Capítulo 9: Preparados Para La Batalla
Pasaron noches que continuamos con la huida pero ahora, junto a Elm nuestro nuevo amigo. Elm tomó ese apodo por su gran parecido con el profesor Elm de Johto. Siempre eso me causó mucha gracia no sé porque. Llegamos a un punto que no podíamos seguir huyendo, nadie puede vivir toda su vida huyendo. Decidimos que teníamos que enfrentarlo.
Del tema de enfrentar a todo el que quisiera atrapar a Mew, fue idea de Elm. Luego de la propuesta no fue un tema que discutiéramos a diario, pero tarde o temprano debíamos hacerlo.
Pensamos proponiendo un torneo de batallas Pokémon. Sí, debíamos pelear no podíamos hacer las paces solamente hablando. La única persona que estaba de mi lado era Elm y mis amigos. Decidimos que volveríamos a casa y buscaríamos a mis amigos y las personas que quisieran ayudar. Durante una oscura noche frente a la fogata tuvimos una conversación en la cuál decidimos junto a Elm y su recién atrapado Totodile, con un extraño y grande prototipo de Pokéball.
-¿Qué te parece si hacemos una especie de torneo? Si nosotros ganamos nos dejan en paz y si ellos ganan…-dijo Elm primero con una cara brillante y con sus últimas palabras nuestros iluminados rostros habían cambiado a tener una triste expresión.
Ninguno sabía que pasaría si los científicos ganarían ese torneo. La única idea fue que elegirían llevarse a mi preciado amigo Mew.
-No podría permitir eso, ver el rostro de Mew, es algo que no puedo permitir que suceda…-dije yo mirando, con una pequeña forzada y triste sonrisa, a mi alegre Mew que jugaba con Totodile a la luz de la luna.-No se si lo entiendas, pero es lo más preciado que tengo en este momento, lo protegeré aunque se niegue es mi amigo.
-De todas formas sólo somos dos, tú y yo, excepto que tus amigos estén de tu lado.-dijo cambiando de tema.
-Espero que sí no quiero perder a Mew, bueno en fin voy a dormir, así mañana volvemos a buscar a mis amigos y mandar una invitación al torneo.-dije yo dejando totalmente boquiabierta a Elm, ya que lo había dicho sonriendo cómo si el comentario de antes sobre perder a Mew nunca se hubiera hecho.-Dile a Mew que venga a dormir porque mañana vamos a tener un largo viaje, ¡Buenas noches!...
Y así fue nos levantamos temprano y como se había hecho costumbre nuestro despertador, Totodile, mordió la mano de Elm y por supuesto, quién no gritaría cuando un Totodile con dientes afilados te muerde la mano, así que el grito de Elm y la causa, fue nuestro despertador esa mañana. Después de caminar por horas, el silencio se rompió.
-Oye, Agus, ¿Puedo preguntarte algo?-dijo Elm intentando captar mi atención.
-Sí, claro ¿Qué pasa?-respondí sin prestarle atención, estaba entretenida mirando el cielo azul y unos pequeños Bidoof corriendo a nuestro lado.
-Quiero preguntarte por tu decisión, de realizar el torneo, no te veo preocupada por ello.-dijo Elm cuando yo me dí vuelta y puse cara de no saber que decía.-Aunque podrías perder a Mew…
-Ah…-dije yo interrumpiendo-Eso…si bueno me decidí porque…no quería seguir escapando quiero vivir tranquilamente con Mew.
-Que bueno…-dijo aliviado.
-¡Oye esa es la casa de Rocío, mi mejor amiga!-dije interrumpiendo por segunda vez y dirigiéndome hacia allá.
Fui corriendo junto a Mew a mi lado y toqué la puerta. Nadie salía. Toque cómo tres veces más. Y salió un adolescente de mi edad más o menos 20 años alto con pelo oscuro.
-Hola Juan, ¿Esta Ro?-le pregunté al hermano mayor de Rocío, Juan.
-Hola Agus, sí esta ahora la llamo-me respondió mientras se daba vuelta mirando otra vez para el interior de la casa.- ¡Ro…!
-¡Ya voy, ya voy!-dijo una voz desde el balcón de la gran casa.- ¡¿Qué pasa?!
-¡Agustina te vino a visitar!-respondió.
-¿¡Qué!?-respondió una chica de mi edad baja con pelo oscuro que se asomaba por el balcón.- ¡Agus!-gritó cuando Rocío me vio-Ya bajo.
-Ahora sí, hola… Agus.-dijo Rocío agitada por bajar las escaleras rápido-Voy a caminar con ella Juan, ya vengo.
-Sí está bien.-dijo Juan mientras cerraba la puerta.
-¿Por qué dejaste de venir al laboratorio?-dijo Rocío.
-En realidad me fui de mi casa.-dije yo sonriendo inocentemente y fui ahí cuando me dí cuenta de que había una pequeña criatura amarilla y blanca con el pelaje erizado.-Ro, ¿Ese Jolteon es…Casper?
-Sí, viste que los animales se convirtieron en Pokémon, bueno Casper, mi perro, ahora es un poderoso Jolteon-dijo mientras acariciaba la cabeza de Casper.-Y parece que Mew también te acompaña…¡Momento! ¡Dijiste que te fuiste!-dijo cambiando su cara pacífica, a una terriblemente sorpresiva expresión.
