extrasensorial, Efecto Zeigarnik..."


¿Qué se supone que significaban esas cosas? Un pensamiento lo golpeó fuertemente: "¿Estos papeles en verdad estaban aquí antes?" Leon simplemente los ignoró por los momentos y revisó el armario. Había una camisa, un pantalón, una chaqueta que decía CODIAC en la parte posterior, un cinturón de pecho para portar armas, y aunque no había un arma ahí, sí había un celular. Al notarlo, otra vez lo desconcertó una pregunta "¿No traía un celular conmigo?", se quedó pensando en eso un buen rato y luego decidió definitivamente darse un baño. Al salir vio su rostro en el espejo, tenía ojeras y el cabello despeinado, "¿Era este mi rostro?", pensó, "Debo estar volviéndome loco". Se frotó los ojos y se puso el uniforme, el cinturón y la chaqueta; tomó el celular y trató de ver qué había en él, una vez encendido, se mostró lo siguiente: "Habitación C-06. Acceso: 00261" y luego se vio un pequeño perfil con su foto, edad y nombre.


Leon trató de revisar algunas funciones del celular pero no pudo hacer nada más. Asumió que sí era su celular, y que quizá su reciente falta de memoria lo estaba afectando. Seguido de eso intentó salir de la habitación, el único problema era que no sabía la contraseña de la puerta pero él no era tan tonto, recordó lo que había mostrado el teléfono, eso definitivamente debía ser la forma de entrar y salir de esta habitación.
Ingreso los números uno por uno: 0-0-2-6-1. Aparecieron unas letras verdes que decían "Abierto" en una pequeña pantalla junto al teclado de ingreso. Seguido de eso la puerta se abrió sola y Leon pudo salir.


Raffaele lo estaba esperando afuera.


-"Veo que estás listo. Sígueme, te enseñaré primero esta parte de las instalaciones."


Leon solo asintió con la cabeza, estaba completamente perdido sin pista alguna de lo que él mismo estaba haciendo. Dieron unos cuantos pasos más y Raffaele volvió a hablar.


-"Aquí están las habitaciones del Ala C. Al igual que tú, hay otras personas que también aplicaron para formar parte de esta cooperativa. En total, hay 10 habitaciones, lo que quiere decir que hay otros 9 miembros nuevos además de ti, estoy seguro de que los conocerás pronto." Siguió caminando mientras hablaba. "Esta es la Sala de TEC, se podría decir que aquí es donde verificamos vuestro potencial como miembros y decidimos si aprueban o no."


Leon permanecía en silencio, no sabía como actuar ante la situación, simplemente seguía a Raffaele por todo el lugar mientras él le explicaba. Pasaron por varios pasillos que incluían una biblioteca virtual, varios laboratorios químicos, laboratorios biológicos, almacenes, salas de investigación, un centro médico y el cuarto de cámaras y seguridad. Era impresionante todo lo que había, y eso que se supone que solo íba a mostrarle el Ala C de las instalaciones; el lugar debía ser inmenso.
Finalmente llegaron a una sala con un par de muebles, una cafetería, un bar y varias mesas.


-"Esta es la sala casual, aquí es donde el personal se toma un descanso de las investigaciones. Siempre que te sientas fatigado, puedes visitar esta habitación, la organización no quiere imponer un horario estricto a los miembros; nuestro líder piensa que al dejarlos actuar libremente se puede desvelar un mayor desempeño de su parte." Dijo Raffaele.


Hubo un corto silencio y en ese justo momento se escuchó una voz muy baja salir de adentro de su gabardina. -"Raffaele, necesito que vayas al cuarto de seguridad. Acabamos de sufrir una baja de seguridad muy crítica, necesito que actives el protocolo de emergencia".


