Aunque sea nueva aqui, no significa q no pueda estrenar este nuevo espacio artistico. Publico mi corto fic, diferente a cualquiera que hubieran visto antes ¿:., excepto q lo hayan leido en otras paginas ya q este esta presente en 4 paginas...
Nunca se preguntaron "Como Los Pokémon Llegaron Al Mundo"?
Prólogo
Mi nombre es Agustina. Tengo 12 años. Amo los Pokémon ahora, antes y, también lo haré en el futuro, aunque solo existían en la imaginación de Satoshi Tajiri, el creador. Siempre los ame soy una gran fan de ellos. Mis amigos también lo son, pero nadie me gana. Esta es la historia de cómo ellos, los Pokémon, llegaron a la Tierra o, mejor dicho, como fueron traídos a ella.
Capítulo 1: La Medalla Pokémon
Era una noche muy oscura. Yo estaba jugando con mi Nintendo DS, mi hermana jugando con sus millones de Barbies, mi papá en el taller, la televisión encendida…Todo igual que siempre. Mi mamá estaba regando las plantas del balcón:
-¿¡Agus esto es tuyo!?-mi mamá gritó.
-¿¡Que!?-respondí yo, mientras soltaba mi Nintendo DS y me dirigía al balcón.
-Esto, Agus, lo encontré mientras regaba las plantas, ¿Es tuyo?-me dijo mientras me entregaba una especie de medalla pequeña y brillante, toda sucia por la tierra húmeda.
-No, no es mía.-le respondí mientras la sostenía y la limpiaba. Brillaba. Y mucho. Parecía oro.
-Le voy a preguntar a Mariana (mi hermana), si es suya.
-No, ma deja no le preguntes, se que no es de ella.-le dije antes de que de un paso más. ¡La medalla tenía la imagen de Mew, mi Pokémon favorito! Mi mamá fue a apagar la manguera.
Cuando levanté la vista, en el cielo oscuro, vi algo volando. Volaba de arriba abajo, a veces daba un pequeño giro o doblaba…Pero siempre se dirigía a la misma dirección. Me quedé un rato largo mirando tal extraordinario evento. No sé porque, pero me gustaba ver a esa pequeña criatura. Criatura, porque no sabía lo que era.
-¡Ma! Mira eso volando ¿Qué es?
-¿Qué cosa?
-Ma eso, ¿No lo ves?
-Debe ser un avión o un helicóptero.-dijo mi mamá tranquilizándome.
Aparentemente mi mamá no lo veía…De pronto, se me calló la medalla de la mano.
-¿Eh? ¡Desapareció!-dije muy sorprendidamente. Luego agarré la medalla del suelo y…
-¡Volvió a aparecer!-dije mirando a la criatura y al mismo tiempo a la medalla.
Entonces empecé a jugar con ella, tirándola al piso, volviéndola a agarrar…Me dí cuenta que cuando la tocaba veía a la criatura y cuando no, no. Fui corriendo a buscar mis binoculares, para observarla más de cerca. Era rosada no había confusión. Tenía una larga cola, de aproximadamente el largo de su cuerpo y unas patas pequeñas pero como las de un canguro. Eso era lo único que podía distinguir, ya que estaba dada vuelta dirigiéndose al otro lado.