-¡No me asustes!-grité yo, me pareció que en ese momento me había convertido en un personaje de Anime totalmente sorprendido.-Bueno, para lo que vine fue para pedirte si pudieras ayudarme en un ¡Torneo!
Del tema de enfrentar a todo el que quisiera atrapar a Mew, fue idea de Elm. Luego de la propuesta no fue un tema que discutiéramos a diario, pero tarde o temprano debíamos hacerlo.
Pensamos proponiendo un torneo de batallas Pokémon. Sí, debíamos pelear no podíamos hacer las paces solamente hablando. La única persona que estaba de mi lado era Elm y mis amigos. Decidimos que volveríamos a casa y buscaríamos a mis amigos y las personas que quisieran ayudar. Durante una oscura noche frente a la fogata tuvimos una conversación en la cuál decidimos junto a Elm y su recién atrapado Totodile, con un extraño y grande prototipo de Pokéball.
-¿Qué te parece si hacemos una especie de torneo? Si nosotros ganamos nos dejan en paz y si ellos ganan…-dijo Elm primero con una cara brillante y con sus últimas palabras nuestros iluminados rostros habían cambiado a tener una triste expresión.
Ninguno sabía que pasaría si los científicos ganarían ese torneo. La única idea fue que elegirían llevarse a mi preciado amigo Mew.
-No podría permitir eso, ver el rostro de Mew, es algo que no puedo permitir que suceda…-dije yo mirando, con una pequeña forzada y triste sonrisa, a mi alegre Mew que jugaba con Totodile a la luz de la luna.-No se si lo entiendas, pero es lo más preciado que tengo en este momento, lo protegeré aunque se niegue es mi amigo.
-De todas formas sólo somos dos, tú y yo, excepto que tus amigos estén de tu lado.-dijo cambiando de tema.
-Espero que sí no quiero perder a Mew, bueno en fin voy a dormir, así mañana volvemos a buscar a mis amigos y mandar una invitación al torneo.-dije yo dejando totalmente boquiabierta a Elm, ya que lo había dicho sonriendo cómo si el comentario de antes sobre perder a Mew nunca se hubiera hecho.-Dile a Mew que venga a dormir porque mañana vamos a tener un largo viaje, ¡Buenas noches!...
Y así fue nos levantamos temprano y como se había hecho costumbre nuestro despertador, Totodile, mordió la mano de Elm y por supuesto, quién no gritaría cuando un Totodile con dientes afilados te muerde la mano, así que el grito de Elm y la causa, fue nuestro despertador esa mañana. Después de caminar por horas, el silencio se rompió.
-Oye, Agus, ¿Puedo preguntarte algo?-dijo Elm intentando captar mi atención.
-Sí, claro ¿Qué pasa?-respondí sin prestarle atención, estaba entretenida mirando el cielo azul y unos pequeños Bidoof corriendo a nuestro lado.
-Quiero preguntarte por tu decisión, de realizar el torneo, no te veo preocupada por ello.-dijo Elm cuando yo me dí vuelta y puse cara de no saber que decía.-Aunque podrías perder a Mew…
-Ah…-dije yo interrumpiendo-Eso…si bueno me decidí porque…no quería seguir escapando quiero vivir tranquilamente con Mew.
-Que bueno…-dijo aliviado.
-¡Oye esa es la casa de Rocío, mi mejor amiga!-dije interrumpiendo por segunda vez y dirigiéndome hacia allá.
Fui corriendo junto a Mew a mi lado y toqué la puerta. Nadie salía. Toque cómo tres veces más. Y salió un adolescente de mi edad más o menos 20 años alto con pelo oscuro.
-Hola Juan, ¿Esta Ro?-le pregunté al hermano mayor de Rocío, Juan.
-Hola Agus, sí esta ahora la llamo-me respondió mientras se daba vuelta mirando otra vez para el interior de la casa.- ¡Ro…!
-¡Ya voy, ya voy!-dijo una voz desde el balcón de la gran casa.- ¡¿Qué pasa?!
-¡Agustina te vino a visitar!-respondió.
-¿¡Qué!?-respondió una chica de mi edad baja con pelo oscuro que se asomaba por el balcón.- ¡Agus!-gritó cuando Rocío me vio-Ya bajo.
-Ahora sí, hola… Agus.-dijo Rocío agitada por bajar las escaleras rápido-Voy a caminar con ella Juan, ya vengo.
-Sí está bien.-dijo Juan mientras cerraba la puerta.
-¿Por qué dejaste de venir al laboratorio?-dijo Rocío.
-En realidad me fui de mi casa.-dije yo sonriendo inocentemente y fui ahí cuando me dí cuenta de que había una pequeña criatura amarilla y blanca con el pelaje erizado.-Ro, ¿Ese Jolteon es…Casper?
-Sí, viste que los animales se convirtieron en Pokémon, bueno Casper, mi perro, ahora es un poderoso Jolteon-dijo mientras acariciaba la cabeza de Casper.-Y parece que Mew también te acompaña…¡Momento! ¡Dijiste que te fuiste!-dijo cambiando su cara pacífica, a una terriblemente sorpresiva expresión.
-¡No me asustes!-grité yo, me pareció que en ese momento me había convertido en un personaje de Anime totalmente sorprendido.-Bueno, para lo que vine fue para pedirte si pudieras ayudarme en un ¡Torneo!