Se podía ver el terror en la cara de Raffaele, indiscutiblemente eso era algo muy malo. Raffaele ignoró el recorrido por el momento y fue a toda velocidad al cuarto de seguridad. Leon no evitaba la curiosidad, así que lo siguió. Al entrar, notó que habían pantallas en todas partes y varios teclados, luces y botones. No se había dado cuenta de que Raffaele ya había empezado a teclear a una velocidad increíble, solo le dió tiempo de verlo presionar el último botón, que hizo que una voz se escuchara por todo el lugar.


-"Protocolo de emergencia activado. Aislando Ala C. Cortando acceso exterior. Temperatura: 292,27 Kelvin. Presión Atmosférica: 107,94 KiloPascales. Número de Individuos: Catorce."
-"¿¡Qué!?" Gritó Raffaele, se le veía muy agitado. Leon pudo notar que habló con el cuello de su gabardina, al parecer tenía un micrófono ahí "¿¡Oíste eso!? ¡Catorce Individuos! ¡Hay dos infiltrados! ¡Quiero que vayas alistando a todo el personal, esta situación es muy grave!"


Raffaele se volteó y se dio cuenta de que Leon lo había seguido. Suspiró y le hablo con calma.


-"Debes volver a tu habitación en este instante y cerrar la puerta, por lo que más quieras no salgas de ahí hasta que yo te avise. Por último, necesito que mantengas la calma y no intentes ninguna locura, nosotros estamos preparados para esta situación"


Leon estaba horrorizado, no solo porque todo esto había ocurrido en cuestión de segundos, sino porque no entendía qué demonios estaba sucediendo. Él tenía demasiadas preguntas, pero por los momentos solo hizo caso de lo que le habían dicho. Fue a su habitación y se encerró ahí.



Al llegar, la puerta se cerró detrás de él. Tenía mucha ansiedad por saber qué ocurriría afuera. Se lanzó a la cama, y queriendo distraerse de eso, empezó a pensar en como había llegado a este lugar; fue ahí cuando recordó que estaban esos papeles sobre la mesa. Decidió darles una ojeada a cada uno, pero no importaba el esfuerzo que hiciera, no había manera de entender lo que decían. Le dio un vistazo a toda la habitación, trató de encender el televisor pero no podía hacer que funcionara, se dió cuenta de que había una pequeña ranura en la parte de abajo, aunque no sabía para qué servía. Se quedó con la mente en blanco mirando al techo. Pasaron unas dos horas y Leon decidió tomar un poco de refresco del que había en la nevera.


Mientras tomaba, se escucharon varios disparos en el pasillo. Leon saltó de terror y dejó caer el vaso plástico, derramando el refresco. ¿Qué había pasado ahí afuera? Él no se podía mover del miedo, le temblaban las rodillas. Seguido de eso, la luz de algunas lamparas se apagaron, otras titilaban. Leon sucumbió en pánico y por unos instantes olvidó lo que le había dicho Raffaele en el cuarto de seguridad. Se movió lentamente hacia la cama y se volvió a acostar a esperar que todo terminara.


Pasaron otras dos horas y Leon ya se estaba cansando de estar acostado sin hacer nada, sintió que no estaba haciendo nada productivo con solo estar ahí; pero más que eso, él quería saber qué era todo lo que sucedía en el pasillo. Sudando frío, se acercó a la puerta e ingresó la clave de nuevo. La puerta se abrió. Solo algunas luces del pasillo funcionaban, tal cual como su cuarto. Leon estaba muy tenso; salió lentamente de la habitación, miró a su izquierda solo para distinguir el pasillo oscuro; al voltear para ver al lado derecho se llevó un gran susto. Lo que había visto lo dejó petrificado; no solo era el charco de sangre en el piso, había un cuerpo baleado ahí. Una de las luces se encendió por un momento y pudo distinguir mejor el cadáver: un hombre en sus cuarentas, con una gabardina y cabello marrón claro, no había duda de ello, era Raffaele.
Y como no me gusta que las historias se solapen unas a otras, vayan y lean lo que recién ha subido Lord Kelmo: "Mi Amigo Es Un Elfo".