Diario de Niko
Miercoles, 4 de junio de 2013
» Hola, diario que acabo de estrenar. Me llamo Niko Gutierrez y tengo 15 años.
» Hoy es el segundo aniversario del día en que la cúpula invadió la villa. Me desperté de inmediato por culpa de una voz grave, espectral que decía:
-Niko, salvador de trescientas mil personas y próxima víctima...
Miré a mi alrededor, no había nada salvo mi smartphone que estaba encendido en vez de tener la pantalla apagada. No le dí demasiada importancia, pues pasaba eso cuando estaba cargado o cuando lo conectaba a enchufe.
Me levanté preocupado, era el aniversario de la tragedia y podría pasar algo terrible si no iba con cuidado. Solo por si pasaba...
Desayuné crêpes, cogí el dinero para coger el autocar pueblo-ciudad, pero al salir se me empezó a dormir el brazo. Lo moví pero sentía que tenía menos contacto con el. Lo moví como pude, pero me fué a peor, muy a peor...
No podía ni mover el brazo, parecía como si ya no tuviera contacto con el. Se me quedó blanco, no blanco de blanco, sino blanco de que no está moreno.
Le pedí al conductor si podía parar en el hospital, el asintió. Menos mal que tenía la bandolera que tenía el ordenador puesta, que si no...
» En el hospital, pedí cita. Ellos me atendieron rápidamente.
"Esto es grave, tendrás que venir mañana si va a peor" me dijo la enfermera mientras me ponía como un pañuelo en el hombro, que sujetaba el brazo. Me hicieron un justificante que decía:
"Miercoles 4/VI/2013
Niko Gutierrez, del instituto tal de
la ciudad cual, no podrá salir a
recreo ni hacer actividades físicas
o semejantes que requieran usar
los brazos.
Medico del hospital S.P.D.A
(firma)"
Me llevaron en un taxi pagado al instituto, donde una vez ahí, empecé a mover el brazo, pero mientras caminaba, sentí como si los ojos se descontrolasen, que mis piernas me fallaban, y al final, me caí en la puerta de clase.
El ruido se escuchó desde fuera, y el profesor fué a abrir la puerta a ver que pasaba.
Me vió tumbado en el suelo bocabajo, y llamó inmediatamente al profesor de primeros auxilios. Todos mis compañeros me miraban y se asomaban sin acercarse a mi. Me desmallé y me desperté en casa.
Segun lo que me ha contado mi amigo Claudio, me levanté y le pegué un puñetazo al cuello al profesor, que venía corriendo a llevarme a secretaría. El golpe le dejó inconsciente, y me fuí tranquilamente tirando el pañuelo.
» En casa me desperté a las 21:57 de la tarde, me hice unos cereales y me fuí a dormir.
PD: Esto lo estoy escribiendo el jueves.
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Cualquier error comentadmelo, he tardado porque mi editor se ha comido mis 5 capítulos de prueba, y uno era el que iba a postear.
Cualquier nombre parecido es pura coincidencia.