Con la ignorancia, nunca te harás fuerte. Es la verdad la que arranca tus tejidos moribundos, tus tejidos débiles, te hace ver las cosas como son y te fortaleces, te vuelves exigente, te cuidas más, logras adaptarte mejor y, con el tiempo, aquellos que te engañaron pagarán las consecuencias, ya que todo está conectado, y cada acción tiene sus consecuencias.
Viva la verdad.